¿eres Famoso?

22.- ¿Dónde está tu papá

Capítulo veintidós 

¿Dónde está tu Papá?

Thomas al verla salir de la casa sonrió, se veía más hermosa, pero al ver que sus hermosos ojos estaban tristes, una mueca se dibujó en su rostro, porque ella podía sonreír pero sus ojos la delataban. Le abrió la puerta del copiloto y negó.

Alessia le dio la dirección de la casa de su amiga y él empezó a manejar, en el trayecto no dejaba de pensar en lo que había escuchado en su casa.

El día anterior Thomas había hablado con Erica, le quería dar una sorpresa a Alessia, así que le pidió que le abriera la puerta de su casa para esconderse y sorprenderla, le quería entregar un pequeño obsequio.

Pero se llevó una sorpresa al escuchar la discusión entre su hermana y ella, luego la otra discusión con su mamá.

Sabía que las cosas con su familia no estaban bien, pero nunca se imaginó que fueran así, a él le parecía que Andrea era una buena madre, con defectos como todos, pero al escuchar la discusión notó que Andrea tenía algo en contra de su hija, la lastimaba ¿Por qué?

Porque era el recuerdo de su primer amor y a la vez del hombre que más le causó daño en está vida.

Pritzker quería a Alessia, no le gustaba verla así, le partió el alma verla sufrir, su familia la lastimaba y con toda la intención.

Ni siquiera se le podía llamar familia.

Cuando escuchó como le hablan entendió el porque de su inseguridad, de su miedo, de pensar que no era suficiente.

Se tensó al recordar las palabras que le dijeron y el coraje que le causó ver que su madre le había lastimado su brazo.

Trató de dejar de pensar porque sino iba a arruinar está noche.

Luego de veinte minutos llegaron, Victoria los recibió con un abrazo, pasaron al interior de la casa, era muy grande y elegante, predominaba el color blanco, los cuadros de pintura en la pared le llamaron la atención a Thomas, al igual que Naydia, a él también le gustaba el arte.

―¡Mi amor, estás hecha una Diosa! ―comentó mientras le daba una vuelta ―¿No lo crees?

―Por supuesto ―embozó una sonrisa ―eres realmente hermosa, desde que sale el sol, hasta que se oculta para dar paso a la noche ―se miraron por varios segundos, Victoria no quería interrumpir ese momento, pero sino lo hacía podían quedarse viendo por horas. 

―¿Les parece si pasamos a la sala? ―asintieron y caminaron detrás de ella.

Platicaron un momento sobre los gustos, disgustos, su trabajo, la escuela, entre otras cosas.

Alessia y Thomas no dejaban de mirarse, lo que hizo que su amiga sonriera, le alegraba ver a su amiga feliz.

Todos merecemos encontrar a alguien que nos complemente y no alguien que nos complete, hay una gran diferencia.

Todos hemos pasado momentos difíciles unos más que otros, pero, ¿qué sería de nosotros si todo fuera fácil? Si, tal vez un mundo con menos problemas, pero las personas no se esforzarían, no habría una lección que aprender para el futuro.

Al terminar la cena, Wendy, la empleada, retiró todo, dejando la mesa completamente vacía, Victoria fue por un juego de mesa y empezaron a jugar, así pasó media hora mas.

Se aburrieron del juego de mesa, así que fueron a la sala de billar, al entrar, observaron la barra de mármol donde estaban las diferentes bebidas alcohólicas, del otro lado había un sillón gris, delante de este, una pantalla, detrás, había dos mini sillones rojos y en medio estaba la mesa de billar.

Mientras Alessia atendía una llamada de su tía en la biblioteca, Victoria y Thomas decidieron empezar a jugar.

―¿Cuáles son tus intensiones con el amor de mi vida? ―su pregunta lo tomó por sorpresa ―porque si hice está cena, es para conocerte y saber si eres el indicado para mi mejor amiga. 

―Solo somos amigos ―rio.

Lo difícil que había sido decir la palabra amigos.

Los amigos no se besaban, los amigos no sentían esa sensación al verse, los amigos no se extrañaban todo el día, los amigos... eran todo menos amigos.

―Por favor ―comentó incrédula ―no soy tonta, ¿o sí? ―negó ―es obvio que se gustan, se nota a kilómetros ―dijo sin siquiera mirarlo ―¿O lo niegas? ―levantó una ceja.

No podía seguir ocultando lo que sentía o se iba a volver loco.

Cada vez que estaba cerca de ella su corazón se aceleraba de una forma tan intensa que podía darle un infarto.

Lo que sentía por ella nunca lo había sentido por nadie.

―Estoy enamorado de Alessia ―confesó y su amiga sonrió.

Lo había dicho.

―No sé como pasó y sinceramente no creo que importe. Ella es tal linda, tiene unos ojos hermosos, quisiera alejarla de las personas que le causan daño, no me gusta verla sufrir, me encanta que sonría porque lo ilumina todo, es inteligente y capaz de hacer todo lo que se proponga, pero su... pero hay personas que la hacen dudar de ella misma.

Victoria sonrió al escuchar como Thomas sin necesidad de preguntarle que le gustaba más de Alessia, lo dijo.

―¿Te refieres a su familia? ―no dijo nada ―yo soy su mejor amiga y sé como la trata su mamá y su hermana ―lo miró ―créeme que me duele, porque no se lo merece, nadie se merece eso.

―Los días que estuvo conmigo en Acapulco fueron increíbles, radiaba luz, todo lo iluminaba, cuando regresó, esa luz se apagó, sus ojos ahora están tristes, no es la misma y me duele verla así.

—No eres él único, te juro que a veces me dan ganas de matar a su madre, porque cuando estoy presente en ocasiones suele finge que es la mejor madre del mundo, quisiera... —negó y guardó toda la frustración que sentía —Mejor regresemos al tema principal, porque sino esto se va a poner feo.

—Bien —Victoria respiró un par de veces y luego habló.

―Yo se que tú y ella todavía no son novios, pero pronto lo serán o al menos que se sigan haciendo los tontos y nunca se declaren su amor ―sonrió ―no quiero que la lastimes. 

―No lo voy a hacer. Yo la quiero, quiero verla sonreír, quiero que disfrute de la vida, quiero que cumpla sus sueños, quiero que sea feliz y yo ser parte de esa felicidad, sería tan afortunado si me deja formar parte de su vida, quiero ser el causante de sus alegrías, ayudar a que cicatricen sus heridas, aliviar sus tristezas y no ser el causante de ellas.



#2480 en Novela romántica

En el texto hay: amor, chismes, fomoso

Editado: 31.01.2023

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