Eres Mi Luz (draco y Hermione)

Capítulo 14 “¿Baile?”

Un mes había pasado ya, desde que los chicos había regresado al castillo. Un mes en el que, para algunos, pasaron cosas difíciles de creer.

Aunque en realidad, había solo dos, que eran las mas relevantes.

La primera, era que Draco y Hermione se habían vuelto muy unidos, desde aquella primera mañana de clases.

Ambos a partir de aquel día, habían hecho la rutina de salir juntos al gran comedor. Habían acordado que, independientemente de quien bajara primero, siempre esperarían al otro.

Hermione era regularmente quien tenia que esperar, pero siempre lo hacia con gusto y dibujaba la mas hermosa sonrisa que podía cuando veía al chico bajar por las escaleras. En cuanto este llegaba con ella, siempre tomaba su mochila y se la colgaba en el hombro junto con la suya, salían de su torre y se dirigían a la de Gryffindor.

En los primeros días de aquella rutina, pasar por aquella torre había sido un problema, ya que cuando Ron salía de la torre junto a Harry y su hermana, se ponía rojo de ira al ver a Draco y en mas de una ocasión intento atacarlo.

Hermione como siempre, se había interpuesto en su camino y con forme la confianza crecía, Ginny y Harry también lo comenzaron a hacer, impidiendo así que Ron le hiciera daño al rubio.

En una de esas noches, cuando Ginny, Harry y Ron, regresaban a la sala común, el pelirrojo comenzó una muy fea discusión, respecto al tema de como defendían al chico.

Flash Back

-¡Son unos traidores de mierda!- exclamo furioso el pelirrojo -¿Cómo pueden andar paseándose por toda la escuela con esas malditas serpientes?

-¡A mi no me estés hablando así idiota!- grito Ginny -Ya me tienes harta con todas tus estupideces contra ellos, si hicieras a un lado tu odio estúpido y los conocieras, verías que son buenas personas, que solo han sufrido igual que nosotros.

-¿Conocerlos? ¿Buenas personas?- dijo sarcástico el chico -¿Acaso eres estúpida Ginevra?

-¡Oye!- grito Harry al tiempo que tomaba al chico por el cuelo de su camisa -Respeta a tu hermana- de un manotazo, Ron soltó el agarre de Harry y se alejo de el dos pasos.

-Esa de ahí- dijo despectivo y con una mueca de asco -Ya no es mi hermana- volteo su mirada a Harry -Así como tu tampoco eres ya mi mejor amigo- escupió aquellas palabras con ira -Ustedes no son mas que traidores, riendo y bromeando con aquellos asesinos.

-¿Vuelves con eso?- hablo Ginny, quien hacia el intento por retener las lagrimas de ira y frustración que amenazaban con salir, debido a la palabras de su hermano -Ellos no han matado a nadie.

-Me da igual, son hijos de asesinos, así que para mi ellos también lo son- el chico se dio media vuelta para dirigirse hacia las escaleras -Fred estaría decepcionado de ti- termino y subió las escaleras hacia los dormitorios.

Aquellas palabras derrumbaron a la chica, quien no pudo retener las lagrimas por mas tiempo. Harry solo se acerco a ella y la acuno en sus brazos.

-Tranquila, tu sabes que eso no es verdad- dijo el chico al tiempo que le acariciaba el cabello a su novia. Ella no dijo nada, solo siguió llorando.

Fin del Flash Back

Después de aquel suceso, Ron dejo de bajar con ellos, incluso dejo de hablarles y estar a su lado.

Cuando Hermione vio lo que pasaba, le pregunto a sus amigos y ellos tuvieron que contarle lo sucedido.

Como era de esperarse, la castaña se puso furiosa, trato de enfrentar al chico y decirle que era un idiota, pero sus amigos, incluido Draco, la detuvieron, argumentando que no valdría la pena y que alguien podría salir herido.

Y fue así, que este fue el segundo hecho relevante en aquel mes.

El trio de oro se había separado.

Ahora el pelirrojo vaga solo de clase en clase. De hecho, su comportamiento se había vuelto muy errático y agresivo. No toleraba ver a nadie perteneciente a la casa de las serpientes.

En mas de una ocasión, fue reprendido por la directora respecto a su comportamiento y fue gracias a esto que se controló un poco.

Aun así, no dejaba de mirarlos con asco y desprecio, Draco y sus amigos eran el blanco principal del chico. Los acosaba o miraba despectivamente durante las clases o cuando los encontraba por los pasillos.

Obviamente, como ellos ya estaban acostumbrados a eso, simplemente lo pasaban de largo, ignorándolo, lo cual ponía al pelirrojo aun mas furioso.

