Eres mi destino. Park Jimin

Cap 21

^^Yo no soy mucho de este tipo de narraciones subidas de temperatura,  pero como dije es una adaptación y por más que busque como acomodar el texto, el resultado fue este... Trate de no ser taaaan explícita ya que sé, no todas las que me leen son mayores así que lo leerán también bajo su propia responsabilidad, no lo quise poner con restricción porque este es el único capitulo... Sin más texto aquí les dejo el capítulo de hoy.^^

 

 

**

En cuanto sus labios tocaron los del Lily, un aluvión de recuerdos cayó sobre él. Dejándose llevar por la pasión, Jimin la tomo en sus brazos, la levantó del suelo y se perdió en su sabor, en el tacto de su piel.

Habían pasado casi cuatro años, pero ninguna de todas aquellas mujeres con las que había estado y habían hecho sentir algo remotamente parecido a lo que estaba experimentando en ese instante.

Y había una razón para ello...

Ninguna de ellas hubiera podido reemplazar a la única que le había robado el corazón.

Volvió a besarla. Una y otra vez. Y ella le devolvió los besos, con ardor y pasión.

Un río incandescente recorrió sus venas. 

Nada importaba ya excepto tenerlo entre sus brazos, y sin embargo, sabía que no podía. No podía aprovecharse de la situación. No podía asumir que ella sentía lo mismo.

- Lily...- le dijo apartándose de ella bruscamente.

- Shhh...

 Jadeando, Lily le puso la punta de un dedo sobre sus labios haciéndolo callar. No era el momento para hablar para razonar. Era el momento de sentir, vibrar...  Él la hacía sentir viva.

Pero, mientras ella lo besaba con frenesí, Jimin encontró fuerzas para retroceder una última vez.

- Lily ¿Estás segura?... ¿Estás segura?

<<Segura>> pensó Lily.

No. No estaba segura. No estaba segura de nada, pero sí sabía que con él, con Jimin, se sentía segura.

Él la hacía sentir segura... De puntillas con los brazos alrededor de su cuello, lo miro a los ojos como si no existiera nada más en el universo. 

- Enséñame. Hazme tuya... - le dijo delirante de pasión.

Y un segundo después ya había perdido la cordura.

Jimin la levantó en el aire y la besó una vez más mientras avanzaba hacia las escaleras.

Iba a hacerle el amor... tal y como lo había soñado tantas y tantas veces...

Con la mejilla apoyada en el hombro de Jimin, Lily sentía su respiración.

La adrenalina subía y subía... Él llego a el descanso de la escalera, pero no la dejó en el suelo.

 - La primera puerta a la izquierda - susurro ella, aferrándose a él con fuerza.

La puerta de su habitación estaba abierta pero no lo estaría por mucho tiempo. Llevándola en brazos todavía, Jimin entro empujando la puerta con la espalda. Un suave click le indicó que se había cerrado, pero que no estaba bloqueada. Y los niños tenían la fea costumbre de  tener pesadillas... 

Dejando a Lily en el suelo, bloqueó la cerradura.

Ella se quedó mirando con una ceja levantada.

- Para que Yahel no pueda entrar.

La joven se quedó sorprendida. Incluso en ese momento era capaz de pensar en su hijo. Ya no hacían hombres como Park Jimin.

 Le rodeo el cuello con los brazos y lo besó con toda la intensidad que la consumía por dentro. 

Jimin sintió que un río de lava lo recorría por dentro. Cuando ella lo besaba así, su propia sangre le quemaba las venas. Pero tenía que contenerse. Quería hacerlo despacio como si no tuviera nada que hacer en las próximas ocho horas. Mientras la besaba con pasión, tomándose su tiempo con cada beso, empezó a sentir que las rodillas le temblaban. Haciendo un esfuerzo para no perder la concentración, le tiro de la blusa y se la sacó de la falda. Lentamente empezó a desabotonársela. Lily suspiraba.

- Puedes hacerme parar cuando quieras - le dijo él en un susurro - Si hago algo que no te guste dímelo. Pararé.

No pudo terminar. Lily acababa de darle un beso apasionado, haciéndolo perder la razón.

Lo que ocurrió a partir de ese momento fue como una nebulosa. La cadena de acontecimientos se desdibujó en su recuerdo. Él debió de terminar de desnudarla, porque unos minutos más tarde ya estaba desnuda bajo sus manos y él también estaba desnudo. Así que la iniciativa debía de haber sido recíproca. 

Empujándola hacia atrás, la hizo caer sobre el blanco edredón y empezó a darle besos suaves y sutiles, despertando con ellos cada rincón de su cuerpo. Mientras le daba placer a ella, él se estaba volviendo loco. Cada vez que ella reaccionaba, el eco de la pasión retumbaba con más fuerza en su interior, pidiéndole cosas que él no quería hacer hasta tener la certeza de que ella estaba preparada. Lily levantó las caderas. Quería sentirlo dentro, quería fundirse con él, que sus cuerpos se unieran en uno solo. Pero entonces empezó a sentir cosquillas desde su aliento más y más abajo. Los músculos de su abdomen se estremecieron y una ola de anticipación la recorrió de pies a cabeza. Él siguió bajando... Y de repente, una explosión en cadena sacudió todo su cuerpo lanzandola por los aires, literalmente, acercándola a un cielo multicolor agarró el edredón con fuerza y se dejó llevar por aquella dulce agonía. Su boca se sentía tan bien, su lengua era rápida sutil y excitante. Lily tuvo que morderse el labio inferior con fuerza para no gritar su nombre. Un intenso clímax la hacía estremecerse, las sensaciones se sucedieron igual que las luces en una exhibición de fuegos artificiales... Durante un segundo le pareció que aquello no terminaría nunca. Exhausta, dejó escapar un largo suspiro al tiempo que la oleada de sensaciones remitía. Tenía los ojos cerrados, como si esi mejorará la experiencia, los abrió y se encontró con la atenta mirada de Jimin. Y antes de que pudiera decirle lo maravilloso que había sido, él la besó y se le puso encima.

- ¿Todo bien? - le preguntó mirándola fijamente.

Ella le susurro que sí. Y entonces le sintió entrar en ella suavemente. 




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