— Tengo que confesar algo, antes de que bebamos— dice James tambaleándose, está ebrio.
Son las 12 : 34 a.m
— ¿Qué? James, ya estás ebrio...— Discute Diana.
— Tengo la caja con la información en mi maleta del coche, ¿Por qué no la vamos a dejar y nos deshacemos de esto de una vez?— saca las llaves de su coche.
— Sí, hay que hacerlo— dice Adrien, el cuál está mucho más sobrio que James.
— No, es muy tarde...es obvio que van a estar patrullando por si la van a dejar— Agrega Rich.
— Ya me estoy hartando de esconder esa caja, ahora casi todo el pueblo sabe que un grupo de estudiantes entró a un recinto privado y robó algo de la municipalidad— recita James.
— ¿Que tanto de información hay en esa caja? Dan mucho alboroto — Dice Diana bebiendo gaseosa.
— ¿Y si echamos una mirada?— Adrien da la idea.
— No, osea...ya vimos lo suficiente— Dice Emma frustrada.
— Sí, además tendríamos problemas legales— opino.
— Vamos a dejarla ahora— James se va al baño.
Nos quedamos todos pensando, Me levanto y voy a la habitación donde están mis cosas a buscar mi teléfono.
"MAMÁ: diviértete hija, si quieres puedes beber pero solo una cerveza:) no seas amargada, besos."
¿Mamá escribió eso? ¿Me dejó beber? Debe de estar ebria.
Tocan la puerta y me doy media vuelta.
— ¿Estás ocupada?— Rich se acerca yo niego, se sienta en la cama frente a mi.
— ¿Quieres hablar?— le pregunto, su mirada está profunda y triste.
— Sí, creo que este es el mejor momento— me sonríe.
— Te escucho— me acomodo para mirarlo, él suspira y une sus manos.
— Fui a tu casa porque no sabía a dónde ir, los chicos...yo no quiero molestarlos, además quería verte, de cierta manera estar contigo me hace sentir bien— sonríe— Mi padre llegó borracho otra vez, él me culpa por la muerte de mi hermana y es muy frío conmigo Beth, hasta podría decirte que no le intereso, yo pude haberme ido de casa hace mucho, pero no puedo dejar a mi madre con él...ella ha sido tan buena conmigo, Papá me hace sentir una basura pero ella está ahí defendiendome aunque él la lastime, esa noche me ahorré sus palabras hacia mi y me salí de casa, a decir verdad ni siquiera se percató que yo había pasado la noche afuera— dice algo frustrado más que triste.
— Rich...Dios, ¿y tu madre? ¿No quiso que ambos se fueran y tuvieran una mejor vida en otro lado?— pregunto.
— Lo habíamos hablado, pero no, no queremos irnos, en este pueblo está la esencia de ella— agacha su mirada.
— Te entiendo, tranquilo...quizás hay que darle tiempo al tiempo, todo va a mejorar— me siento a su lado y acaricio su espalda.
— Ojalá Beth, estoy empezando a tener esperanzas de que algo pueda mejorar— levanta su mirada y me observa.
— Ricky, Ricardo, Friedrich, Freddy...Nos vamos, te esperamos abajo— dice James entrando a la habitación.
— ¿Qué? ¿A dónde? — dice el chico a mi lado.
— A dejar la caja, Adrien ya está en el automóvil— este se devuelve abajo.
Rich suspira y me mira con una sonrisa.
— Tengo que manejar, ninguno de ellos podrá en ese estado— sube sus hombros.
— Eso creo, Nos vemos, tengan cuidado— digo antes de que él saliera de la habitación.
Bajo después de unos minutos y las chicas están en la cocina hablando entusiasmadamente.
— Beth, ¿Que hacías?— pregunta Emma.
— Estaba hablando con Rich, ¿Qué hablan?— cambio de tema.
— De lo que hablábamos antes, del viaje— contesta Diana— Emma está de acuerdo y sí quiere, y si Emma dice que sí, James y Adrien también dirán que sí— Diana sonríe comiendo maní.
— Es una buena idea, será una hermosa experiencia...nunca he ido a Los Ángeles — dice Emma.
Yo tuve la oportunidad de ir, pero solo por temas de trabajo de mamá, pero lo que alcancé a conocer es muy hermoso.
— ¿Qué dices tú Beth? ¿Irás? — pregunta Diana.
Parece una pequeña niña rogando por un dulce.
— Claro, si van ustedes yo igual, aún así tengo que plantearle la idea a mamá— sonrío y bebo un poco de cerveza.
— Claro, hay que conversar con nuestros padres y con Rich— dice Emma.
Pasan al rededor de 40 minutos cuando los chicos vuelven.
— ¿Tanto tardaron? — pregunta Emma, la seguimos hasta la puerta donde solo hay dos chicos totalmente asustados.
— ¿Qué pasó? ¿Dónde está Rich?— pregunta Diana preocupada.
— Emma...Una patrulla se lo llevó a la comisaría — mi boca se abre inmediatamente.
James al parecer se le esfumó todo lo ebrio.
— ¿Qué? ¿Cómo dejaron que pasara?— Salimos afuera y nos subimos al coche de James.
James pisa el acelerador y vamos de camino a la comisaría.
— Estábamos hablando y jugando, estaba muy oscuro y jugamos piedra, papel y tijera, el que perdía iba a dejar la caja ya que eramos 3 como para una sola caja, Rich perdió y fue...no sabíamos que había una patrulla ahí, sonaron las sirenas y lo último que vimos fue a un oficial esposandolo y metiendo a Rich al coche— Dice Adrien nervioso.
— Okay...calma, hablaré con papá...él puede ayudarnos— habla Emma.
— Sí, tu padre es el jefe del departamento, puede hacer algo para ayudar a Rich— comenta Diana.
Al llegar nos bajamos rápidamente sin importar la poca lluvia que queda, al entrar no hay nadie en recepción, todos seguimos a Emma hasta una gran oficina con muchos oficiales leyendo papeles o conversando y riendo entre ellos.
— Hola pequeña Jones— dice un oficial.
— Hola Mark, ¿Has visto a mi padre?— pregunta la rubia amablemente.
— Sí, de hecho está hablando con Moore — alza sus cejas— en la celda 4.
— Gracias— Emma saca algo de su mochila y le entrega un pequeño pastel de los que habían en casa de Adrien al oficial.
— De mis favoritos, un gusto pequeña Jones— el oficial recibe el pastel y se va a un grupo de oficiales donde ellos se dan media vuelta para mirarnos y luego vuelven a lo suyo.
#9093 en Novela romántica
#1248 en Joven Adulto
amor, amor juvenil novela romantica, tristeza amor juventud soledad depresin
Editado: 26.04.2024