Grito con todas las fuerzas de mi alma, grito y lloro porque mi niña me la destrozaron, me la humillaron, a mi niña me la destruyeron, con tan solo 17 años a Melany le habían roto el corazón y yo no pude sanárselo.
Yo no pude ser su doten de vida, no pude hacer más.
El dolor que siento es peor de lo que sentía antes, porque ahora más que nunca entiendo del por qué se sentía tan mal, y era saber que le dejaron las preguntas de saber por qué no le dijo que no la amaba, solo la dejo a su suerte.
Tiro el diario al otro extremo, no quiero seguir leyendo y lloro el resto de la tarde hasta la madrugada donde ya no puedo más y me quedo dormida.
A la mañana siguiente tomo una ducha, me siento súper cansada.
Están tocando la puerta y salgo del baño lo más rápido posible para tomar una toalla y bajar. Abro la puerta y son los amigos de Melany, ya que han estado visitándome cada jueves, para que no me sienta sola por estos días.
—Hola, señora Tiana —dice Loraine y luego Manuel y Bryan
Me dan un beso en la mejilla y entran.
—lamento aun no haber puesto la mesa ni hecho desayuno, me acabo de despertar
—no se preocupe, vaya a cambiarse y nosotros hacemos el desayuno —dice Bryan yendo a la cocina mientras asiento
¿Ellos sabrán lo que leí? Supongo que sí, pero quizás no, no puedo preguntar algo que a todos nos duele, así que decido ir a cambiarme.
Manuel
Estar aquí a veces siento que la risa de Melany aún sigue en mis oídos, sus fotos no me canso de mirarlas, pero dejo de hacerlo porque ya no es quedarme en el pórtico de esa catastrófica noche. Ella necesitaba a alguien, y así fue, nadie fue por ella hasta que llego la desgracia, y es de lo que me arrepiento que quizás hubiera usado más mi cerebro la
historia seria otra. Todos los jueves venimos a su casa, a desayunar con su madre, para que sienta que no está sola, que también nos tiene a nosotros, por lo general espero que siempre se vayan para quedarme un rato en la habitación de Melany, ya que me recuerda aquella vez donde me quede a dormir con ella, donde empezaba su dolor y tristeza, yo solo
trataba de cuidarla y de eso me encargue todo el tiempo que ella estuvo conmigo. Siempre le prometí que estaría para ella el resto de mi vida, aun de estar muerta sigo aquí como lo prometí. Pero sin embargo, fue solo palabras al aire, ya que ni siquiera estuve cuando se tiro de aquel puente.
Ponemos todo en la mesa y esperamos a que la señora baje, viene con su uniforme y bata del hospital. Siempre vi lo mucho que ella y Melany se parecían, solo que una era una versión más nueva que la otra.
—ya está el desayuno listo, señora —dice loraine y nos sentamos todos para comer.
Al terminar, se levanta muy rápido ya que al parecer se le está haciendo tarde
—cierran la puerta cuando se vayan, chicos
Y así, sin más se va
—deberías dejar de mírala demasiado, eso es raro, Manuel —me dice Loraine haciendo que la mire mal
—no andes pensando cosas que no son, solo que es imposible no mirarla sabiendo lo mucho que ellas se parecen, es como si vieras a Melany en sus ojos
Solo la mención de su nombre, hace que nos quedemos callados, nadie sabe cómo tratar ese tema sin que nos afecte también. Así que nos quedamos callados por un buen rato.
—Debo contarles algo —habla Bryan Le ponemos atención, y al parecer trata de buscar palabras correctas para empezar
—sé que estamos en segundo año de universidad, pero mis padres se irán del país y me debo ir con ellos a Canadá, ya que me ofrecieron una 20 beca en Quebec, sé que este no era el plan, pero hay que ser conscientes de que la vida debe seguir
—nadie te está pidiendo que te quedes aquí, Bryan —le hago saber— si te quedas vas a perder la oportunidad de hacer algo por tu vida, ninguno de nosotros le debe algo a Melany, quizás yo si, por eso estoy aquí, pero ustedes ya hicieron lo que correspondía como amigos y era no dejar a la señora tiana sola, pero ya paso un mes desde su muerte así que debemos empezar nuestras vidas.
—no seas tan duro Manuel —interviene loraine
—por favor, no estoy diciendo nada más que la realidad, tampoco pueden quedarse aquí mientras su futuros se les viene encima, lo más sensato ya lo han hecho.
Ambos asienten, porque saben que tengo la razón y con eso no se pelea ni discute. Dejamos todo limpio como estaba, nos miramos y nos reímos
—saben que siempre van hacer mis amigos, siempre los llamare y les enviare cartas con fotos de los lugares a los que iré —dice Bryan
Nos abrazamos fuerte, sé que esto es lo que quería Melany para todos nosotros.
—ya debo ir a empacar o sino, llegare tarde al vuelo
—yo te ayudare a empacar —loraine le toma por el brazo— cierras todo, Manuel
Asiento y los veo irse mientras yo me dirijo al lugar preciado de Melany.
La biblioteca, su lugar seguro era la biblioteca, ahí nadie la molestaría, ahí jamás se sentía diminuta ni mucho menos reemplazable. Aquí simplemente era ella.
Abro el estudio de su madre y busco en los estantes el último libro que nos estuvimos leyendo "crónicas de una muerte anunciada" tuve que tomar aire con solo leer la portada, era como si ella ya estuviera dando indicios de su muerte. Tomo el libro y me siento en la silla giratoria, abro el libro pero como no lo supe tomar bien se me cae de las manos, lo recojo del piso y de él caen tres cartas, la primera tiene el nombre de su madre y abuelo, la segunda dice mi nombren y la tercera está el nombre del imbécil de Richard. Trato de no romperla, quizás en ella
podamos encontrar respuestas de lo que realmente sucedió.
No puedo leer la de su madre, ya que sería una osada de mi parte leerlo antes que ella y abro la que dice mi nombre. "Querido Manuel,
Estos dos últimos meses que han pasado luego de haber terminado con él, te has convertido en mi más grande compañía como siempre lo ha sido, desde que tenemos 5 años. Quiero decirte lo bueno que eres para mi vida, sin embargo no alcanzarían todas las hojas del mundo ni la tinta, para escribir lo mucho que significa el que tu hagas parte de mi vida. Quiero dejarte muy en claro que tu presencia me ha ayudado a sanar ese dolor que me consumía, pero debo ser
sincera contigo, porque lo mereces.
Nunca te he visto ni tampoco te veré como hombre, siempre te veré con ojos de amigo un poco más fuerte como un hermano. Sé que cuando leas estas palabras te haré un gran daño, pero cuando te enamoras desde el corazón hasta las entrañas de alguien por primera vez es casi imposible que se vaya en dos meses.
Nunca sentí cosas por ti antes, y seria mentirte y más bien mentirme si lo siento ahora, sé que debería decir estas cosas de frente y no por medio de este papel, pero es la única manera de no someterme presionada. Decirlo de frente se me hace complejo, casi imposible, y lo más probable es que nunca te lo diga por miedo a dañarte dándote una relación falsa y amarga. El problema radica en que tú nunca debiste desviar tus sentimientos de amistad, y ese va ser el problema del hombre durante su existencia que siempre esperan algo a cambio y no una amistad para toda la vida. Te quiero inmensamente, eso
lo sabes, pero como hermano no como hombre, porque primero he de morir a soltar y lo que siento por Richard.
Con amor, Mel"