Eres mi destino. Park Jimin

Cap. 12

 

Jimin pensó que a lo mejor había mucho de su madre en su hermana. Pero la chica con la que estaba hablando era la nueva Kate, la enamorada. La anterior Kate jamás le hubiera dado luz verde a su madre para tenderle aquella trampa, aunque no tuviera nada que ver con ella.

Solo tenía buena intención, al igual que su madre, pero él seguía teniendo la sensación de que eso le iba a salir muy caro.

- Si estás hablando de la felicidad de Lily y de mi, fue hace algunos años.

- Pero no estamos hablando de años luz, ¿no? - dijo su hermana en tono burlón.

Él se rió, negando con la cabeza.

Ya no había ninguna duda.

El amor había vuelto loca a su hermana.

- Sabes que necesitas ayuda, ¿verdad? - dijo Jimin sonriendo.

- No, pero a lo mejor tú si que la vas a necesitar - la voz de Kate se suavizó.  - Solo quería que supieras que no estás solo en esto.

Jimin pensó que no estaba utilizando las palabras adecuadas, "Esto", como ella lo llamaba, no existía. No había nada entre Lily y él, solo se trataba de un caso y de una persona a la que creía conocer muy bien, solo alguien que necesitaba su ayuda.

- Kate...

-:¿Si? - pregunto ella con la inocencia personificada.

Jimin estuvo a punto de decirle que había cambiado de idea y que no necesitaba su ayuda, pero eso hubiera sido una gran mentira. Siempre había existido rivalidad entre ellos, rivalidad de hermanos, pero ambos sabían que en el fondo tenían un gran cariño el uno por el otro. Él sabía que podía confiar en ella de la misma manera que ella podía confiar en él.

- Gracias - le dijo finalmente y entonces la oyó sonreír al otro lado de la línea.

- De nada. Y buena suerte - dijo ella - Nunca me ha gustado esa mujer Dalton. - añadió.

-¿Pero cuándo has tenido algo que ver con ella?

- Nunca, pero si la he visto en las páginas de sociedad - confesó Kate - Hay algo en su forma de ser, esa pose altiva y despreciativa ... Es una engreída que se cree que tiene derecho a todo lo que quiera. La gente así me pone rabiosa... - se detuvo un momento - Oh, oh, me está entrando una llamada por la otra línea. Es Jin - dijo refiriéndose a su prometido - Tengo que dejarte, házme saber qué puedo hacer para ayudar - añadió.

Un segundo después había colgado.

Jimin no quería perder ni un segundo a partir de ahora, así que llamo a su amiga Nicole inmediatamente.

Ella se mostró sorprendida y contenta de recibir una llamada suya, sobre todo cuando le dijo de que se trataba.

- Acabo de cerrar un caso y estaré encantada de ayudarte Jimin - le dijo con entusiasmo su amiga detective -Ya empezaba a preguntarme qué iba a hacer en estos siete minutos que tengo libres entre un caso y otro.

- Si estás muy ocupada Nicole...

Estaba dispuesto a aceptar a cualquier persona que ella le recomendara, aunque esa idea tampoco le hacía mucha gracia. Él sabía que Nicole era la mejor en su trabajo.

- Oye... Eres el hermano de Kate y mi amigo. No hay problema.

Jimin sonrió. De alguna manera, eso tenía sentido.

- Es fácil ver por qué Kate y tú se llevan tan bien. Dicen las mismas cosas.

- Y que por favor no se te olvide. - respondió la chica riendo - Bueno, ¿Qué necesitas?

Jimin fue al grano. Ya le daría los detalles cuando la viera en persona.

- Resumiendo, necesito que me averigues todos los trapos sucios que puedas de Elizabeth Dalton.

- ¿Elizabeth Dalton? ¿La Elizabeth Dalton rica y famosa? ¿La del imperio farmacéutico?

Jimin nunca hubiera creído que ese nombre fuera tan conocido, pero evidentemente, lo era.

- Si, si, y si.

Nicole silbó suavemente. Debía de estar impresionada o intimidada, pero Jimin se inclinaba a pensar que era más bien lo primero. Ella era una de las mejores amigas de su hermana y no podía ser de otra manera. A Kate nunca le habían gustado los cobardes y jamás se hubiera echo amiga de alguien que tuviera miedo de todo.

No obstante, quizá hubiera alguna otra razón para su reacción.

- ¿Hay algún problema?

- No. Ninguno. Pero siento curiosidad ¿Por qué necesitas ahondar en su pasado?

- Su difunto hijo, Erik, tuvo un hijo.

- ¿Solo uno? - le pregunto Nicole incrédula - Según lo que se oía de él antes del accidente, parecía que sacaba mucho partido de su fortuna. Debe de haber pequeños Erik por toda la ciudad.

Jimin no pudo negar que Nicole debía tener razón. También deberían buscar otras demandas de paternidad.

- Ahora mismo, solo hay uno, que conozcamos. La abuela Dalton quiere la custodia del niño, pero la madre no quiere renunciar a él.

- ¿Y tú has aceptado el caso de la madre?

Jimin obvio los motivos por los que había aceptado.

- Algo así. Si te pasas por mi despacho mañana, te daré todos los detalles... ¿Qué me dices? - pregunto al darse cuenta de que sus palabras habían sonado como si lo estuviera dando todo por echo y ella ya trabajaba con el en el caso y le contaría todo y el por qué.

- Te digo que si - dijo Nicole con entusiasmo - Llevo tiempo sin tener un caso interesante. Hay que ejercitar las neuronas de vez en cuando. A veces me canso de sacarles fotos a tipos con los pantalones abajo.

- No digas esas cosas por ahí - dijo Jimin con una sonrisa - A lo mejor no le hace mucha gracia a tu prometido.

- Mi prometido es maravilloso, pero gracias por preocuparte - le dijo alegremente - ¿Está bien pasar por allí a las dos?

- Antes sería mejor, si puedes.

Nicole no dudo ni un momento.

- Pues entonces más pronto ¿Te parece muy pronto a las nueve?

- Perfecto.

Jimin sonrió

- Muy bien, nos vemos mañana - dijo ella y colgó el teléfono.

Él hizo lo mismo. Todo estaba en marcha y estaba dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias.

Ya no había vuelta atrás.

Se remango la camisa y puso manos a la obra.

 

 

 

 

El tiempo se iba realmente muy rápido, y paso una semana.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.