Eres mi vida

Capítulo 17

Pasamos el día comiendo y conversando hasta que se hizo de noche, todos preguntamos a nuestros padres si podíamos ir a la feria a lo que todos accedieron, así que en estos momentos estamos en camino hacía al centro del pueblo.

— Aquí es— dice James apagando el motor.

— ¡Wow! Está hermoso — exclamó Diana.

Miro a mi alrededor para confirmar, y sí, a pesar de que lamentablemente no haya una rueda de la fortuna se ve muy hermoso y entretenido.

— Vamos, vamos— dice Adrien, como un pequeño niño.

James cierra las puertas con seguro y caminamos hasta la entrada.

— Hola chicos, bienvenidos disfruten y que se diviertan, no se metan en líos esta noche ¿sí?— dice el padre de Emma.

— Sí oficial Jones— decimos al unísono.

Hay puestos con muchos juegos, hay de punta y flecha, de globos, de agua, de pesca, de escopeta, etc...

Miro a todos lados y no puedo evitar ver un escenario con luces, ¿habrá un concierto o algo parecido?.

Cerca del escenario hay una mujer de espalda, lleva una falda beige en forma de tuvo y una camisa elegante de color negro, tiene su cabello castaño oscuro por encima de sus hombros con sus perfectas ondas. Mamá está muy entusiasmada hablando con el señor Will.

Me acerco a ella y sin fijarme los chicos me siguen.

— Hola— Saludo a mamá y ella me sonríe de inmediato.

— Hola cariño, hola chicos—mamá saluda.

— Hola Anna— saludan mis amigos.

— Will, ella es mi hija Beth— mamá me presenta.

— Hola, sí tuvimos la oportunidad de conocernos en clases, al igual que con los chicos como olvidar a Windsey que gracias a él y su magnífica idea de apoyar a nuestros jóvenes esta feria está aquí— dice asintiendo.

A Adrien se le transforma la cara a una llena de orgullo.

— Y muchas gracias por ello, Señor Próximo Alcalde— James bromea y el Will ríe.

— Así sea muchacho— suspira— miren, pusimos un escenario como pueden ver, el viernes en la noche habrá un mini concierto de una banda de su escuela, los escuché ayer y son fantásticos, así que nos vemos aquí supongo para celebrar el inicio de las vacaciones— los chicos asienten.

— Aquí estaremos— dicen los chicos y se alejan.

— Nos vemos en casa mamá— me despido pero ella me interrumpe.

— ¡Ay! Beth...— dice chisteando.

— Beth, yo justamente quería llevar a cenar a tu madre después de estar aquí un momento, espero no te moleste que la lleve a casa más tarde— no puedo evitar estar sorprendida...¿no Irán muy rápido? Ósea, se conocieron hace poco...bueno quien soy yo para hablar de estas cosas.

— Oh, está bien...no hay problemas — sonrío y me voy con los chicos que me esperan.

— ¿Y? ¿Que hacemos?— dice Diana mirando a todos lados.

— Yo quiero comprar algo de comer muero de hambre— dice Adrien mirando los carritos de comida.

— Me apunto— dice Emma y James.

Los tres se van a comprar.

— ¿Ustedes?— Diana nos pregunta a Rich y a mi.

— Yo escuché una escopeta, quiero ir allí— digo mirando un puesto donde con una escopeta tienes que disparar a 3 sacos de arena pequeños.

— Vamos— Diana camina rápidamente hacia la casi vacía tienda.

— Hola, ¿Cuanto por jugar?— pregunto a la chica de no más de 20 años.

— 1 dolar 5 tiros— responde la peli negra.

Le entrego el dólar y me da una escopeta que para mi sorpresa es bastante pesada.

Rich y Diana hacen lo mismo.

Trato de apuntar a un saco de arena que está a unos 4 metros.

Pero la "bala" sale disparada hacia otro lado, es más difícil de lo que pensé, intento acomodar de nuevo la escopeta y al escuchar el disparo de Diana me asusto. Diana logra derribar un saco, y otro y otro...y su premio es un hermoso panda de peluche. Ella se va contenta con los chicos que están comiendo hot-dogs.

Rich solo logra derribar dos y le dan de premio una flor de peluche bastante colorida.

Intento apuntar a un saco pero nuevamente fallé.

— Separa tus piernas— dice este.

— ¿Qué?— lo miro extraño.

— Eso ayuda a tu equilibrio, separa tus piernas— hago caso a lo que dice Rich— levanta el mentón y acerca la escopeta a tu barbilla, no te agaches a su altura, tú la controlas no ella a ti— dice levantando mi mentón con sus dedos fríos lo que me causa escalofríos.

Hago caso a lo que me dijo y disparo pero no, no logro nada.

— Me estás engañando— lo miro seria pero solo quiero reír al ver su cara.

— Oye...no es mi culpa que seas mala para esto— él ríe, sus ojos azules se achinan al reír y su carcajada me contagia.

— Pensé que eso iba a ayudar— disparo al azar pero solo logré derribar una pero no gane nada.

— Se supone que te ayudaría, es mi táctica — me mira a los ojos.

— Vaya táctica tienes— río, miro los premios y hago puchero— ni siquiera alcancé un premio de consuelo— observo los premios, hay más flores como las de Rich, hay llaveros y peluches muy pequeños.

Vuelvo mi mirada a él y está pensativo mientras se muerde su labio inferior.

— Toma, este es tuyo— me tiende su flor.

— Rich, ese es tu premio no puedo quitartelo— río.
— No me lo estás quitando, te lo estoy obsequiando...pero si no lo quieres— se lo guarda lleva a su bolsillo pero le agarro la mano para recibirla, lo cual me lleva a sentir otra vez algo en el estómago

— Sí, la quiero...gracias— el me la entrega y sonríe.

— Okaaay, ¿Tienes hambre? Podemos ir a comer algo— pregunta metiendo sus manos en su chaleco.

Miro a los chicos y al ver que los observo giran su cabeza rápidamente lo que me hace reír.— Sí, hay que comer algo— acepto.

Hacemos la fila y al llegar Rich pide una hamburguesa y luego me mira —¿Qué quieres comer?— miro el menú y hay muchísimas cosas, pero tampoco quiero aprovecharme de Rich ya que él invita.

— Unas patatas fritas están bien por mi— sonrío, él me mira con los ojos entre cerrados y habla al que atiende.




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