Capitulo XI

Santiago

Como les digo como me siento en este momento, no sé cómo explicar mis emociones, hoy fue una montaña rusa para mi entre sorpresas, excitación, susto miedo y temor de perder a alguien, pero tremenda sorpresa me doy cuando una mujer rubia y de unos ojos impresionantes se encarga de la situación más apremiante se su vida de una manera tan despreocupada, toda una caja de sorpresas, y no quisiera estar en la posición de alguien al que ella despreciara porque estaría en la misma situación o peor.

Estoy en mi cama analizando lo sucedido y que por tal razón no he tenido nada de sueño. Me levanto porque no me siento con deseos de estar ahí, entonces diviso en mi escritorio la Tablet que mi jefa me entrego esta tarde, salgo a la sala y enciendo la televisión me recuesto en la cama, enciendo la Tablet y busco lo que Camila me ha pedido, pero antes de ahondar en los documentos veo un video que dice verme primero, lo toco para mirar y quien sale hablando es: Camila mi jefa.

            Hola Santiago, antes de que te explique lo que estoy por decir, necesito que te des cuenta de que te estaré tuteando en este video. La verdadera razón por la que tienes en esta Tablet en tus manos es porque te entrenare como mis segundos ojos en mi negocio, tu tío Tony te ha recomendado para que tomes su lugar, durante estos meses te estaremos mostrando todo lo que debes saber, además de que te entrenaras en diferentes artes y aprenderás a manejar un arma, la cuestión es que dentro de esta Tablet tendrás toda la información financiera  y sobre todos los negocios que tengo y sobre todos los contactos debes conocerlos y aprendértelos de memoria, esto te ayudara a desenvolverte en mi mundo y por si no te queda claro, esta información no debe pasar de ti es extremadamente confidencial que la tengas, debes guardarla muy bien y que nadie tenga acceso a esta información, por favor cuídala mucho, tu tío y yo confiamos plenamente en Ti. – y allí se detiene el video.

Después de ver el video, empiezo a revisar los estados financieros y las cuentas, valla que les va bien en los bares, cada bar tiene su cuenta particular y los gerentes depositan el dinero, los reportes financieros de cada uno son a través de internet y cada seis meses se hacen revisión rutinaria por ella, veo que la última fue en diciembre pero lo que no me cuadra es que la próxima será antes de lo previsto, un mes y medio antes, por unas anomalías en los estados financieros de uno de los bares, pero lo que ella no se dio cuenta es que hay dos más que han empezado con sus anomalías pero estos son de mínimas proporciones, tal vez por alguna baja en la clientela.

Sigo leyendo la información y me sorprendo de como ella ha camuflajeado su nombre y ha pasado desapercibida ante las personas, fuera de esos bares ella es una mujer realizada, una maestra en ascenso, que enseña en una universidad insignificante pero lo que las personas no ven es que esa mujer tiene más poder e influencia que un puñado de políticos juntos es más puedo decir que ella podría comprar lo que deseara y no se lo impedirían. Sus contactos son admirables desde cenadores hasta el mismo presidente, pero no alardea de su posición más bien la mantiene oculta para no ser molestada, por esa razón me lleve tal sorpresa al verla actuar de ese modo y hablar con tanta soltura y desfachatez.

Me sorprende la mañana estudiando los documentos digitales y mi alarma suena, las siete de la mañana, me levanto de golpe del sofá y corro a prepararme veo como mi madre se levanta perezosa para prepararme algo.

- ¿Qué quieres de desayuno hijo?

- Solo prepárame un café no tengo hambre y es solo para mantenerme despierto – le digo entrando al baño para darme una ducha rápida y cambiarme.

- Muy bien ¿quieres pan u otra cosa?

- No mama, solo café y muy fuerte por favor– le grito desde el baño

- Ok

Me cambio y me tomo el café que me ofrece, recojo mis cosas como loco para ir a tomar mis clases, tengo dos esta mañana y una antes de ir a trabajar, tomo el casco y las llaves de mi moto, me movilizo más rápido en ella. Salgo hacia la universidad. Cuando llego son justo las ocho, me estaciono y corro hacia mi aula. Cuando llego el maestro no está, es técnica de entrevista y el maestro no ha aparecido, son las ocho y veinte, la puerta del aula se abre para dejarnos ver a una maestra apurada, con papeles en la mano y un café que no quiere derramar, logra llegar al escritorio y suelta todo menos el café late que sostiene y una sonrisa se forma en mi cara “Camila” hizo su entrada. Cabe destacar que con esta ya son cuatro clases las que me tocan con ella.

- Muy buenos días chicos – dice con toda seguridad – esta es la clase de técnica de entrevista, quien me podría decir su expectativa para esta clase – una morena levanta la mano

- Mi expectativa es aprender las técnicas necesarias para entrevistar al individuo

- Muy bien, alguien más – nos observa a cada uno y posa sus ojos en mi unos momentos más y sonríe – señor rodríguez ¿cuál es su expectativa para esta clase?