Eres Mi Luz (draco y Hermione)

Capítulo 21 "¿Cuándo Terminara el Dolor"

Harry se apareció en el jardín de aquella propiedad, justo frente a la puerta de la casa a la que por mucho tiempo llamo hogar.

Sin dudarlo un segundo y sin anunciarse, entro en ella, sorprendiendo a la señora Weasley, quien era la única persona que se encontraba a la vista.

-¿Harry?- la intriga la invadió en ese momento -Pero ¿Qué haces aquí?

-¿Dónde está Ginny?- cuestiono el chico sin siquiera saludar a la mujer o responder su pregunta.

-¿De que hablas muchacho?- contraataco la mujer, poniéndose de pie del sillón en el que se encontraba y dejando aun lado las agujas e hilo que sostenía en sus manos -Ginny regreso a Howarts al terminar las vacaciones de navidad.

-No señora Weasley, Ginny nunca regreso, no la veo desde la vez que salió de la enfermería.

-¿Qué?- exclamo asustada la mujer -¿Cuándo estuvo Ginny en la enfermería?

-Por Merlín señora Weasley- contesto ya desesperado el chico -¿Cómo es que no se entero de nada? Si esa fue la razón por la que Ginny regreso aquí.

-Ella nunca me dijo nada de eso Harry- respondió la mujer -Ella solo me dijo que se había sentido mal y que la profesora ,McGonagall le había permitido volver para recuperarse- la mujer se quedo pensado unos segundos -Admito que estuvo algo rara mientras se quedo aquí, pero pocos días antes de las vacaciones de navidad, cambio su actitud y se notaba un tanto mejor, en especial después de que despidiéramos a Ron.

-¿Despedir a Ron?, no entiendo- dijo contrariado el chico.

-Si- respondió ella como si el chico estuviera al tanto de todo -Ron también vino a casa, pero por poco tiempo, nos dijo que ustedes hicieron amistad con Malfoy y sus amigos y que a el lo hicieron aun lado, por eso prefirió irse con su hermano a Rumania.

-Pues le tengo algunas noticias señora- comenzó el chico con voz seria y un deje de rencor -En primera las cosas no fueron como su hijo le conto y en segunda Ginny nunca regreso a Howarts y para rematar, Ron no está en Rumania y secuestro a Hermione.

La mujer lo miro atónita y con incredulidad, pero antes de que pudiera pronunciar palabra alguna, el azabache le conto cada suceso desde que salieron de aquella casa la mañana del primer día de septiembre.

-No te creo- dijo ella en cuanto el chico termino su relato -Mi hijo no haría tal cosa.

-Pues créalo, porque así es y mis palabras puede ir a constatarlas con cualquier alumno de Howarts, incluso con la misma directora, que mas de una vez lo reprendió por su agresivo comportamiento.

La señora Weasley comenzó a llorar desconsolada.

-Me imagino que no tiene idea de donde puede estar Ron ¿Cierto?- la mujer solo negó con la cabeza -Bien, tendré que acudir entonces al ministerio de magia, la vida de Ginny y Hermione peligra si están en manos de su hijo.

-Harry- balbuceo la mujer antes de que el chico saliera de aquella casa con las manos vacías -Por favor, sálvalos, no puedo perder otro hijo, no lo soportaría.

-Lo siento señora- respondió de manera seca -Por mas que quisiera, no se lo puedo prometer- y sin esperar más, salió de la casa y volvió a desaparecerse.

Sin tener muy claras sus ideas, regreso a Howarts, buscaría en las pertenencias del chico, algún indicio de donde pudiera estar o donde pudiera tener a Hermione.

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Las semanas pasaban dolorosamente.

Draco se había quedado sin ideas de donde buscar a su prometida, la frustración y la ira se habían convertido en sus permanentes compañeras, a las cuales comenzó a acallar con su viejo amigo, el wisky de fuego.

-Deja de beber Draco- insistía por enésima vez Astoria -Así jamás vas a encontrar a Hermione.

El chico solo dejo escapar un quejido de ironía.

-Dime Astoria ¿Y de qué manera la voy a encontrar?- el chico destilaba veneno en aquella pregunta -¿Acaso no has visto todo lo que he hecho por encontrarla?- continuo sin dejar que la chica hablara -¿Y dime que he logrado? ...¡Nada Astoria! ...¡NADA!- grito furioso, para después lanzar lejos el vaso que sostenía en su mano.

-Pues mientras sigas así, seguirás obteniendo eso Draco- respondió la chica con la decepción marcada en su voz -Nada- y dando un portazo salió de la habitación del chico, dejándolo hundido en su soledad.

Lo único que se le ocurrió hacer al quedar solo nuevamente, fue buscar otro vaso, llenarlo de aquella bebida y desplomarse nuevamente en el sofá que tenía en su habitación.

Era como si el tiempo hubiera vuelto atrás, como su vida hubiera regresado a los días posteriores a la guerra, donde la gente lo trataba como un paria, donde era señalado como un asesino.

-Tu fuiste la única que pudo sacarme de aquella oscuridad- gruesas lagrimas escaparon de sus ojos -Pero fuiste arrebatada de mí, como sino mereciera ser feliz- apretó el vaso con fuerza en sus manos -¿Dónde estás mi pequeña leona?- el rechinar de su puerta lo saco de aquel pensamiento.

-¿Hijo?- la voz de Narcisa retumbo en la habitación.

-¿Qué deseas madre?- cuestiono fríamente el chico.

-¿Cómo te encuentras?

-Y tu ¿Cómo crees?- la ira del rubio iba en aumento, en estos momentos no se sentía de humor para las preocupaciones y atenciones de su madre.

-No lo sé, solo puedo intentar imaginarlo- ante aquellas palabras, el mal genio del chico flaqueo y las lagrimas surcaron su rostro de nuevo.



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En el texto hay: amor, draco y hermione, howarts

Editado: 03.07.2019

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