Eres mi vida

Capítulo 26

La abue saludó a todos y nos preparó una cena. La lluvia ya cesó y queremos salir a dar un paseo, la noche en esta ciudad no es como en Seattle pero hay bastante que recorrer.

—¿A donde Irán?— papá se acerca y mira a los chicos.

— Aún no lo sabemos, ya se hizo tarde y es algo peligroso deambular por las calles— Le respondo — Pero aún así vamos a salir, tenemos que aprovechar todo el tiempo posible — le dedico una sonrisa a los chicos quienes están escuchando atentamente, de reojo observo a Rich quién está mirando el suelo.

— Es cierto, sin embargo si quieren relajarse o algo por el estilo a unas calles abrió un lugar donde suelen ir muchos jóvenes de su edad, no sé muy bien de que trata pero es algo parecido a una discoteca— elevo mis cejas sorprendida, es algo extraño oír a mi padre recomendarme ir a un lugar así.

— ¡Sí! suena divertido y nos vendria bien algo asi... y sería nuestra primera vez, en Hill Street no hay lugares así— Diana habla emocionada.

— Me parece una gran idea— Rich dice y todos lo miran raro.

¿Rich? ¿Quiere ir a una fiesta? Lo miro con una sonrisa, definitivamente él no es como lo conocí él está mejor.

— Bien, hay que ir entonces— opino elevando mis hombros.

Las chicas fueron a la habitacion de invitados donde tienen sus cosas, al parecer se van a cambiar, yo pienso quedarme así; con unos Jeans ajustados y una camiseta ancha, es comoda. de los chicos adrien y Rich tambien se fueron a cambiar.

— Te ves bien así, no tienes que preocuparte de arreglarte—  James dice sentandose a mi lado, yo lo miro y le doy una sonrisa.

— Gracias, ¿Tú no te cambiarás? es decir, te ves bien así pero todos han ido—  él niega y chistea.

—  No, me siento bien así además—  se acerca a mi oido después de ver que nadie este viendo— no veo la necesidad de ponerme algo llamativo si la que me gusta ya me observa con mis trapos viejos—  se aleja y reímos.

—  Bueno sí, tienes razón— Se escuchan unos pasos y miramos hacia el pasillo.

—  Estas chicas se demoran mucho en el baño,  tengo mis necesidades, soy una anciana... ¡Cariño! ¿Por qué no te cambias eso? mira, como puedes andar con pantalones rotos, dejáme buscar un hilo y una aguja...—  la interrumpo con una sonrisa.

—  Abue, son así, no están rotos solo que así es la moda ahora y me gustan.

—  ¿Cuando será el día en que vuelva la moda de antes? ni siquiera usabamos pantalones, yo me ponía unas faldas y vestidos muy largos, ¡eran hermosos! si tan solo los tuviera aquí te los daría.

Ay no, mi abuela y sus opiniones sobre la actualidad.

— Los tiempos cambian abue, y tranquila te aseguro que no soy la única que irá con pantalones—  Las chicas atraviesan el pasillo haciendo sonar el piso con unos tacones.

Diana trae puesto un mono negro con estampado de flores verdes que hacen juego con sus tacones de punta.

Emma trae un vestido dorado ajustado con un chaleco blanco y sus tacones igualmente blancos.

— Se ven hermosas—  James dice mirando a Di, creo que iba dedicado a alguien en especial.

Emma gira los ojos y me mira arrugando su frente.

— ¿Por qué no estás lista?—  Me pregunta con una mano en su cintura.

—  Lo estoy...—  Emma toma mi mano.

—  No lo estás... Di, ayudame aquí—  Diana se acerca a mi y abre sus ojos igualmente.

—  ¿Por qué no estás lista? es decir, te ves hermosa asi pero vamos a ir a un lugar que nunca habiamos ido...¡Ya sé! Emma ¿has traido tu blusa de tirantes? la que es de seda.— Emma asiente.

— ¡Sí!, y con tus tacones, los que nunca usas pero gracias a mi lo trajiste, yo sabía que los ibamos  necesitar— Ambas estan emocionadas, yo no sé si deba hacerlo, ¿Para qué?...pero por otro lado hay una vocesita en mi cabeza que me dice que lo haga para impresionar a cierta persona, dios estoy segura que esto se está saliendo de control, me está dando miedo no poder controlar estos sentimientos y que sigan creciendo.

Tengo miedo porque nunca me ha gustado una persona como Rich está comenzando a gustarme, tengo miedo porque ¿y si él no siente nada? eso es seguro, está saliendo de una gran tristeza y lo que menos quiere es amar a alguien por miedo a perderlo, y lo entiendo.

— Está bien, ¿Qué van a hacer conmigo?— Diana da una risita y sube las escaleras yo la sigo hasta llegar a la habitación de invitados.

Emma abre su maleta y saca una camiseta de tiras y de seda blanca, me la tiende con una hermosa sonrisa.

— No sé si me quede...— la recibo y Emma me observa con una ceja elevada.

Las chicas se dan media vuelta y con cuidado me pongo aquella camiseta.

Las chicas se vuelven para mirarme y sonríen.

— Te ves hermosa...— suspiro.

— No lo sé, no suelo usar cosas ajustadas a mi cuerpo— y es verdad, siempre estoy con overzise, mom jeans y cosas así.

— Lo sé, pero una noche no hará la diferencia, ¡Dios! Tienes un cuerpo hermoso y se te ve hermoso en esa camiseta...¿Sabes? Te la puedes quedar— Emma se acerca a mi.

— No, es tuya...no puedo— me interrumpe.

— Claro que sí, te queda mejor...— suspiro y le regalo una sonrisa.

Diana me tiende sus tacones y me los pongo, hace mucho que no uso tacones, por suerte no son altos y son muy cómodos.

— Te ves...es que ¡Ah! Eres hermosa— chilla Diana.

— No más que ustedes— las abrazo— Gracias.

— Falta algo— Emma se separa un momento y busca algo en un bolso de mano, saca al parecer un lápiz.— Siéntate y cierra los ojos...

Hago caso, siento curiosidad. Siento algo líquido sobre mis párpados así que abro mis ojos.

— ¿Que haces? Cierra los ojos lo vas a arruinar— Diana me dice y al instante los vuelvo a cerrar.

Al terminar Emma me dice que los abra y hago caso, se siente raro.

— Te quedó muy bien, ten— Di me pone en cima de los labios algo de brillo.

— Un maquillaje sencillo pero hermoso— Emma me da un espejo pequeño para que pueda verme.




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