Érase una vez

Capítulo 27: Muelle.

Despierto de manera repentina, lo primero que veo es la absoluta oscuridad, cualquier persona normal en esta situación perdería completamente la cabeza, pero debo mantener la calma, primero debo saber cómo llegué aquí. Dejó que mis sentidos hagan su trabajo con cautela, puedo reconocer los ruidos de una carretera, el lugar tan pequeño al cual me encuentro me recuerda a una caja y los bruscos movimientos que invaden todo mi alrededor me hacen llegar a una conclusión. Ahora mismo me encuentro en la cajuela de un coche.

¿PERO COMO MIERDA LLEGUE AQUÍ?

El pánico me invade, con mis piernas intento golpear la caja trasera, pero es algo obvio de que nadie me escuchará, el auto está en movimiento. Intento buscar la manera de desatarme, pero se me hace imposible localizar algo filoso a mi alcance. Diría que estoy muerto si el miedo me dominaría, pero sé quién ha sido capaz de hacerme esto, el imbécil de Marcos. Carajo, esto cada vez se vuelve peor, tengo un pánico a los sitios pequeños, porque todo lo malo tiene que aparecer AHORA.

-MARCOS CABRÓN, SÁCAME DE AQUÍ.-Mis llamados lo acompaño con golpes a la cajuela.-POR FAVOR!.-Siento como el oxígeno se me va lentamente, esto es horrible.

No recibo ninguna respuesta, ni siquiera los indicios de que el coche se vaya a detener, en que mierda estará pensando Marcos ahora mismo para hacerme esto. Necesito recordar como llegué aquí... El bate... López... Por qué siento que Marcos acaba de hacer algo tan horrible que prefiero no recordarlo. Todo esto es tan raro, ¿Qué dirá Rose si me pasa algo?, por qué sigo aquí esperando lo que posiblemente sea mi muerte. ¿Realmente Marcos me quiere matar?... Viejo, me duele creer en esto.

-MARCOS, DALE VIEJO, PODEMOS CONVERSARLO.-Sigo golpeando con mis pies atados hacía la cajuela, sin embargo, nada de lo que hago está funcionando.

Por mi sorpresa, el auto finalmente se detiene. Escucho como una puerta se abre, y unos pasos pesados se acercan hacía mi. Puedo ver la luz pasar sobre mí, y una sombra tan reconocible me mira con lástima.

-Tom, no intentes nada estúpido.-Me saca de la cajuela, y termino en el suelo, tengo mis brazos y piernas atadas. Al no mantenerme en equilibrio caigo al suelo.

Alzo la mirada y me percató que estoy en el muelle abandonado de la ciudad de noche, la luz que me recibió al abrir la cajuela fue la de los viejos pósters del lugar. "Los 3 reyes" fue un viejo muelle que en su tiempo era el principal exportador de la ciudad, pero desde hace 6 años este tuvo que clausurar por la alta contaminación que existía en esta parte del mar. Alguna vez vine por aquí con mi abuelo a comprar algún filete de pescado, que buen recuerdo. 

Logro levantarme del suelo y Marcos me sostiene del hombro... Supongo que me matará, su mirada lo dice todo. Y lo afirmó, pues me lanza al suelo por segunda vez, sin tener la posibilidad de defenderme.

-Amigo, ¿En serio me harás esto?.-Marcos ni se inmuta, tiene la cara con varios moretones y su pantalón guinda manchada de sangre, ¿Qué hizo este tipo antes de traerme aquí?.

-Te estoy haciendo un favor.-Saca una pistola con silenciador del bolsillo, porque siento que está escena, ya la vivi.-Al menos, me siento digno de hacerlo por mi cuenta. Después de todo, eres como un hermano para mí.-Me siento tan indefenso en estos momentos, al tal punto de aceptar lo que está a punto de pasar.

-Lamento que te haya jodido la vida Marcos.-Este toma un suspiro.

-Ponte de rodillas, no hagas esto más difícil.-Me levanto a duras penas, pero consigo mantenerme arrodillado.-Es ridículo pensar que tú has arruinado el imperio dónde he trabajado en estos últimos 10 años... Me hiciste hacer algo tan atroz que hasta ahora no logro discúlpame a mi mismo. Cada vez que apareces en la vida de alguien, lo conviertes en una comedia mal hecha. Estos últimos 3 días serían el mejor chiste con un giro de trama totalmente inesperado que podría contar, ¿Y quieres saber lo peor?... Es que realmente me descojonaría de la historia tan absurda que me acabo de inventar. No es por tirarte mierda ni nada por el estilo, pero me sorprende que cargas con tan mala suerte, o talvez eres un tipo tan estúpido... Eres una mierda a donde vayas y creo que no soy el primero en decírtelo.-Lo miro a los ojos con desesperación.-Lo hago por tu bien, si alguien del otro bando te encuentra te torturaran por días, semanas e incluso meses, te exprimirán hasta las últimas Tom. Y no quiero encontrarte en una condición tan nefasta para serte sincero.

-Pero debe de haber otra manera.-Marcos se agacha y me analiza con cercanía.- ¿Verdad?

-No conozca otra manera.-Se levanta y vuelve a caminar alrededor mío esperando a que algo pasé.-Si lo miras como un favor, quizás esto no se vuelva tan pesado.-Me muestra el arma, y me da un pánico verla tan cerca de mí.-Lo podemos hacer como tú quieras, puede ser una bala inesperada... te puedo vendar los ojos... Incluso te puedo noquear, para que no me recuerdes en el otro mundo como el culpable de tus males.-Que miedo me da Marcos cuando habla como un maniático.-Pero bueno, supongo que yo tendré que decidir, pues nadie está listo para morir la verdad... Ajá, antes, ¿Quieres decir o hacer algo antes de que terminé con esto?

Lo único en lo estoy pensado ahora mismo es en Rose. El simple hecho de dejarla en este mundo de mierda, me llena de dolor y frustración. Mi niña no se merece esto.

-Déjame hacer una última llamada a Rose.-El rostro de Marcos cambio drásticamente a uno tristón.-No le diré nada de esto, te lo prometo.

Me toma por sorpresa ver la inesperada reacción de Marcos, parece como si hubiese cambiado de idea en el último segundo.

-Mierda... Que estoy haciendo.-Guarda el arma en su jean e intenta romperme las sogas de la mano con alguna navaja que saca de su otro bolsillo. No entiendo que está pasando.-No puedo matarte Tom, eres mi amigo, no soy capaz de hacerlo, también que pensará Rose de mí, ¿Qué soy un monstruo sin sentimientos?... No amigo, yo no soy así.. no... no.




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