Érase una vez un Sueño

Capítulo 10

Per

Observo mi reflejo una vez más.

Esta magia de luz es increíble, a pesar de haber llorado hasta quedarme dormida no hay ningún rastro de desvelo en mi rostro.

Si tan solo pudiera llevarse el dolor también.

Suelto un suspiro.

"—Haré que Ben se enamore de mí."

He evitado encontrarme con Mal todo el día.

Aún puedo escuchar claramente su voz, siento sus ojos fríos mirarme con indiferencia y cómo mi corazón se destrozó en mil pedazos.

Después de eso me fui de la habitación, anduve por los pasillos como alma en pena y termine en la habitación de los chicos.

Hacia muchos años que no dormía en la misma cama que Jay. Aunque fue un poco incómodo, y no precisamente por Jay, sino porque está más musculoso y alto que la última vez que dormimos juntos.
No obstante, acaricio mi cabeza hasta que logré quedarme dormida, ese pequeño gesto tranquilizó un poco mi corazón.

Presiono un poco las bolsa que llevo entre mis brazos.

Ahora es momento de encarar a Ben. Anoche no fui a nuestra reunión porque no me sentía preparada para verlo, creí que iba a romper en llanto y a contarle toda la verdad.

Por muy resentida que este con Mal, la familia siempre es primero.

Retomo mi camino hacia la oficina de mi príncipe.

Es la primera vez que estoy en el edificio gubernamental de Auradon.
Está muy cerca de la escuela, aunque eso es bueno para Ben, así no falta a sus clases.

Llegó hasta su oficina y examinó unos segundos la puerta principal.

Tiene detalles hermosos, está cubierta por una enredadera de rosas tallada en la madera.

Es un lindo toque.

Tomo una bocanada de aire antes de tocar dos veces.

—Adelante.

Solo escuchar su voz me llena de nervios.

Abro la puerta lentamente encontrandolo en su escritorio.

Está sumergido en una pila de papeles.

Detallo la habitación con detenimiento.

Tiene una gran repisa llena de libros del lado derecho y rosas amarillas por doquier.
Además de que el aire está impregnado con su perfume, podría quedarme viviendo aquí para siempre.

Estoy a unos pasos de su escritorio, está sumamente concentrado y lleva puesto unos lentes redondos que le dan un aspecto a típico chico inteligente.

Suelto una risita.

Sube la cabeza rápidamente y se levanta de su asiento.

—Per, no sabía que eras tú. Disculpa por mi falta de cortesía.

Agito la mano restándole importancia.

—Tranquilo, estás ocupado. No debí venir sin avisar.

Doy unos pasos hacia atrás.

—¡No te vayas! —en su voz resuena desesperación. Acomoda su saco para luego pararse derecho —. Digo, no tienes que irte. Justo iba a tomar un descanso.

Me indica uno de los sillones que están frente a su silla.

Tomo asiento y le dedicó una sonrisa.

Ben se sienta a mi lado tomándome por sorpresa.

—Te traje esto —le entrego una de las bolsa —. Es mi disculpa por haberte dejado plantado anoche.

—No tenías que molestarte.

—No fue molestia. Cuando faltaste a nuestro almuerzo me diste unos dulces como compensación, así que está vez me toca a mi.

—Entonces, cada vez que alguno falte a un compromiso el otro deberá llevarle dulces como disculpa. ¿Te parece bien?.

Sonrió.

—Si.

Me mira detalladamente y mi sonrisa lentamente desaparece.

—¿Por qué me miras así?.

—¿Te encuentras bien? —ignora mi pregunta.

—Claro —trato de sonar lo más contenta que puedo.

—No me parece que estés bien, tus ojos destellan tristeza. ¿Sucedió algo?.

Muevo la mano restándole importancia.

—Debe ser cansancio —miento —. Es que en dos días tengo que hacer una obra y eso me tiene nerviosa.

Ben me observa unos segundos para luego asentir no muy convencido.

—Que coincidencia. En dos días es el partido de tourney que te mencioné —cambia de tema y le agradezco en silencio —. ¿Vas a ir animarme?.

—¡Por supuesto que si! No lo dudes ni un segundo —respondo con más entusiasmo del que debería.

Me dedica una sonrisa sincera y sus mejillas se sonrojan ligeramente.

Cómo me encanta este hombre.

—¿Qué llevas ahí? —apunta a la bolsa que deje en el suelo.

—Es mi vestido para la obra. No tengo ropa del estilo de mi personaje así que Ayla me obsequio dos vestidos para ese día.

—¿Y cómo se llama la obra?.

—Cuando un ángel se enamora. Trata de un ángel guardian y una chica ciega, ella tiene los otros sentidos más agudizados por ello puede sentir la presencia del angel aunque nadie más pueda hacerlo.

—Oh, es de romance —asiento —. El año pasado todas las obras eran de misterio, fue muy divertido porque había que adivinar quien era el asesino en cada interpretación.

—Eso habría sido más interesante.

Inesperadamente Ben lleva un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

Me pierdo en sus ojos unos segundos.

—¿Segura que estás bien? —su voz detona preocupación.

Le dedicó una sonrisa triste.

—Tan bien cómo puedo estarlo —digo sin más.

Parece dudar un instante.

—¿Hay algo que te incomoda? —niego.

—Discutí con Mal.

—¿Fue por algo importante?.

Su pregunta me toma por sorpresa y siento un vacío en el corazón.

Estoy segura que debo tener una mirada triste justo ahora.

—Si, muy importante.

—¿Crees que no puedan arreglarlo?.

—No lo sé, he huido de ella todo el día. No tengo el valor suficiente para encararla.

Acaricia mi mejilla delicadamente.

—Per, hay que tener suficiente valor para mantener a las personas que amas en tu vida. No dejes que una simple discusión pueda más que todos los buenos momentos que has tenido a su lado.

Lo observo en silencio.

—Y puede que, la razón por la que discutieron no sea más importante que tú hermana, ¿O si?.

Un nudo se aloja en mi garganta.

—Ben, yo...

—No tienes que decirme cuál fue el motivo de su discusión. Solo quiero que pienses bien las cosas.



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En el texto hay: fanfic, descendientes, romance

Editado: 07.11.2024

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