Se lo confesé, no aguantaba estar callado ocultando lo que siento, sentir sus labios fue como ver el cielo y aunque no quería despedirme de ellos porque sentir sus labios rea único, de nuevo siento tocados pero al final tuvimos que separarnos, le dije lo que siento, que aun la amo y estoy ansioso para escuchar su respuesta, pues según nuestro beso antes unos segundos ella me correspondió de una manera que me dejo completamente loco y deseoso se tenerla de nuevo a mi lado.
-Yo…- dice mirándome, siento cuando se tensa y ella con suma rapidez quita mis manos de su cintura – lo siento… te has equivocado Cristian.
-No, no me equivoco – digo con seriedad mirándola – te amo y estoy seguro de ello.
-No, te equivocas – dice levantándose se encamina al lava manos donde deja su taza – no puedes estarlo y será mejor que lo olvides Cristian.
-¿Por qué? – pregunto levantándome me acerco a su lado confuso - ¿acaso tu no sientes nada por mí?
Para de hacer lo que hacía y se queda pensando en ese momento siento como algo se destruye delante de mí, escuchar lo que menos espero es lo que prosigue.
-Tú lo has dicho Cristian – responde mirándome, sus palabras me lastiman y escuchar eso me cuesta creerlo – yo… no te amo, esa vez ya paso.
-Es mentira – le contradigo enojada, ella me mira con los ojos llorosos – tú me amas, me correspondiste el beso.
-¡Eso no prueba nada Cris! – Exclama llorando, trago saliva decepcionada, Glenda se pone cabizbaja sin decir nada – solo quiero estar sola, ya no quiero nada, así que… - me mira de nuevo – me iré de la casa cuando pueda salir del trabajo.
-Glenda…
-Hagamos como si esta conversación no haya existido y actuemos como siempre lo hemos hecho – dice agarrando su bolso del sofá para luego querer salir de la casa – ah y tu auto se encuentra en el bar, tienes que ir a traerlo.
Solo dice eso para luego salir de casa como si nada, me siento una mier** en este momento, definitivamente la he perdido, ella ya no me ama y ahora no queda nada, ¡Diablos! Golpeo con fuerza el sofá que se encuentra a mi lado haciendo que se mueva de su lugar golpeando con la mesa de cristal.
-¡Idiota! – grito colérico al saber que lo fui y siempre lo seré, creí que la recuperaría después de todo lo que cause pero es mentira, tiene razón de no amarme ya.
En ese momento la puerta es tocada, pensaría que es Glenda, me emocione al pensar ello así que me encamine en seguida para abrirla, llevándome la sorpresa de que es mi madre.
-¡Hola cariño! – Exclama mi madre frente a mi acercándose para abrazarme - ¿Cómo está mi hijo menor?
-¿Madre cuando regresaste? – le pregunto sorprendido con una sonrisa en mis labios al verla de nuevo.
-Quería darle una sorpresa a ti y a tu hermano – dice pasando a mi lado con sus maletas dejándolas en el pasillo y se dirige hacia la cocina – hijo deberías de conseguirte una mansión, esta casa es muy pequeña.
-Madre te pregunte que cuando llegaste no que porque viniste sin avisarnos – le digo serio poniéndome a la par suya.
-Oh si lo siento Cris – dice riéndose – pues llegue hoy en la madrugada, necesitaba verlos, saber de mis nietos hermosos y de mi nuera.
-Me alegra que estés aquí madre – le digo para luego abrazarla, nuestra madre ha sido nuestra confidente en todo sentido, apoyo a Liam en la separación de Melissa, nunca estuvo de acuerdo con mi padre, después de que me decidiera no unirme a su empresa me corrió de la casa pero eso no dejo de hacer que cumpliera mi sueño, mi madre me mandaba dinero mensualmente para pagar mi universidad.
Invite a mi madre que se quedara, le ayude a preparar un desayuno para ella, aun me dolía la cabeza pero era más por lo de Glenda, tenía que comentarle lo que le ha sucedido ella, ya que en este tiempo en otro país no le he podido comentar nada.
-¿Y cómo está la tal Alexandra? – pregunta cuando ya estamos sentados comiendo, me rio bajo al escucharla porque aún sigue con su actitud de madre protectora – sin duda está gastando tu dinero.
-Madre ella y yo… ya no estamos juntos – le respondo ella se queda sorprendida y abre los ojos impresionada - ¿Qué no estas feliz?
-Si pero… - corta la voz y sonríe de manera inusual – pensaba que ibas en serio con esa relación, pues… es raro que dures demasiado.
-Lo sé pero cometí un error con ello – respondo sincero ya que la única razón que hay por la cual dure demasiado con Alexandra es porque al enterarme que Glenda ya no estaba sola ese día en el hospital, entendí que tenía que olvidarla porque el estúpido fui yo por dejarla cuando la amaba.
-Me alegro Cristian – dice sonriendo para luego llevarse comida a la boca – nunca me agrado, no se era súper extraña, quizás la miraba a si porque no era igual a Glenda, esa chica si valía la pena pero tus estupideces hijo… - dice cortando la voz para suspirar decepcionada – nunca las entenderé.
-Lo siento – respondo mirando la mesa – tienes razón, cometí un error, sé que te agradaba Glenda pero ahora intento recuperarle porque la amo.
En ese momento ella escupe la comida de su boca y empieza a toser, le sirvo agua con rapidez para que tome, luego golpeo un poco su espalda para que se calme.
-¿Qué es… lo que… dices? – Pregunta aun tosiendo un poco hago que se calme para luego explicarle – ella ya está con alguien Cristian.
-Pues aun no te hemos contado – digo cerrando mis manos en la mesa para iniciar – Hugo el novio de Glenda murió.
-¿Qué? – pregunta abriendo los ojos como platos.
-En un accidente automovilístico – respondo haciendo que ella se quede callada.
-Pero… y él bebé, digo, ella está embarazada, ¿cierto? – Pregunta y yo solo niego – si yo recuerdo que estaba embarazada.
-Estaba – le digo ella hace un gesto de susto – perdió él bebe en un aborto involuntario.
-¡Dios! Pobre de Glenda – dice triste, toma un poco de agua para pasarse esta noticia ya que ella conoció a Glenda el día que se dio cuenta que era mi novia - ¿y… ahora a donde vive?
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Editado: 26.04.2020