Eres Inolvidable

Capitulo 9: Glenda

Dolor es lo que siento en este momento, no me siento viva, me duele demasiado perder a un ser querido, a mi terroncito que tanto desee tenerlo aquí en mis brazos.

Era mi vida, era lo único que sentía que me reconfortaba después de la perdida de Hugo.

¿Y ahora que queda?

Nada, no me queda nada, es tan difícil tomar de nuevo el valor, lo amaría lo tendría en mis brazos y mi amor por el seria único que no se compararía por nadie.

Y ahora aquí estoy lastimada, lista para irme a la casa de Megan, no quiero regresar allá, los recuerdos son visibles cada vez que pienso en ir a las casa de ellos.

Lagrimas caen sin parar, mi terroncito se ha ido, me arreglo mi cabello y cuando estoy lista para irme aparece Megan.

-Listo – dice entrando, se me hace difícil sonreírle sin embargo lo intento – ven amiga.

Se encamina hacia a mí y me abraza, dándome uno cálido y acogedor, sin embargo eso no evita recordar que mi bebe se ha ido y por eso lagrimas salen con rapidez resbalándose en mis mejillas.

-Siempre te ayudare – dice en un susurro, me siento querida pero no puedo corresponderle de la misma manera, no me siento viva en este momento.

-Gracias amiga… - le digo alejándome de sus brazos – solo que… no quiero hacer más molestia… me iré en cuento agarre mis cosas.

-No, te iras pero con Cristian – dice dejándome sorprendida escuchando esas palabras – mira Glenda, sé que todo lo que estás haciendo es porque tienes problemas con tu mente, dándote cuente de tus miedos, pero no queremos que estés sola, por eso Cristian se ofreció a ayudarte.

-¿Pero… y…? – no podía preguntar pues me siento rara haciéndolo pero al final continuo - ¿crees que Cristian no tenga problemas con Alex?

-Lo dudo – responde negando con la cabeza después – por favor Glenda, deja que él te ayudo.

Realmente no sé si aceptar pues aun no me siento del todo bien, sin embargo no quiero regresar a la casa de Megan, los recuerdos me invadirán tanto. Y realmente no quiero causar molestia, será mejor que no acepte ya que quiero vivir en la casa donde estuve casi un año con Hugo.

-Lo siento Megan – le digo con sinceridad – pero dile a Cristian que agradezco su apoyo pero iré a vivir a mi casa.

-No, no Glenda por favor – dice insistiéndome agarrando mis manos entre las suyas – no quiero que estés sola.

-¿Por qué? – Pregunto enarcando una ceja - ¿Cuál es el problema? – siento que lo que me dirá es algo que no me gustara.

-Pues… las personas como tu después de este desgarre llevan a ser cosas que… - dice cortando la voz y le frunzo el ceño por lo que piensa de mi – no Glenda no piensas mal, es solo que…

-Me crees capaz de hacer una barbaridad – digo enojada interrumpiéndola, lagrimas salen de mis ojos con precisión – pues si tienes razón, he perdido a dos personas queridas en el cual ya no volverán, mi única esperanza era mi hijo pero ahora ya no está y ya no tengo más que dar. Solo quiero estar sola y no haré nada de lo que después me arrepentiré.

Megan me ve triste por lo que le acabo de decir, pero conociéndome no haría nada en el cual me arrepentiría pues aunque mi bebe haya muerto y me siento un ser humano despreciable no sería capaz de ello.

-Perdóname Glenda – dice abrazándome, suspiro frustrada ya que no debí hablarle de esa manera – no quería lastimarte.

-No lo has hecho Megan – digo recibiendo su abrazo – eres una buena amiga y lo único que quieres es que este bien, te lo agradezco.

-Hablare con Cristian y le diré que no es necesario – responde haciendo que me sienta mejor, aunque Cristian sea una buena persona y solo quiere ayudarme no quiero vivir de otro, solo quiero descansar.

Después de salir del hospital, nos dirigimos al auto de Liam donde adentro iban los mellizos y Susy, me ofrecí a cargar unos de los gemelos mientras que Megan cargaba al otro, Susy iba a mi lado jugando con una muñeca atrás del asiento.

Miraba al pequeño Noah en mis brazos, en un momento me imagine haber tenido así a mi terroncito, tenerlo en mis brazos, colmarlo de besos y mimarlo como quisiera, este era mi sueño.

Mi aborto involuntario me dolió demasiado, que aún no puedo soportar cada recuerdo.

Duerme tranquilamente en mis brazos y siento como unas lágrimas escapan de mis ojos.

Cuando llegamos a casa de Megan y Liam, los dos bajaron, el esposo de Megan se encargó de Susy y Noah.

-Quédate aquí, yo traeré tus cosas – dice Megan ayudándome, no quiero entrar a la casa, quiero estar ahorita en la cama desahogándome.

Solo asiento cuando ellos entran a la casa, me quedo en el auto sin dejar de pensar sobre lo sucedido hace un día, después de varios minutos llego Megan con mi equipaje, se subió al auto y ella se encargó a manejar.

En el camino no me decía nada y era algo bueno para, solo quería pensar sola, sobre todo lo sucedido, poder darme a entender que lo pasado ha pasado, hasta que al fin llegamos a la casa donde viví con la persona que fue muy buena conmigo.

-Listo llegamos – dice Megan sonriéndome a través del retrovisor, abre la puerta y me ayuda a bajar.

-Gracias Megan – le respondo, ella solo asiente y se dirige atrás del auto a sacar la maleta – déjame llevarla.

-¿Segura? – Pregunta dudosa, solo asiento fingiendo una sonrisa – bien, entonces espero que descanses amiga.

-Gracias por todo – le digo acercándome para abrazarla – eres la mejor lo sabes.

-No tu eres la mejor – dice riéndose, nos alejamos y me da un beso en la mejilla despidiéndose  – te visitare.

Me pone la maleta cerca de mis pies y luego se va hacia el auto donde lo abre y entra decidida a irse, le hago un gesto con la mano despidiéndome, cuando veo que se desaparece de mi vista, suspiro aliviada y agarro mi maleta para entrar a la casa, saco la llave del bolsillo de mi pantalón, al abrir me introduzco con lentitud, observo toda la casa.




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