Eres mi destino. Park Jimin

Cap 26

 

- ¿Por qué no me dices cuál es esa arma secreta tuya? - le preguntó Lily entre dientes. 

Jimin y ella estaban frente a la puerta de la mansión de Elizabeth Dalton. Acababan de tocar el timbre. 

Era lunes por la mañana, pero aunque hubiera mandado a Yahel al colegio como de costumbre, no podía fingir que era un día cualquiera. Por una parte, no había ido a trabajar y por la otra se había empeñado en acompañar a Jimin a su reunión con la señora Dalton. 

Lo que le había dicho el día anterior era en serio. Si se veía entre la espada y la pared, sin otra elección más que renunciar a su hijo. Estaba dispuesta a matar a Elizabeth con tal de evitar que tocará a su pequeño. 

Pero ella no era una persona agresiva, así que la única opción era huir. Y eso significaba no ver más a Jimin...

Lo miró de reojo. Quería decirle que lo sentía mucho. Quería decirle lo mucho que lo amaba, aunque esa fuera la última vez que estarían juntos. Quería decirle muchas cosas, pero no era el momento. Así que apretó los labios y rezo en silencio para tener otra oportunidad de hablar con él. 

La puerta está abrió. Terrence, con su cara de pocos amigos, los saludó con un frío gesto. 

- La señora Dalton lo está esperando - le dijo a Jimin y entonces dirigió su pétrea mirada a Lily - Pero no a usted.

Antes de que Lily pudiera abrir la boca para protestar Jimin habló por ella. 

- La señorita Steven tiene derecho a estar en esta reunión, sobre todo porque se trata de la custodia de su hijo - le dijo al malhumorado mayordomo. 

Aunque su tono de voz pudiera resultar amigable y apacible no admite argumento alguno. 

Después de un momento de vacilación Terrence decidió que le convenía más claudicar. 

- Síganme - les dijo asintiendo con la cabeza. 

Dio media vuelta y echó a andar hacia el interior de aquella casoba que más bien parecía un mausoleo. 

Igual que la otra vez, Elizabeth Dalton los esperaba en la biblioteca. Había un sobre encima de la mesa frente a la que estaba sentada. 

Aristocrática y petulante, la millonaria no pudo mantener la sonrisa al ver que Jimin iba acompañado de su cliente.

- Cuando dije que quería verlo señor Park - dijo, soltando el aliento con exasperación - Me refería solamente usted. No hablaba en plural. 

Sin esperar a ser invitado, Jimin se sentó en el sofá junto a ella y Lily ocupó la silla que estaba enfrente. No podría haberse sentado más cerca de Elizabeth Dalton.

- Puesto que todo lo que vamos a hablar aquí le atañe directamente a la señorita Steven no veo motivo por el que no pueda asistir a esta reunión - le dijo Jimin a la señora Dalton.

Elizabeth miró de reojo a la mujer a la que tanto despreciaba.

- Muy bien. Quería ahorrarle unos cuantos momentos desagradables, pero pensándolo bien, ya debe estar acostumbrada - rechazando la presencia de Lily, como si no mereciera ni un ápice de su atención Elizabeth Dalton se volvió hacia Jimin - Le le pedí que viniera por pura cortesía. Quiero que retire toda oposición a mi petición de custodia. De lo contrario mis abogados se verán obligados a mostrarle al juez estas fotos en las que se ve que su cliente no es la persona adecuada para criar a un niño. 

Sacó unas fotografías en blanco y negro del sobre y empezó a ponerla sobre la mesa una a una como si estuviera repartiendo cartas. La sonrisa de sus labios se volvió triunfante en cuanto oyó el suspiro de Lily.

- Como puede ver, estas fotos son bastante comprometedoras - dijo recostándose contra el respaldo del sofá y mirando a Jimin a los ojos - Aunque debo decir que esconde un cuerpo espectacularmente atlético debajo de esos trajes hechos a medida señor Park.  Jamás lo hubiera ido adivinado si no hubiera visto las fotos por mí misma. 

- ¡Cómo se atreve! - grito Lily - ¿No le basta con lo que me hizo su hijo? ¿Ahora quiere ofenderme usted también?

 Elizabeth Aldo almirón Lily con ojos sfuriodos. 

- Haré lo que sea para conseguir lo que quiero, y quiero a mi nieto.

- No puede... - Lily se detuvo de repente y miro a Jimin, que acaba de agarrarla del brazo - ¿Qué? - le preguntó, tratando de recuperar la compostura.

- Tranquila, Lily le dijo en un tono ecuánime e impasible - Nadie va a ver esas fotos. 

- Exacto. Si desistes en demandar la custodia de Yahel - dijo la señora Dalton con prepotencia. 

- No tengo que demandar la custodia de Yahel porque la tengo ya - le dijo furiosa - ¡Es mi hijo! 

En vez de intentar calmar a Lily. Jimin se centro en la víbora de Dalton. Busco un sobre en el bolsillo de su chaqueta y sacó lo que necesitaba.

- Miraré sus fotos comprometedoras y le enseñaré éstas - le dijo con entusiasmo, poniéndole las fotos delante. 

- ¿Qué es esto? - pregunto Elizabeth con impaciencia - ¿De qué me está hablando? 

- Le estoy hablando de su fulgurante carrera artística, señora Dalton. ¿O acaso prefiere que la llamé por su nombre artístico, Hearted Hanna? Si no me equivoco, sacó ese nombre de una vieja canción. ¿No? Pero, bueno, estas fotos son muy antiguas, de otra vida, se podría decir. Sin embargo, si se fija un poco, verá qué es fácil reconocer a la atlética joven que aparece en ellas - la atravesó con la mirada - No sabía que un cuerpo humano podia doblarse hasta ese extremo. Tenía un talento increíble. 

Elizabeth Dalton se puso pálida y sus ojos Se abrieron aún más.

- ¿De dónde has sacado esas fotos? - le preguntó en un ronco susurro. 

Jimin no tenía prisa para darle los detalles. Quería verla sufrir un poco, tal y como ella le había hecho a Lily 

- Bueno, técnicamente...- empezó a decir lentamente, recolocando las fotos - No son fotos propiamente hechas. Son instantáneas tomadas de un video muy comprometedor. Debo disculparme por la mala calidad de las imágenes, pero tuve que trabajar con lo que había - le dijo en un tono burlón - Me pregunto qué pensarían los miembros de la junta directiva de Dalton farmacéutica si vieran esto. O quizá sea mejor que le haga copias del video directamente. Una copia para cada uno. ¿A usted qué le parece? 




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