Eres Inolvidable

Capitulo 2: Glenda

 

Siento como mi mundo se hace oscuro, por un momento perdí el sentido de la vista, y mis piernas me temblaban, jamás pensé sentir este tipo de sensación.

Temer que un ser querido se vaya es algo duro de aguantar, espero con impaciencia entre lágrimas querer saber cómo esta.

Estoy desesperada, nadie me ha dicho lo que le paso, solo me dijeron que es un accidente de auto, no me explicaron nada. Me toco mi vientre esperando que el padre de mi bebe no le pase nada, no quiero perderlo.

Llame a Megan para que viniera, realmente necesito de su compañía en este momento, lagrimas caen sin parar de mis parpados esperando que nada le pase, me muerdo las uñas y me muevo con rapidez dando vueltas en un pequeño círculo, me seco con mis dedos cada lagrima, no debo llorar, los doctores sabrán que hacer, él se recupere.

 

En ese momento escucho pasos con rapidez, ladeo la cabeza por donde se escucha, es Megan quien viene con Liam, los dos se acercan, me ven preocupados y yo lo único que puedo hacer es llorar.

-¿Qué ha pasado? – pregunta jadeando de correr para llegar hacia mí.

-No lo sé – respondo en un hilo de voz, Megan se acerca y me abraza como una buena amiga que es.

-Tranquila – dice acariciando mi cabello – estará bien, esperemos que sí.

Liam también se acerca a nuestro lado consolándome, después de separarnos trato de secar mis lágrimas.

-No puede ser nada serio – dice queriéndome dar fuerza, Megan asiente dándole a conocer que tal vez tiene razón su esposo.

-Sí, posiblemente – digo intentando meter ello en mi cabeza, pero sin embargo las cosas no son como un piensa.

-Glenda – me llaman, me doy la vuelta en seguida encontrándome con el señor Scott quien nos mira preocupante.

-¿Cómo esta Hugo? – pregunto enseguida esperando las mejores noticias, el doctor Scott se pone cabizbajo con tristeza, dejándome muy lejos de este mundo.

-Lo siento Glenda – en ese momento nada existe en mi alrededor, siento como todo en mi alrededor se vuelve oscuro – no lo pudimos salvar…

Escuchar esas palabras me dio a conocer que nada sería igual, mis lágrimas son notables y gimo en un hilo de voz, el dolor que siento es demasiado que debo gritarlo.

-No… no… - digo con lentitud, Megan se pone al lado mío cuando siento que estoy por caerme – ¡No, no, no!

Grito el medio del llanto, mi amiga me abraza pero intento alejarme porque no quiero estar con nadie, Hugo se ha ido y ahora que hare, lo quería demasiado.

-¡Hugo! – exclamo cuando no lo puedo evitar, necesito decir su nombre, el padre de mis hijos a muerto, eso es imposible.

-Glenda tranquilízate – dice Megan pero le hago caso omiso, lloro sin parar – debes calmarte, tienes un bebe en tu vientre.

-¡Hugo… no, no Hugo! – lloro queriendo recuperarlo con ello. Cuando siento que pierdo la razón y cierro los ojos.

 

 

********

Me miro en el espejo del baño, estoy demacrada, me siento sin vida, estoy vestida de negro, hoy es el día, el día mas desgraciado de toda mi vida.

Saber que Hugo, la persona que me amo demasiado no está vivo, solo de recordar los momentos juntos, viviendo en esta casa, cuando veníamos del trabajo, siempre en las noches pensábamos en nuestra boda,  siempre lo tomábamos como un juego pero sabía que lo haríamos en el futuro.

Me hace que las lágrimas salgan, me inclino en el lavamanos poniendo mis manos en él, veo como las gotas de lágrimas caen en el agua; cada minuto que pasa quiero dar a entender que solo es una pesadilla que en cualquier momento despertare.

Como lo necesito.

Como saber que un accidente puede hacer tanto, sin embargo intento permanecer fuerte por mí bebe, ahora seremos solo nosotros.

-¿Glenda estas ahí? – pregunta Megan tocando la puerta, cierro la perilla y me incorporo de nuevo, camino hacia la puerta para abrir, al hacerlo Megan me mira con tristeza junto a Retana – oh que bueno que estés aquí… vamos.

Me agarra de la mano y me lleva a la salida de la casa, afuera nos espera Liam en su auto, muchas personas estarán en el cementerio, en el especial la tía adoptiva de Hugo.

-Debemos irnos – dice Liam abriendo la puerta de atrás para que pueda entrar en el auto, al hacerlo me pongo al lado de la ventana, Retana se sienta a mi lado, cargando en sus brazos a uno de los gemelitos de Megan.

Mientras que mi amiga lleva el otro, Susy la tiene la señora Rosa; me recuesto en el vidrio de la ventana, pensando en únicamente en él, tan joven y se fue.

No quiero olvidarlo porque fue una persona buena, aunque tuviera un vicio pero nunca me trato mal, porque simplemente me quería y aunque yo también lo quise intente amarlo hasta nunca.

Llegamos al cementerio, muchas personas están ahí, no le doy la cara a ninguna, tengo ganas de ocultarme, dejar que la tierra me trague, quiero encerrarme en un cuarto esperando que algún día regrese.

La señora Deysi se acerca a mí con tristeza en sus ojos, me abraza y luego me da un beso en la mejilla, sus lágrimas al verlas hace en mí no poder soportar, la abrazo de nuevo pero ahora protegiéndome en sus cabello.




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