Richard
Nunca imagine ver ese rostro aquí, nunca, es como si Melany hubiera aparecido en persona y con solo pensarlo es demasiado turbio.
— ¿qué tienes? —pregunta Lucy somnolienta
—Tuve una pesadilla —miento, ni siquiera he dormido— la mujer que vino hoy, ¿es familiar tuyo?
—No, es mi doctora y amiga —me soba la espalda— ella ha estado desde mi trasplante de corazón
¿Trasplante de corazón? ¿Cómo es eso?
— ¿cómo que trasplante de corazón?
—siempre que hablamos pareces ido, te lo comente luego de vernos, casi nunca pones atención a lo que digo "Solo es su médico, solo eso"
Me incorporo poniendo mi espalda en la cabecera de la cama.
Me froto la cara y me sobo el cuello.
—te noto cansado, más bien estresado.
—nunca hemos estado juntos, y el no prestar atención de que tienes un
trasplante, no me deja bien parado.
—es muy temprano para hablar de eso, mañana lo hacemos, porque también debemos hablar sobre el matrimonio ya que será el domingo
—Como quieras— le doy un beso y seguimos durmiendo.
"Al estar con Melany todo era bueno casi perfecto. Ella era muy dulce, y jugar a algo, pero Melany ya estaba muy tomada y se quedó dormida,
sus otros tres amigos ya se habían ido y solo quedábamos Alexandra y yo. Las cosas se salieron de control con Alexandra. Probé otra piel, una
piel que está deseosa y dispuesta para mi hace tiempo al parecer. Pensé en el daño que esto repercudiría más adelante, pero lo vi más
como un juego de noche, solo era diversión hasta que uno fue una, fueron varias en el transcurso del tiempo volviéndose mas caótico"
Me despierto todo sudado y jadeando mientras que Lucy seguía durmiendo tranquilamente "si sigo así, voy a terminar loco"
Me levanto de la cama, y me dirijo a la cocina, miro el reloj y apenas son las ocho de la mañana. Tomo un poco de agua y tocan la puerta, miro
que solo traigo pantalón de pijama aun así abro la puerta encontrándome con la persona que jamás pensé que llegaría a mi "la gente últimamente anda resucitando"
— ¿a qué vienes? —pregunto mientras cierro la puerta para que no nos oigan hablar
—Vine a dejarte esto —me pasa una carta con mi nombre
— ¿que se supone que es eso? —la recibo
—es lo último que dejo Melany por escrito para ti. Estoy solo de paso por aquí, y pues, me alegra que hayas podido conciliar el sueño después
de todo. Puedes romperlo, quemarlo, no leerlo, pero es tuyo. Muchas veces tuve deseos de leer esa carta, pero no me corresponde leer algo ajeno
—no necesito que te alegres por mí, nunca he dejado de dormir bien
"Eso no decías esta mañana"
—si tú lo dices, está bien...
Y solo con eso se va, me voy adentro y me quedo un momento en la puerta "la leo o no" pero la guardo porque oigo a alguien caminando.
— ¿sucede algo? —pregunta Lucy
Me volteo dándole una sonrisa
—Nada, solo es gente sin oficio —asiente y se va a la cocina Han pasado 3 meses luego de nuestra boda, han sido unos grandiosos meses, quizás más de lo que yo pedía.
Lucy estuvo muy triste, ya que su doctora ha vuelto, y no se presentó en la boda y se fue de la ciudad
sin dar explicación. He tratado de motivarla, ya que su corazón no le permite tener emociones demasiado fuertes, sin embargo, hoy fuimos a su chequeo mensual, ya que no se ha estado sintiendo bien.
Voz omnisciente
Para la vida de Richard y Lucy, la vida les estaba mejorando, ya que un nuevo integrante se estaba colando en sus vidas. No cambian de la
dicha, tanto como ellos, Margot y los padres de Lucy. Lucy se le había cumplido otro sueño, el de ser madre, y solo daba gracias a su donante
que se lo estaba permitiendo. Lo que no sabía Lucy, es que su doctora jamás llego porque ahora se encontraba recluida en un centro psiquiátrico a las afueras de Oxford, donde está en cuatro paredes
blancas, atada las manos a su espalda, ya que empezó alucinar con Melany todos los días que estuvo en el hospital, ahora no es más que
una pobre mujer que no pudo soportar el peso de la muerte de su adorada hija.
Algunas veces el dolor de unos, es la felicidad de otros, y no nos podemos equivocarnos, porque así lo es, mientras tiana en un cuarto blanco hablándole a su almohada como le hablaba a Melany, Richard y
Lucy disfrutaban del pequeño que estaba creciendo en el vientre.