Eres mi vida

Capítulo 34

Ayer fue una noche muy emocional, jamás imaginé que Rich se tatuaría y menos algo por mi, después de ello me llevó a cenar, y ¡Sí! Hemos tenido nuestra primera cita, conversamos muchas cosas que antes no tuvimos la oportunidad de hablar, Rich derramó una copa de vino en sus pantalones y eso siempre lo recordaré para reírme de él.

Dos toques suaves en la puerta hacen que abra mis ojos y me levante de la cama con pereza.

— Buenos días Beth, me preguntaba si quisieras acompañarme este día con mis amigas como una despedida de soltera pero más relajado.

No me imagino caminando junto con sus amigas, además que son mayores y estaré  de cierta forma excluida aunque es un lindo gesto el invitarme.

— Oh, Kat... me encantaría, pero quedé en salir con Rich a hacer algunas compras.

Le dedico una sonrisa amable y sonríe.

— No pasa nada, está bien...que se diviertan.

— Igualmente.

Se gira al pasillo y se marcha haciendo que sus tacones resuenen en la casa.

Anoche en plena cita recordé que no tengo vestido aún para la boda, así que hoy será un día de compras con Rich.

Tomo una ducha fría y me visto dejando mi cabello peinado, al salir del baño bajo a la cocina para desayunar.

— ¡Hija! ¿Cómo estás?

— Bien, ¿Cómo estás tú?

Sonrío al verlo algo emocionado y nervioso.

— Muy bien, ha venido tu tío Steven se emocionó mucho cuando le dije que estabas aquí, quizás más tarde vendrá para saludar.

El tío Steven es el hermanastro de papá, son muy unidos y él siempre ha sido una persona genial conmigo.

— ¡Genial! De hecho ahora saldré con Rich, iremos a comprar algo...

Omito el tema del vestido, de seguro me va a regañar.

— Está bien, yo hoy saldré con mis nuevos amigos del trabajo.

— ¿Trabajo? ¿Desde cuando?

Sonrío y voy a abrazarlo el que recibe rápidamente, Papá no ha tenido trabajo desde hace meses, desde que volvió a beber y es muy emocionante como ha dejado eso atrás.

— Sí, he encontrado una empresa nueva que le está yendo muy bien y soy el arquitecto central en la compañía, dentro de algunos días cumpliré un mes de trabajo.

— ¡Me alegro mucho por ti! esto es muy bueno, en serio, felicidades.

Me separo de él y lo miro sonriente, él está con los ojos húmedos.

— Es por ti, por mi...y por Kat junto a nuestro bebé que viene en camino...

La noticia es impactante tanto que siento todo dar vueltas y mi respiración está acelerada, un bebé que viene en camino...de papá...¿es mi hermano? ¿Seré hermana?

— ¡¿Qué?!

Digo bajando la mirada al suelo, los recuerdos vuelven a mi, cuando mamá lloraba mientras veía los test negativos y negaba con la cabeza a papá, quién la abrazaba y lloraban juntos, yo no me acercaba a ellos pues se suponía que estaba dormida, como todas las noches que pasaba ello, yo no entendía, era pequeña, un día en el que les dije que estaba aburrida y que me sentía sola les dije que anhelaba tener un hermanito o una hermanita, mamá se puso de cuclillas y me besó la frente.

— Lo siento mi pequeña, me temo que eso no es posible.

dijo al borde de lagrimas, yo pensé que no querían tener más hijos, pero era todo lo contrario, cuando pasaron los años entendí las visitas al doctor con mamá, entendí los test negativos, entendí el porque el tema de hablar de bebés era sensible, entendí los llantos y abrazos de mis padres en las noches, ahí entendí que no podrían tener hijos porque mamá se volvió infértil por falta de óvulos.

Seco mis lágrimas y miro a mi papá con las esperanzas que tenía de pequeña, mi anhelo se hará realidad, ni conozco al bebé y ya lo amo.

— Tendremos un bebé, serás hermana...serás la hermana mayor que siempre quisiste ser.

— ¡Ay! ¡Felicidades papá! estoy muy emocionada por ustedes.

— Gracias hija.

Me seca las lagrimas y me abraza.

— ehh...¿Está todo bien?

Me doy media vuelta al escuchar a Rich.

— Sí, de maravilla— seco mis lagrimas y me acerco a él con una sonrisa — La familia se agranda, hay un bebé en camino...

Rich mira a mi padre y se acerca a él y lo abraza felicitándolo.

— Gracias muchacho, ya debo irme... Hoy a la noche saldremos a cenar los cuatro... Cinco— sonríe y yo asiento más feliz que nunca.

Papá se fue a su coche y Rich se acerca a mi, me da un corto beso en los labios y me mira.

— ¿Vamos?

— Vamos.

Tomamos un taxi para el centro de la ciudad, entramos a muchas tiendas pero no eran vestimentas formales para una boda, sino más para fiestas.

— Mira esta

Observo la tienda que Rich me índica y entramos, es muy formal y parece tener lindos vestidos.

— Mira este, es precioso.

Es un vestido negro ajustado hasta la cintura y luego suelto, es de una tela suave y muy bonita. Entro en los probadores y me lo pongo con cuidado, al mirarme en el espejo sonrío, me encanta.

— Y...¿Qué tal?

Corro la cortina gruesa y Rich al observarme se acomoda en su asiento y me mira detenidamente, pero no me hace sentir incomoda, todo lo contrario ya que su mirada da mucho de lo que piensa, así que sonrío.

— Te ves...te ves hermosa Elizabeth.

— Gracias, Frederich.

me vuelvo a cambiar y voy a la caja para pagar por el vestido.

Al salir de la tienda Rich entrelaza nuestras manos.

— ¿Quieres un helado?.

Asiento y sonrío.

— Conozco un lugar donde preparan los mejores helados de San Francisco.

.

— Elizabeth Roux.

Dejo de mirar al rededor del mirador del parque y me centro en él.

— Frederich Moore.

— Hay algo que tengo que hablar, pero necesito que me escuches y después contestes una pregunta con toda tu sinceridad.

— ¿Qué sucede?

me acomodo para escucharlo mejor.

— Ni siquiera se por donde comenzar, y ya no tengo miedo así que comenzaré y ya, ambos sabemos que nos conocemos hace unos meses y bastaron para que yo me enamorara de ti, porque se que tu eres mi otra mitad, mi alma gemela, la otra perteneciente de mi hilo rojo, mi media naranja, mi persona...eres todo para mi Eres mi vida y quiero dejártelo claro antes...— Da un suspiro nervioso — No se establece un tiempo para amar y eso es obvio, ya que desde el primer momento en el que te vi te amé, y ahora te amo mucho más y sí, quizás se debería esperar más o algo por el estilo, pero está más que claro que funcionamos perfectamente juntos, y esta tarde me atrevo a decirte que no quiero esperar un segundo más, no quiero que el tiempo pase por nuestro lado y nos quedemos varados sin ser nada, Elizabeth...¿Quieres ser mi novia?, Quizás deberíamos conocernos más, pero al mirarte a los ojos siento que te conozco de toda la vida y...




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