¿eres Famoso?

18.- ¿Por qué era tan difícil decírselo?


Capítulo Dieciocho

¿Por qué era tan difícil decírselo?

Después de hablar con Carlos Duarte se fueron a la residencia de Pritzker, se durmieron temprano porque mañana tendrían que ir a hablar con Andrea, lo que a Alessia le preocupaba mucho.

No sabía como iba a reaccionar, no sabía como le iba a explicar lo que había sucedido en estas últimas semanas.

¿Cómo lo iba a tomar su madre?

Sonó su alarma a las 8:00 a.m. se despertaron y se arreglaron, ninguno había conciliado el sueño la noche anterior, estaban preocupados.

Thomas empezó a manejar, les esperaba un largo viaje.

Luego de cinco horas, llegaron a la casa de Alessia, bajaron del auto y entraron.

―Parece que no hay nadie ―dijo Alessia al estar dentro de la casa.

El hecho de que no estuviera su madre, le generaba paz.

―Estoy yo  —respondió su mamá haciendo que los dos se asustaran ―pensé que regresarías en cuatro días, es la fecha que marcó la directora ¿No?

―Hola ―intervino Thomas.

―Hola ―contestó Andrea ―¿Quieres algo de tomar? ―negó

―Si ―respondió rápidamente Alessia ―ya te traigo un poco de agua ―fue a la cocina y bebió un vaso de agua, luego sirvió otro para la visita ―aquí está ―se lo entregó ―mamá...

―¿Si?

―No fui al viaje que organizó la escuela, decidí irme por mi cuenta, como unas vacaciones ―le soltó de golpe.

―Supongo que no fuiste sola ―miró a Thomas.

―Yo la acompañé, nos quedamos solo una semana ―Alessia estaba tratando de descifrar la mirada de su madre ―recibí una llamada de mi hermana, mi mamá no se encontraba bien de salud, así que nos tuvimos que regresar a Acapulco.

—¿Regresar a Acapulco?

Carajo y mil veces carajo.

—¿No sabía que habías estado en Acapulco con él?

—Le pedí que me acompañara a ver a mis papás y luego la regresaría a su casa.

—¿Soy yo o la estancia en casa de tus padres se alargó bastante?

―Solo un poco, mamá.

—Continúen.

—Ahí nos quedamos las demás semanas, pero hubo un pequeño problema ―su madre escuchaba atentamente ―hay personas que están un poco desubicadas, no les funciona el cerebro y se la pasan inventando cosas del prójimo.

―Como en las revistas de chismes que leo, ¿no? ―asintió ―cada cosa de la que uno se entera, como por ejemplo,  leí que el ex de una cantante le provocó un accidente, también me enteré de que hay chicas interesadas que hacen lo que sea por pertenecer a una de las familias más importantes ¿Cuál era el apellido? ―fingió estar recordándolo ―ah, si, Pritzker Laurent ―Alessia cerró sus ojos por unos segundos, su madre lo sabía todo o casi todo.

―¿Viste el programa?

―Estas en todos lados, revistas, programas de chismes, en internet, fuiste tendencia ―añadió molesta ―¡¿Cuándo pensabas decírmelo?!

―Mamá,  sé que debí decírtelo antes, en serio lo siento ―su madre negó, no esperó ni siquiera unos segundos cuando le soltó la otra noticia ―Thomas es actor y su amigo también ―respiró profundo ―un día los acompañé a un set de grabación, lo ayudé a ensayar, un productor me vio y le gustó como actué.

―¿A qué viene esto?

―Carlos Duarte, un productor, quiere que actúe en su película.

―¿Y qué te dijo cuando le respondiste que no?

Su mirada se tornó triste.

—Yo no le respondí nada ―mintió cabizbaja ―le dije que lo tenía que consultar contigo.

―Mi respuesta es...

Sus palabras quedaron  en el aire cuando se escuchó el timbre.

¡Salvada por la campana! 

―Ahora vengo ―caminó hasta abrir la puerta ―Alessia, te buscan.

―¿Quien?

―Yo ―la voz de Gustavo inundó la estancia.

Al voltear lo vio parado a unos metros de ella.

―¿Qué haces aquí?  —preguntó molesta.

―Tenemos que hablar ―negó ―te lo pido.

—Habla con él.

—No quiero, mamá.

Arqueó una ceja al escuchar a su hija.

―Te estoy diciendo que vayas a hablar con él y luego terminamos esta conversación ―ordenó su madre, a Thomas no le gustó el tono con el que le estaba hablando.

—Alessia no tiene porque hablar con alguien que no quiere.

Andrea se sorprendió cuando lo escuchó hablar.

—Voy a hablar con él —su madre asintió y Thomas negó.

—Alessia...

—Thomas, voy a hablar con él.

—Bien.

Los vieron desaparecer por un pasillo y fue en ese momento en el que ella habló.

—¿Controlas a mi hija?

—¿Yo? —preguntó sorprendido.

¿De verdad le estaba preguntando eso?

Apretó sus labios para no decir todo lo que pensaba.

—No, no la controlo.

—A mi me parece que si.

—Se equivoca.

Se contuvo, porque si Thomas hablaba podía hacer que Andrea no le firmara la autorización a Alessia y no iba a arruinar la oportunidad que tenía.

―Señora.

―Dime Andrea.

―Andrea, le pido que piense muy bien lo que le va a decir a su hija, esto es muy importante para ella, es una gran oportunidad, es el sueño de Alessia, apóyela, yo sé que lo que hicimos no estuvo bien, le mentimos y tal vez yo tengo más culpa que Alessia.

―¿Por qué lo dices?

―Yo soy el mayor y debí...

―¿Qué edad tienes?

―23 años ―Andrea se sorprendió ―¿Pasa algo?

―Le llevas seis años a mi hija, ¿lo sabes?

―¿Tiene algún problema con eso?

―No me malinterpretes, es solo que me sorprendí, pensé que eras mayor solo por dos o tres años.

Le preocupaba el tema de la edad, podía burlarse de su hija, todos los hombres eran iguales, si una persona de tu misma edad jugaba contigo, imagínate una que te lleva 6 años.

Jamás la iba a tomar en serio, además, era actor, no podía fijarse en alguien tan simple como su hija, no en Alessia, tal vez en Ara si, porque ella era muy bonita.

¿Pero Alessia que tenía?

Nada, era muy simple para que Thomas se fijara en ella o eso pensaba Andrea.

🎬


Alessia no tenía ni la más mínima intención de hablar con Gustavo, no era la primera vez que la trataba así, siempre la hacía sentir mal y luego pedía disculpas.



#2490 en Novela romántica

En el texto hay: amor, chismes, fomoso

Editado: 31.01.2023

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