Hasta que al fin decidió no atacarlos mas. Por el momento.

Aquella ira y deseos de venganza, se habían vuelto su pan de cada día. Pero extrañamente y contrario a su conocida personalidad, decidió ser cauteloso, idearía la manera de vengarse de cada uno de ellos, aunque fuese lo ultimo que hiciera en su vida.

Así pues, los días siguieron pasando, sin nada relevante que reportar, claro descartando el cambio en el comportamiento del chico.
Llegando así, al 15 de octubre. Fecha en la que la directora de aquella escuela, dio un anuncio interesante durante la cena.

-Atención por favor- dijo la mujer al estar de pie en la mesa de los profesores -Como bien saben, se acerca el Halloween y fieles a nuestras costumbres, el ultimo día de este mes, haremos nuestro ya conocido baile de disfraces- todos comenzaron a vitorear de emoción… o bueno casi la mayoría -Pero…- hablo la mujer, causando un silencio absoluto en el comedor -Sera únicamente, para los chicos de quinto a séptimo grado- los chicos de grados inferiores de inmediato comenzaron a abuchear -Y aquella persona, que pertenezca a  grupos inferiores y sea sorprendido desacatando esta indicación, ayudara a nuestro fiel guardabosques a limpiar los terrenos del bosque prohibido- ni siquiera había terminado la frase y los abucheos cesaron. Nadie tenia ganas de entrar a aquel lugar, no después de las historias escuchadas por quienes ya habían estado ahí -Bien, que comience la cena- indico la directora y todos comenzar a ingerir sus alimentos.

En la mesa de los leones, le emoción no se hizo esperar.

-Siii- chillo emocionada Ginny -Un baile, amo los bailes.

-¿De verdad Ginny?- pregunto su novio algo incrédulo.

-Por supuesto Harry- respondió ella con falsa indignación.

-Pues…- interrumpió la castaña -Probablemente yo me quede en mi habitación estudiando.

-¡¡¿Qué?!!- grito Ginny, llamando la atención de los presentes en su mesa.

-Por Merlín Ginny- exclamo la castaña molesta -Me dejaste sorda.

-Es que ¿Cómo puedes decir semejante barbaridad? ¿Acaso estas loca?- cuestionó a la chica.

-No Ginny no estoy loca- respondió -Simplemente que ya sabes que no me gustan mucho los bailes, además…- su tono de voz cambio, dejando percibir una pequeña nota de tristeza -Dudo mucho tener con quien ir- la pelirroja iba a decirle algo, pero la repentina caída de un pequeño avión de papel frente al lugar de la castaña, la interrumpió.

Intrigada, Hermione tomo el pequeño avión entre sus dedos y lo desdoblo, llevándose una mano a la boca para reprimir el pequeño grito que quería escapar de ella. No podía creer aquello, ¿Acaso aquel chico escucho lo que dijo?.

Ginny estaba sentada frente a ella, así que no pudo ver que decía  aquella nota.

-Hermy ¿Estas bien?- pregunto Harry. La chica lo miro, sus ojos estaban húmedos, sus amigos frente a ella de inmediato pesaron que aquella nota era algo malo.

Así que Ginny, sin pensarlo, le arrebato la pequeña nota y la leyó, quedando en el mismo estado que su amiga y entendiendo, que aquellas lagrimas que amenazaban con salir de los ojos de la castaña, no eran de tristeza, sino de una alegría infinita.

Ginny, como buena amiga y confidente de la castaña, sabia lo que aquello significaba. Y estaba feliz por su amiga.

-¿Me pueden decir que pasa?- pregunto Harry, quien solo podía ver a aquellas chicas mirándose una a otra.

Ninguna hablo, Ginny solo se limitó a pasarle la nota a Harry.

Mi leona:

Seria un honor que vinieras al baile conmigo.
¿Me aceptarías como tu acompañante?

Tu hurón.

Harry casi se ahoga con su propia saliva. El ya sabia que algo pasaba entre aquellos dos, pero ir juntos a un baile, lo consideraba un gran paso y romper muchos clichés.

Y es que, a pesar de ser Harry Potter, el héroe de la guerra mágica, el y las chicas aún eran blanco de chismes y comentarios ofensivos, debido a su amistad con las serpientes.

Y en ese momento, pensaba que si la castaña iba con el chico al baile, podían ocurrir muchas cosas. Pero decidió callar y esperar lo mejor.

Hermione seguía en shock, no se esperaba eso, pero sabia bien lo que deseaba responder. Desde hace algunos días, ya había aceptado que cabía la posibilidad de que en su corazón, estuvieran creciendo sentimientos por el chico, así como también sabia que aquel chico expresaba lo mismo.

