Eres Inolvidable

Capitulo 6: Cristian

 

Es impresionante ver como un bebe crece en el vientre de su madre, me he quedado viendo la pantalla con asombro, nunca había visto ello y me hace feliz ver a un ser lleno de fuerzas adentro del vientre de Glenda, verla feliz observando a su hijo me hace sentir feliz, solo quería que sonriera y parece que está funcionando.

Sus ojos llenos de felicidad, ahora por fin veo a la Glenda que conocí hace un año, un sonrisa se desliza en mis labios solo de observarla, cuando de repente Glenda me voltea a ver, en seguida intento actuar que no la veo por varios minutos.

-Bien él bebe se ve sano – dice la doctora Graciela – pero necesito hacerte muestras de orina.

-Está bien – responde Glenda queriéndose bajar de la camilla pero le cuesta así que me levanto con rapidez para ponerme en frente y ayudarla.

-Espera – le digo cuando la sujeta de su cintura para bajarla, al sentir sus manos en mis hombros, una electricidad recorre mi cuerpo y parece que ella lo sintió porque se quedó mirándome con fijación, cuando por fin la bajo, me alejo con prudencia.

Preguntándome que pasa conmigo, ella se encamina con la doctora afuera de la habitación para hacerse el examen.

¿Qué me está pasando?

No lo entiendo, pensaría que aun siento cosas por Glenda pero como podría si ha pasado bastante tiempo desde que rompimos.

En ese momento mis pensamientos fueron interrumpidos por mi celular, los saco de mi pantalón y me doy cuenta que es Alexandra, en seguida le contesto ya que se puede enojar.

-Hola.

-¿Dónde has estado?

-Lo siento no te llame para decirte que estoy con Liam en su casa.

-¿Sera posible que se te olvide avisarle a tu novia?

-Lo siento de verdad, he estado ocupado – digo con sinceridad pasando mi mano en mi cabello.

-Bien te entiendo – dice para luego proseguir – y… ¿ella como esta?

-Pues no tan bien, le ha afectado su perdida.                            

-Me imagino.

-¿Y cómo estás?

-¿Qué cómo estoy? Asustada, no me llamabas pero ahora que sé que estas bien, quiero que vengas.

-Ehh no sé si podre – digo pensando en que le diré.

-¿Qué haces para no poder ir?

-Estoy en el hospital con Glenda, tiene una cita y la he traído.

-Ven es una emergencia, es sobre mi madre – responde Alex dejándome sorprendido.

-Voy en seguida – digo serio cuando cuelgo la llamada.

Entonces enseguida me levanto del asiento. Entonces me encamino en el pasillo del hospital para agarrar el elevador, al apretar el botón, enseguida se abre la puerta y me introduzco en el apresurado.

Al estar en el estacionamiento, busco mi auto y al encontrarlo, entro y manejo con rapidez; estoy asustado, la última vez que vi a la señora Miranda fue hace cuatro meses y es una las razones por las cuales no he terminado con Alex, ya que su madre es una mujer arrogante y prepotente que maltrata a su hija sin cesar solo por no tener una carrera académica que por culpa de ella, debía de haber tenido. Sin embargo es así desde que la conocí y creo que es parte normal, mi madre una vez actuaba de prepotente e insegura pero era por su tiempo de menopausia, algún día debía llegar.

Pero ahora al conocerla en mi Empresa me dio curiosidad al verla, pero como estúpido me decidí a formalizar una relación cuando fijamente estaba enamorado de Glenda, pero mi sangre de mujeriego me hizo actuar como un pedazo de imbécil.

Sin embargo siempre le he mostrado a la señora Miranda que su hija vale la pena. Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando me di cuenta que estaba en el hotel de Alex.

Bajo del auto y me encamino adentro del hotel, esperando que no sean malas noticias lo que me dirá mi novia. Cuando subo al piso correspondiente me aproximo al departamento y entro en la habitación.

¡Mal error!

Si mis reflejos no están bien ese florero se hubiese estrellado en mi cabeza.

- ¡Eres una idiota! – Exclama la señora enojada, me volteo a ver a Alex que se veía asustada atrás del sillón, al verme a mí se asombra y se acerca rápido hacia mí.

- Llegaste – Dice en un susurro que apenas alcance a oír, frunzo el ceño y dirijo mi mirada donde se encuentra la señora Miranda quien me mira sorprendida.

- Cristian llegaste – dice con una sonrisa de lado – Llegaste en mal momento, estoy teniendo una conversación con mi hija. Enarco una ceja y ladeo mi cabeza por donde se encuentra Alex.

- ¿Y ahora qué le pasa a tu madre? – Pregunto enojado.

- Tengo que contarte algo – Dice sonriendo – Ahorita se ha enojado porque me fui contigo a Canadá sin decirle nada a ella.

- ¿Acaso estas loca? - Pregunto enojado fulminándola con la mirada – Tiene mucha razón de enojarse, me dijiste que ya habías hablado con ella cuando nos fuimos a Canadá.

- Lo sé te mentí, pero lo hice porqué sabía que no me dejaría – Responde y ese cuento no me lo creo ya que la señora Miranda después de darme cuenta de cómo era nunca se ha enojado y más cuando fue conmigo a la inauguración de una biblioteca, además no hay ninguna madre que se enojaría por eso.

 

-Es mentira – dice ahora la señora acercándose – siempre he apoyado su relación y no me hubiera enojado pero lo único que te puedo decir Cristian que ya me canse de las mentiras que mi hija quiere hacerte, una de ellas son esa de que me hubiera enojado, otra es que quería hacerse pasar de que estaba embarazada para casarse contigo.

Al decir esas palabras me quedo sorprendido, ¿será posible que sea verdad lo que dice? Volteo a ver a Alex y ella se ve nerviosa negando muchas veces con la cabeza, realmente no sé si creerle pero la única pregunta que invade mi mente si fuese verdad esa sorprendente información seria… ¿para que motivo?

 

 

Muy pronto habra otro capitulo para que vean que es lo que piensa Glenda despues de no ver a Cristian en el hospital.




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