Érase una vez: Leyendas de Thak Crelhus

La Agonía de los Afiros

Érase una vez a las orillas del mar de Kalodon, un pequeño grupo de Afiros que sobrevivió a la disputa de los creadores. Ellos habían sido diezmados gracias a Nheid y a sus ambiciones, el desorden en el mundo era descomunal y para arreglarlo los Afiros tuvieron que hacer lo que para ellos era impensable.....usar las runas.

A pesar de que Avhal les había otorgado un don especial para manejar la luz junto con las runas, ellos veían a las artes rúnicas como algo sagrado que solo los creadores debían usar, pero los creadores ya no estaban y Thak Crelhus era un caos. Las artes rúnicas se dividían en dos clases, la primera era la creación, usando la luz a través de las runas podías transformarla en algo nuevo. Luego estaba la descomposición, lo mismo que la anterior pero a la inversa, tomas algún objeto y mediante su runa puede desintegrarse para obtener luz.

Los Afiros reconstruyeron el mundo casi en su totalidad dejándole el resto a la naturaleza. Con el mundo reconstruido una paz abrumadora tomó posesión de Thak Crelhus durante mucho tiempo, y en este período los Afiros se asentaron a las orillas de Kalodon y así nació Smegdhalia, el reino de los Afiros, este era muy próspero en todos los aspectos, los Afiros por naturaleza eran muy longevos y bellos, sus radiantes rostros solo podían ser comparados con los de los elfos.

Durante la existencia de Smeragdha la familia real tuvo 4 generaciones, el primer rey de Smegdhalia fue Mylar Khelthas y junto con su amada Lótiel Khelthas gobernó Smegdhalia durante 104 milenios para luego entregar el mando a su hijo Othar Kheltas quien se casó con una noble miembro de la corte, Liria Gridhen quien además de pertenecer a la corte era de la familia Gridhen, quienes reconstruyeron el mundo usando la fuerza de los creadores. Ella y Othar tuvieron dos hijos Amaradhar y Liello, los dos príncipes heredarían el poder de sus padres, Amaradhar por ser el mayor seria el heredero al trono de su padre pero, cuando Amaradhar ascendió al trono su hermano Liello, deseando ser rey impulsó un golpe de estado en contra de su hermano pero la guardia real repelió el ataque y Liello fue condenado a muerte por alta traición. Amaradhar se casó y tuvo una niña, la princesa de Smegdhalia Thenidiel Kheltas, ella pensaba diferente a todos los demás Afiros en muchos aspectos, amaba mucho a la naturaleza y le fascinaba todo lo que la rodeaba, durante su juventud el don otorgado por Avhal se hizo presente cuando descubrió por sí misma la descomposición sin usar runas, poco tiempo después se volvió una maestra en artes rúnicas a espaldas de todos, nadie se podía enterar.....por ahora...cuando ella ascendiera al trono sería reina y podría hacer lo que quisiera.

Ya habían pasado 586 milenios desde la fundación de Smegdhalia, el gobierno de Amaradhar casi acababa, su esposa había muerto hace ya un milenio y el estaba muy enfermo por lo que en su lecho de muerte y con sus últimos alientos proclamó a Thenidiel reina de Smegdhalia. El reinado de Thenediel fue muy próspero al comienzo pero los demonios llevaban tiempo planeando destruir a los Afiros querían conquistar Smegdhalia, Thenediel se percató de esto e intentó tomar acciones para evitar el peligro que los acechaba pero los miembros de la corte real arrogantemente le impidieron hacer algo porque "No es necesario, los Afiros superamos a los demonios en muchos aspectos ¿cómo se les ocurriría invadirnos?".

Smegdhalia cayó ante la invasión demoníaca pero la capital fue la excepción. Thenediel haciendo uso de las runas defendió cada centímetro de la capital con sus propias manos. Los miembros de la corte viendo su difícil situación intentaron traicionarla y escapar, pero ella los descubrió y todos y cada uno de ellos fueron apresados en las profundidades del palacio, la reina viendo que cada vez llegaban mas y mas demonios, hizo uso de uno de los hechizos de los elfos para ocultar la capital, esta se perdió en el tiempo y Thenediel abandonó el trono huyó a Terraria, el recién formado reino de los humanos (desde el punto de vista de un Afiro), ella se enamoró de Lancelot Dhelart el príncipe de Terraria, para posteriormente casarse con él y formar la familia real, tuvo un hijo al que nombró Adhenel y este al igual que ella desarrolló interés por las artes rúnicas.

Los demonios fundaron Necro Zhul sobre el antiguo reino de los Afiros en las orillas del mar de Kalodon, muchos conocen a los Afiros por sus leyendas e historias ya que ellos fueron la única raza que documentó la "época de los creadores" y se cree que se extinguieron después de la invasión pero, en los rincones más oscuros de Necro Zhul donde nadie se atreve a ir, oculto en sus profundidades se encuentra todavía la capital de los Afiros, donde consientes de el peligro que los acecha todavía viven los sobrevivientes de la invasión demoniaca esperando el día en que por fin puedan recuperar su reino.

Según una profecía épica, los Afiros reconstruirán su imperio y destruirán a los demonios para siempre, una vez Smegdalia sea restaurada los creadores despertaran de su largo sueño y finalizara su fiera batalla.

Pero mientras eso sucede, los humanos cada vez más crecen en conocimiento y poder, su inteligencia ha sido la palanca que impulsó su desarrollo, antiguos hermanos de los Afiros que todavía recuerdan su agonía al ser despojados de sus tierras.



#20683 en Fantasía
#29461 en Otros
#9477 en Relatos cortos

En el texto hay: fantasia, magia y aventura, fantasia magia

Editado: 14.07.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.