Eres mi vida

Capítulo 18

Ya es viernes, por fin...la semana pasó muy lenta, en clases no hacemos mucho y hoy solo iremos medio día.

— Buenos días— digo a Mamá y a Will.

Espero que no se haga costumbre ver a Will aquí, es simpático pero no se es raro, ya es segundo día que lo veo por aquí.

— Buenos días Beth— responde Will.

— Hola cariño, te preparé el desayuno...¿Los chicos pasarán por ti? O ¿te paso a dejar?— dice cogiendo su cartera roja de combina con su falda de tubo, lleva un camisa holgada negra por dentro de la falda y unos tacones que hace juego con la camisa, lleva su cabello recogido en una coleta elegante.

— No te preocupes, vendrán por mi— digo recordando el mensaje de James.

"¿YA TE LEVANTASTE? NO TE QUEDES DORMIDA QUE HOY ES ÚLTIMO DÍA DE CLASES, PASO POR TI EN 10, Y NO, NO ESTOY GRITANDO, NO SE QUE LE SUCEDE A MI TECLADO"

— Está bien cariño, ¿nos vemos en el concierto?— dice dándome un beso en la cabeza ¿desde cuándo hace eso?.

— Sí, ahí los veo— se despiden y se van.

Dios que raro se está poniendo esto...

Termino mi desayuno y lavo mis dientes, James ya está afuera esperándome con los chicos.

— BUENOS DÍAS ELIZABETH — dice James asomando su cabeza por encima del techo y con sus palmas golpea levemente.

— Buenos días James, y a todos— digo extrañada, está muy contento.

— No le des mucha importancia...suele ponerse así cuando está feliz— dice Emma a mi lado.

— Espera al medio día, será insoportable— agrega Diana, yo sonrío...me causa ternura y gracia ver a James contento.

Las clases fueron aburridas, no hicimos nada en verdad solo conversamos sobre el viaje, estamos muy contentos por ello y ya comienzo a entusiasmarme, Rich estuvo algo distante por el tema pero esperamos que él cambie de opinión

— Bien chicos, Espero que tengan unas excelentes vacaciones y la pasen genial, nos vemos el próximo año...son libres de irse— dice el profesor Smith.

Nos levantamos de nuestros asientos todos casi al mismo tiempo y salimos.

— ¿Nos vemos hoy en mi casa?— dice Emma.

— En eso quedamos ¿no? Igual llegaré tarde, debo ir a entregar unos pedidos de la tienda de mi padre— contesta James, nos sentamos donde siempre, bajo el árbol que está rugiendo sus hojas con el viento.

— Bien, Le diré a Nonna que saldré un momento...aunque dude que lo recuerde, ya que mis padres no estarán en casa hasta las 5— Habla Diana.

— ¿Beth?— dice una voz muy conocida a mis espaldas, aquella voz me dió un escalofrío. Doy media vuelta y me encuentro a papá con una sonrisa.

— ¿Papá? ¿Qué haces aquí?— me levanto de inmediato y él me abraza.

— Dios, te extrañé mucho...vivir aquí te ha sentado bien, estás hermosa— se separa de mi y aprieta mis brazos.

— ¿Sucede algo?— le pregunto, no quiero ser fría con él, lo amo pero no me llama nunca y la última vez que me llamó me dijo cosas hirientes y ahora aparece como si nada.

— No...en realidad Sí, yo sé que cometí un error el otro día, pero mírame, estoy muy bien y quería venir a pedirte disculpas personalmente— dice algo triste.

Dios, es mi padre no puedo no perdonarlo...pero recuerdo lo que dijo y me duele.

— Papá...¿si quiera te acuerdas lo que dijiste?— niega con la cabeza— Me dijiste que yo te abandoné, que nunca te amé...¿sabes cuanto me dolió? ¿Sabes cómo te lloré? — el evita mi mirada y niega— Yo Te amo papá, y Jamás te abandoné, ¿quieres que lo diga? ¿Quieres que yo te diga lo que pasó en verdad?— me mira con los ojos llorosos — tú fuiste quien me abandonó, no yo...

Mis lágrimas caen y doy media vuelta para ir corriendo al bosque, siento una adrenalina que jamás había sentido, en mi vida le había hablado así a mi padre.

Corro hasta llegar a la famosa cascada, el sonido del agua de cierta manera me tranquiliza, me siento en una roca y miro el agua caer.

Escucho a mi derecha una rama romper a lo que miro en esa dirección y veo a Rich con mi bolso en sus manos.

— ¿Estás bien?—  dice sentándose a mi lado.

— Es que no entiendo, Ya sabes lo que pasó, estuviste conmigo después de ello y no me habló en días y ¿ahora aparece como si nada?— mi mente está entrando en un estado de confusión.

— Beth, Sí, no negaré que lo que hizo tu padre está mal, muy mal. Pero es tu padre y cuando te fuiste dijo que él nunca se iba a perdonar por ello, se veía realmente sincero— dice mirándome a los ojos.

— ¿Lo dijo?— digo sorprendida.

Mi padre puede tener miles de defectos, pero él nunca miente, la única vez que recuerdo que mintió fue cuando engañó a mi madre, pero sacando eso siempre ha sido sincero.

— Mi padre es de las personas que conozco que extrañamente mienten, si lo dijo en voz alta para que escucharan que lo dijo es verdad. Dios, lo amo Rich es obvio es mi padre pero siempre tendré presente que él decidió romper una familia, su propia familia— una lágrima desliza por mi mejilla, la cual él la limpia con su dedo pulgar.

— Un hombre siempre cometerá errores Beth, y nuestro trabajo es remediar eso porque los hombres estamos hechos para eso, para cagarla y hay unos errores que son muy malos y no tienen perdón, pero hay unos que se pueden arreglar y eso es lo que tu padre está haciendo, está tratando de arreglar un error que el mismo cometió porque no te quiere perder. A pesar que hizo lo que hizo, él te ama se nota al mirarlo, y si vino hasta aquí en persona para disculparse por lo que hizo eso dice muchas cosas Beth— dice sincero.

Rayos, tiene razón ¿no?, ahora siento una pizca de culpabilidad.

— No lo estoy defendiendo si es lo que piensas, solo me he puesto en su lugar— asiento, lo entiendo perfectamente— me pongo en el lugar de que, si yo tuviera a mi esposa y una hija, y cometiera el error de engañarla...sí, es la cagada del año, pero no quisiera perder a mi hija, no quisiera que ella se sintiera abandonada e iría con ella, para estar presente en su vida...para ser su padre y que ella me diera la oportunidad de estar ahí— dice tomando mi mano.




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