¿eres idiota? Soy tu jefa

Capitulo XII

Desde ese momento Samuel no me dirige la palabra esta pensativo y frunce el ceño cada dos segundos como buscando algo, las chicas se enfrascan en una conversación que no quise interrumpir asi que solo las escucho, hasta que Samuel dice.

- ¿Desde cuándo te tutea? – lo miro sin entender – ella siempre te dice señor Rodríguez. Pero hoy escuche que te dijo Santiago

- No lo sé, no me di cuenta – le digo

- Que no te diste cuenta, seguiste preguntando por su estado y ¿cómo sabias de su mano? ¿cómo me explicas? ¿qué paso ayer? – me pregunta y no sé qué contestarle

- No puedo hacerlo, y no te debo explicaciones – le digo un poco exasperado, bufa como si no se lo creyera, las chicas nos miran perplejas, Samuel y yo nunca hemos peleado

- A ver porque no se calman – dice Sarah tan conciliadora

- Calmarme, este idiota va a hacer que lo expulsen de la universidad y todo por ella – dice enojado

- En qué momento di a entender que tengo o quiero algo con ella – le reclamo

- Tus acciones lo hacen Santiago y espero que te des cuenta a tiempo, ella no es la mujer para ti – me dice

- Y quien lo dice ¿tu? – y ahí es cuando me doy cuenta de que todos los ojos de los que están en la cafetería están sobre mí – me voy – me levanto y tomo mi mochila para ir a mi aula a la clase que me corresponde, escucho a las chicas llamarme y reprender a Samuel pero a estas alturas no me importa. Cuando voy subiendo las escaleras suena mi celular.

- Buenas – digo contestando

- Hola, como esta mi sobrino favorito – es mi tío Tony

- Solo tienes uno, y estoy bien – le digo

- Con esa cara que llevas creo que no – paro de golpe y miro hacia atrás y veo a mi tío recostado en su auto con una sonrisa en los labios, regreso para saludarlo y veo como algunas chicas nos miran con recelo, mi tío no pasa desapercibido para las féminas aun con su edad, es alto y un cuerpo bien cuidado, sus músculos lo delatan, debe pasar por lo menos dos horas en el gimnasio o eso creo. Pelo castaño rizado piel clara y ojos marrones

- ¿Porque estás aquí tío? – le pregunto

- Camila me pidió que pasara por ella, y tú ¿Por qué estás enojado?

- Por nada en particular solo diferencia de ideas entre amigos – le digo para que no se preocupe

- Siempre habrá diferencia hijo, la virtud está en cómo sobrellevarlo – me dice y sé que tiene razón – además si él quiere lo mejor para ti aceptara lo que tu decidas

- Iba a responder pero una voz familiar me interrumpe.

- Ya estoy lista, nos vamos –  observo como muchos se quedan asombrados al ver a la maestra saludar al hombre con cariño y luego subirse al asiento del copiloto.

- Nos vemos en la tarde Santiago – asiento

- Si Tío, nos vemos – le digo y me despido con las manos

Cuando creo que estoy en paz me giro y veo como Samuel me fulmina con la mirada y se va enojado, creo que este sábado no es para mí. Las noticias vuelan rápido en este lugar los chicos me han preguntado cual es mi relación con el hombre que llego a buscar a la maestra Camila y tuve que decirles que era mi tío, ahora debo darles una explicación más profunda a mis amigos para que no me maten antes de finalizar las clases. Cuando los encontré les pedí disculpas, y como no quería comprometer a Camila más de lo que se encuentra, opte por una verdad a medias, les explique que mi tío fue el que me consiguió el trabajo que tengo y que mi tío era un buen amigo de la maestra Camila, lo que omití fue que ella era mi Jefa y que ella era la dueña de esos bares, porque razón, es fácil, todo lo relacionado de ella con esos bares es TOP SECRET  no me conviene divulgarlo por razones de que mi tío me arrancaría la cabeza si lo hiciese.

 - Asi, que el señor es tu tío – pregunta Sarah yo asiento

- Y ¿él y Camila se conocen? – esta vez fue pamela quien me pregunto

- Si se conoces desde hace mucho tiempo y yo me entere hace algunos días – les comento despreocupado

- Y porque no nos dijiste, serás idiota – me dice mi amigo – y yo pensando mal de ti

- No importa lo que importa ahora es que todo está aclarado y podemos seguir adelante

Terminamos la conversación y almorzamos tranquilamente, después tomamos clases juntos y regresamos a nuestras respectivas rutinas del día después de despedirnos yo por mi parte salgo hacia mi destino de trabajo. Cuando llego no encuentro a Camila asi que me dirijo al despacho de mi tío pero tampoco esta y eso es raro. Cuando me dispongo a preguntar me llaman por teléfono y es un número que no he guardado.

- Alo – digo

- Hola, Señor Rodríguez – me contesta Camila

- Dígame Señorita, ¿qué necesita? – le pregunto

 - Necesito que por unas horas se encargue del bar, Tony y yo estamos resolviendo una urgencia que se nos ha presentado, confío plenamente en usted no me decepcione – y así termina la llamada sin dejarme opción.




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