Eres mi Sol -J-Hope

Sombras y Realidades

Los días siguientes fueron una mezcla de emociones que parecían no tener control. Por un lado, la presencia de Hobi se había convertido en un refugio, en esa sensación cálida que me hacía olvidar el peso del pasado. Pero por otro, la sombra de Se Ryeon aún permanecía, esperando el momento adecuado para alcanzarme.

No le había respondido. No porque no tuviera nada que decirle, sino porque no quería abrir una puerta que había cerrado con tanto esfuerzo. Y aun así, su mensaje seguía ahí, sin eliminarse, como una herida que no terminaba de sanar.

Pero había algo más. Algo que poco a poco comenzaba a inquietarme.

La vida de Hobi… y ese viaje a Bangkok.

Al principio, parecía fácil. O al menos lo intentaba hacer fácil, para los dos. Nos enviábamos mensajes cuando podíamos, hablábamos en llamadas nocturnas cuando su agenda lo permitía, igual que cuando nos conocimos.

Las reuniones, las entrevistas, las giras, los ensayos interminables. La presión de una industria que lo exigía todo de él, que lo mantenía bajo el escrutinio del mundo, sin darle espacio para respirar.

Y aunque él intentaba hacerlo ver como algo normal, como si fuera parte de su vida y no lo afectará, yo veía los rastros de cansancio en sus ojos. Veía el peso de su propia sombra persiguiéndolo.

Dos semanas, solo eso fue suficiente para que los rumores comenzaran. La realidad nos estaba alcanzando, la realidad siempre encuentra la manera de alcanzarnos.

A menos de dos semanas de que los chicos regresaran a Corea, la noticia explotó.

"J-Hope visto con una chica en Bangkok. ¿Romance a la vista?"

"Rumores de relación entre J-Hope y una desconocida. ¿Quién es la afortunada?"

Las imágenes eran borrosas, tomadas desde la distancia, pero era inconfundible. Éramos nosotros.

"¿Quién se cree que es para estar con él?"
"Ojalá sea solo una amiga, no soportaría que estuviera con alguien."
"No la conocemos, pero ya la odiamos."

Una sensación de tristeza y de confusión me invadió a la par, conforme más avanzaba entre comentarios todo se volvía peor.

El zumbido del teléfono se sentía como un taladro constante en mi sien.
Notificación tras notificación, mensaje tras mensaje.
Curiosidad, odio, especulación… una mezcla venenosa que no había pedido, pero que me envolvía sin remedio.

Me senté en el suelo de mi sala, la espalda apoyada en el sofá, el celular entre las manos como si ardiera.
Las fotos estaban por todos lados. Medios coreanos, fan accounts internacionales, publicaciones en foros… incluso páginas que jamás había visto compartían los mismos titulares adornados con emojis y preguntas insidiosas.

“¿Quién es la chica misteriosa con J-Hope?”
“Su expresión dice más que mil palabras. ¿Acaso estamos ante un nuevo escándalo?”

Yo era esa “chica misteriosa”.
Una sombra detrás de un ídolo. Un borrón en la imagen pública perfecta.

Abrí Instagram y me topé con los primeros comentarios en mi cuenta personal.
No sabía si quería llorar, vomitar o gritar.

“Aprovechada.”
“¿De verdad cree que puede estar con alguien como él?”
“Ella no es lo suficientemente bonita para él.”
“Bájate de esa nube, desconocida.”

Había mensajes peores. Más crueles. Más personales.

Pero también estaban los otros. Los que me partían de una manera distinta.

“Él se ve feliz. Déjenlo ser.”
“No sabemos nada. Tal vez se quieren de verdad.”
“Todos merecen amar, incluso los ídolos.”

Y eso dolía.
Porque una parte de mí sí se había permitido creer que el amor podía bastar. Que bastaba con las llamadas a medianoche, con las promesas al oído.

Pero el mundo allá afuera no era tan indulgente.

El teléfono vibró otra vez.
Era Hobi.

Lo dudé por un instante antes de responder.
—¿Hola?

Su voz sonó al segundo, preocupada, rápida.
—Rory, ya lo vi. Lo siento tanto.

Cerré los ojos.
Solo el sonido de su voz me dio un poco de alivio.
Pero también trajo el peso de la realidad.

¿Estás bien? —preguntó él, con el tono contenido—. ¿Alguien te ha dicho algo directamente? ¿Te han amenazado?

—No —respondí con voz baja—. Pero eso no lo hace más fácil.

Hubo un silencio al otro lado de la línea. Lo imaginé frotándose el rostro, como solía hacer cuando algo lo superaba.

Yo… —comenzó—. Nunca quise que esto pasara así. Pensé que podríamos tener un poco más de tiempo, que si éramos cuidadosos…

No fue tu culpa —lo interrumpí suavemente—. No fue nuestra culpa.

Y lo creía.
Pero también sabía que nuestro amor estaba caminando sobre el filo de una navaja.

Están preguntando por ti en la agencia —añadió con voz tensa—. Algunos quieren que diga que no eres nada. Que solo eres una amiga. Que fue una coincidencia.



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En el texto hay: jhope, jhope y tu, btsromance

Editado: 17.06.2025

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