Claro esta, que hasta la fecha ninguno había dicho nada, principalmente por temor, vergüenza y falta de experiencia en el tema.

La chica se había ensimismado en sus cavilaciones, recordando aquella noche, en la que sentada en el balcón mirando el infinito, había aceptado aquello, cuando una vocecita la interrumpió.

-Hermione- decía Ginny -Hermione- la castaña dirigió su mirada a ella -Te esta mirando- al escuchar aquellas palabras, la castaña sintió un escalofrió recorrer su cuerpo.

No se atrevió a mirar. Simplemente se puso de pie y sin mediar palabra salió del gran comedor.

-¿Hermy?- exclamo la pelirroja al verla irse, prácticamente corriendo. Volteo su mirada de nuevo a la mesa de las serpientes y noto un espacio vacío, volteo con rapidez, de nuevo a la puerta y solo alcanzo a ver como una melena platinada desaprecia -Hay estos niños- exclamo la chica, llamando la atención de su novio.

-¿De que hablas?- pregunto el. La chica solo le dirigió una tierna sonrisa.

-De nada amor, de nada.

Hermione iba a paso apurado en dirección de su torre. Se sentía sumamente nerviosa, sentía que en cualquier momento su corazón le saldría del pecho. Así que se detuvo un momento, se recargo en la pared, coloco su mano izquierda sobre su pecho y comenzó a inhalar profundo.

Lentamente su pulso recobraba normalidad. Pero no lo hizo por mucho.

-Cualquiera diría que huyes de alguien- una voz con tono de burla se dejo escuchar entre las sombras, exaltando a la chica y acelerando su pulso nuevamente.

-¿Acaso estas siguiéndome?- cuestión ella con enfado.

-Por supuesto que no Hermy- respondió el chico -Tengo asuntos mas importantes que atender- dijo aquel chico acercándose peligrosamente a Hermione -Me dirigía a la biblioteca y te vi pasar, solo eso- el chico estaba a escasos centímetros de la chica y sin mediar palabra, coloco sus manos, una a cada lado de la cabeza de la chica.

Hermione, tenia miedo, pero no le daría el placer de demostrárselo, así que como buena leona que era, lo empujo con fuerza.

-¡Aléjate de mi idiota!- le grito, para después darse la media vuelta y tratar de huir, pero un penetrante dolor en su cuero cabelludo se lo impidió.

-¿Te vas, tan pronto?- dijo el chico jalando con fuerza a Hermione del cabello y acercándola a el -Pero… nos estamos divirtiendo, no te vayas- el tono de sarcasmo y burla en su voz eran inconfundibles. Sin soltarla del cabello, la tomo por la cintura impendiéndole alejarse.

Jalo de nuevo su cabello, pero esta vez hacia un lado, provocando que la chica ladeara la cabeza, dejando expuesto su cuello.

El chico acerco su rostro a aquel sitio y con su nariz, acaricio la piel de la castaña, al tiempo que inhalaba profundo.

-Mmm- exclamo el chico -Aun recuerdo ese olor a vainilla.

-¡Suéltame!- forcejeaba la chica -¡Suéltame ya imbécil!- gruesas lagrimas de impotencia caían por su rostro.

El chico estaba ensimismado en maltratar a la castaña, que no se percato que unos pasos acelerados s acercaba a ellos. Fue consiente de que no estaban solos, hasta que un fuerte golpe se hizo presente en sus costillas, provocando que soltara tempestuosamente a la castaña y que esta cayera de bruces al piso

-¡¿Qué mierda crees que haces Wesley?!- grito Draco con toda la ira contenida en su ser.

-Aaj… maldito hijo de puta- exclamo el pelirrojo, quien se presionaba la parte golpeada, en un intento de mitigar el dolor.

Draco paso de el y fue directo hacia Hermione.

-¿Estas bien Hermy?- pregunto preocupado el rubio, al tiempo que levantaba a la castaña del piso. Ella solo lo miro con sus ojos cristalinos. El chico no pregunto mas, tomo a la chica como si fuera una princesa y la cargo hasta su torre, no sin antes advertir al castaño.

-Vuelves a tocarla… y te mato- el pelirrojo seguía quejándose de dolor.

Sin esperar respuesta, el rubio siguió su camino con Hermione en brazos.

-Disfruta tu suerte mientras puedas- dijo el pelirrojo como si escupiera veneno, para después perderse en la oscuridad de los pasillos.



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En el texto hay: amor, draco y hermione, howarts

Editado: 03.07.2019

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