Eres Mi Luz (draco y Hermione)

Capítulo 13 “Color de Rosa”

Después de una noche triste, una alegre y renovaba mañana llego.

Hermione se levantó temprano, sintiéndose tranquila y descansada. Tomo sus cosas y entro al baño de su habitación para asearse y cambiarse.

Así que decidió llenar con agua caliente la tina qué había en su baño.

Ya que se había levantado con tiempo suficiente para prepararse, decidió darse un baño relajante. Así que una vez estuvo templada el agua, se desprendió de su pijama y entro en ella.

En cuanto su cuerpo estuvo totalmente sumergido en el agua, cerro sus ojos. Suspiro profundo y sintió como poco a poco su cuerpo se relajaba.

De pronto y sin desearlo, a su mente llegaron imágenes de aquel chico de ojos grises y cabello rubio, que se encontraba a solo unos pasos de distancia.

Rememoraba cada instante desde que comenzó su amistad con el y lo bien que se sintió al desahogarse con el la noche anterior. De alguna manera, sacar todo ese llanto la libero.

Al principio solo fueron pensamientos positivos. Pero, así como llegaron a su mente esos, también lo hicieron los negativos.

Los cuales eran protagonizados por una sola persona. Ronald Wesley... Quien junto con Harry, se había convertido en su mejor amigo al terminar el primer año escolar en aquel castillo.

Pero ahora, con sus constantes ataques en contra del rubio, parecía su peor enemigo.

En aquel momento, la chica no alcanzaba a  comprender del todo, la actitud de aquel pelirrojo, no entendía porque el chico estaba tan decidido a atacar a Draco de esa manera.

Si, durante la guerra pasaron muchas cosas, Draco obviamente estuvo del lado equivocado, pero aún así, en ciertos momentos, el mostró de alguna manera, que no deseaba estar ahí o atacarlos, algunos ejemplos podrían ser, como cuando capturaron a los chicos y el dijo que no reconocía a Harry o cuando Voldemort se presentó en la entrada del castillo, con el supuestamente, cuerpo inerte de Harry en brazos de Hagrid, Draco dio señas de que no deseaba volver a lado de sus padres y seguir bajo las órdenes de aquel mago tenebroso.

Después de aceptar su amistad, Hermione como buena sabelotodo, se puso a analizar cada uno de estos detalles, confirmando que el chico, no fue más que un daño colateral en aquellas tortuosa guerra.

Pero… ¿Por qué los demás no lo pueden ver?, era la pregunta que se hacia constantemente y más aun cuando Ron actuaba de manera irracional.

Otro suspiro interrumpió el profundo silencio qué había en el baño.

-Tienes que entenderlo Ron- dijo la chica, con la convicción plasmada en su frase -O de lo contrario el enemigo serás tu- si alguien hubiera escuchado hablar así a la chica, la hubiera desconocido.

Hermione no era exactamente una persona agresiva o rencorosa, pero sin darse cuenta, un vinculo sin nombre se estaba formando entre ella y Draco, el cual, como la leona que era, lo defendería con uñas y dientes.

En ese momento, la ideología de la chica, era defender al rubio, más que nada por su intolerancia a las injusticias. O al menos ella creía que era eso. Pero no. Aquel vinculo sin nombre, era la verdadera razón de todo esto. Pero bien sabemos que en cuestiones de amor, la castaña estaba totalmente desorientada.

Pero el destino se encargaría de quitarle la venda de los ojos y mostrarle que sus motivos se debían a un amor puro e intenso.

Y fue así que después de su intensa cavilación, aseo su cuerpo y salió del agua. Se seco y coloco adecuadamente el uniforme.

Salió del baño con una toalla enredada en su cabello. Se acerco al tocador y busco entre sus cosas un cepillo y su poción alisadora. Había preparado varias antes de su ida a Hogwarts, pero no le durarían mucho, así que ya tenía previsto comprar más ingredientes en cuanto se organizará la primer salida a Hogsmeade.

Desenredo la toalla de su cabeza e hizo el intento de desenredar su cabello. En cuanto logro desenredarlo ligeramente, se aplico la poción, quedando al instante su cabello liso. Paso el cepillo nuevamente, esta vez logrando un mejor resultado.

Decidió hacerse una trenza francesa que llegara hasta su nuca, atando el resto de su cabello con una cinta, terminando en una coleta. Tomo su cepillo de dientes y entro de nuevo al baño. Se cepillo rápidamente. Regreso a la habitación, tomo su mochila y bajo las escaleras.

Rectifico la hora, estaba en tiempo para pasar por la torre de Gryffindor a buscar a sus amigos y bajar juntos al gran comedor.

Estaba a punto de salir de su torre, hasta que recordó un importante detalle. Draco. Ella ya estaba lista y a punto de irse, pero el chico no daba muestras de vida.

-¿Se quedaría dormido?- se pregunto la chica con un deje de preocupación en su voz.

La duda pudo con ella, así que se encaminó a las escaleras contrarias a las suyas, con la intención de saber si el chico seguía durmiendo.

Llego arriba, se quedo unos segundos parada frente a la puerta de la habitación de Draco, repentinamente se sintió nerviosa.

Toco un par de veces y nadie respondió. Hermione dudo si tocar de nuevo o irse, pero ambas ideas fueron reemplazadas al ver que la puerta de aquella habitación se abría.

Hermione esperaba ver a Draco salir, pero no, la puerta solo se quedo entreabierta y la curiosidad de la chica pudo más que su prudencia.



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En el texto hay: amor, draco y hermione, howarts

Editado: 03.07.2019

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