Eres mi salvación

11. Noticias

—Me estoy volviendo loco con tanta gente mirándome —exclamó Owen malhumorado.              

Sonreí después de verificar que las cosas seguían igual entre nosotros y lo llevé hasta mi habitación para poder hablar con comodidad. En realidad, lo había estado esperando con impaciencia. Si bien tenía bastante claro que haría pagar a todas aquellas personas que me jugaron una mala pasada, continuaba siendo humana y aquel encuentro no deseado con Damián me dejó intranquila. Conocía que por sí solo no poseía ningún recurso como para amenazar mi actual posición, pero dentro de mí existía una cierta incertidumbre, debido a que pensaba que él verdaderamente era apoyado por alguien poderoso desde el principio. Aquel pensamiento se instó en mi cabeza desde mi vida pasada, pues cuando me di cuenta de la malversación de fondos que Damián tenía en mi empresa familiar, supe que todo era demasiado sospechoso y premeditado como para que alguien como él, sin mucha inteligencia, pudiera llevar acabo en solitario.

—Creo que me estoy perdiendo de toda la conspiración —Owen me miró fijamente, mientras sentía que esos poderosos ojos verdes que parecían absorberme.

—No te preocupes por nada, solucionaré todo.

El estrés comenzaba a incrementar, pero no era nada que no pudiera manejar.

—¿Segura que no ha ocurrido algo importante? te ves muy diferente a la última vez.

Me mordí el labio, debatiéndome en si debía comentarle lo que sucedió fuera de la tienda de la diseñadora, y al final, terminé concluyendo que era mi obligación como su futura esposa, aunque fuera ficticia, de confiar en él y tratarlo como un socio. No esperaba mantenerlo en la sombra mientras los malentendidos entre nosotros crecían de manera abismal.

—Me encontré con el verdadero padre de mi hijo, o más bien, diría que él me estaba siguiendo.

Apreté ligeramente mis palmas en puños e intenté mostrarme serena. Owen alzó una ceja.

—¿Te hizo algo?

—No como tal, solamente me amenazó. Imagino que ya sospecha lo de mi embarazo.

Estaba tan confiada de hablar ese tema en mi habitación, pues después de una búsqueda exhaustiva con la ayuda de Nora y Dorothea, confirmé que no había ningún tipo de extraño dispositivo implantado que pudiera delatar mis planes. Y en ese mismo momento, las tenía vigilando el pasillo, para que ningún empleado indeseado fuera a interferir.

—¿Quieres que me deshaga de él por ti?

La manera tan casual con la que me lo planteó me hizo sonreír.

—No sabía que también hacías ese tipo de favores. Pareces un matón de colegio.

Él se encogió de hombros, luciendo totalmente confiado.

—Bueno, muñequita, también tengo mis sorpresas.

Lo observé detenidamente y no pude evitar preguntarme si en el pasado el padre de su hijo hubiera sido alguien como Owen, tal vez no estaría tan lastimada y arruinada en ese momento. Comprendía lo atractivo que este hombre era, y que su cuerpo exclamaba con urgencia ser seducido, pero aparte de eso, temía demasiado encariñarme. No, más bien no podía hacerlo. Algo en mi corazón había muerto en aquel entonces, estaba harta de las desilusiones y él solo imaginar confiarle mi futuro a un hombre me creaba una ansiedad enorme.

—Gracias, pero yo misma haré pagar a ese hombre. Soy una mujer de recursos —sentencié mostrándome orgullosa, como toda Noix debe ser.

—En verdad estoy disfrutando de esta conversación sobre venganza y empoderamiento, pero no pienso que sea por esto que me llamaste.

Alcé las comisuras de mis labios instintivamente y le dediqué una mirada coqueta. Que no pudiera enamorarme no significaba no poder actuar de esa manera de vez en cuando. Además, el que en realidad tuviera más edad que él en ese momento, me ayudaba todavía más con mi actitud descarada, pues ya no era aquella adolescente repleta de complejos e inseguridades.

—Claro que no —arrastré un sobre amarillo sobre la mesa y se lo tendí—. Aquí encontrarás toda la información referente con nuestra fiesta de compromiso, algunos nombres de personas con las que tendrás que relacionarte en todos estos meses antes de la boda y un resumen de mi árbol genealógico. Me encargué de marcar a la gente con la que puedes sentirte cómodo con marcador verde y las que tienes que evitar a toda costa con rojo.

Owen sacó el contenido del documento frente a mí, mientras lucía perplejo de la cantidad de información.

—¿Se supone que debo memorizar toda esta basura?

—Créeme que ya he sintetizado la mayor parte.

—Esta vida de estirado no es para mí —volvió a colocar el sobre en la mesa y me miró con molestia—. No pienso actuar como uno de ellos ni tampoco voy a pasar el tiempo intentando socializar con esa bola de idiotas, no esperes tanto de mí.

Me froté las sienes con delicadeza. Ya estaba preparada para esas palabras, pues conocía su personalidad. No buscaba presionarle ni obligarlo a tomar el cargo oficial de un Noix como mi esposo, simplemente quería facilitarle las cosas un poco, aunque en realidad fuera yo quien se encargaría de los eventos y manejar a la familia cuando mi padre falleciera. De todas maneras, nuestra relación era meramente un contrato.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.