Los días transcurren y sin mi novio, todo es tan vacío dentro de mi corazón, recojo una flor del sendero, es igual a la que Rich me regaló una vez. Sonrío al recordarlo.
— Está creciendo muy bien, ¡Que maravilla!
Doy un pequeño salto por el susto y me giro sobre mi eje para encontrarme a una Cassie con una sonrisa de oreja a oreja, han pasado algunas semanas que no hemos hablado, solo la veo y nos saludamos de lejos. La miro extrañada por su comentario.
— Las flores, el invierno se aleja.
Entiendo su comentario y sonrío.
—¡Cassie! Díos mío, hace mucho que no hablamos ¿Cómo estás?
Me acerco y le doy un abrazo, está fría, como siempre.
— Bien, muy bien. He ido a dónde mi madre y mi hermano.
Me sorprendo al oír eso.
— ¿En serio? ¿Y qué tal? ¿Cómo están?
— De hecho excelente, mi madre está muy bien y mi hermano ya está totalmente mejorado es un sueño hecho realidad, ya ríe y su ánimo es el mejor, se ha levantado, ya camina nuevamente.
Unas lágrimas se caen de sus ojos azules.
— Me alegro Cassie, de verdad, estoy feliz por ello.
— Gracias Beth, ¿Y tú? ¿Qué me cuentas?.
Doy un suspiro y vuelvo a caminar pero con ella a mi lado.
La pongo al día, mi relación con Rich y como ha evolucionado, mi relación con mi padre que ha mejorado bastante. Cuento todo lo que he vivido hasta el día de hoy.
— Me alegro que hayas pasado buenos momentos, en un punto puede que sientas que la vida se te caiga a pedazos y que caes constantemente pero con tiempo, paciencia y amor puedes superar cualquier obstáculo que tengas, la pena no es para siempre, es un dolor que te acompañará toda la vida pero eso no quiere decir que no volverás a reír, a amar y volver a ser feliz.
Una lágrima se resbala por mi mejilla y la quito rápidamente para sonreír.
— Tienes toda la razón Cassie.
— Bueno, Beth... Te veo por ahí, fue un gusto hablar.
Me despido de ella y sigo mi camino a casa. Al llegar veo en el porche una silueta muy conocida que hace que mi corazón reviente, corro hacia él y lo beso.
— Te extrañé mucho amor.
— Y yo a tí, ¿Por qué no me avisaste que llegaste antes? Pensé que volverías dentro de dos días.
— Sí...con respecto a eso— Se rasca la nuca— tenemos que hablar.
Asiento y le hago una señal para entrar a la casa, pero al entrar noto que está totalmente oscuro y se escucha un martilleo en la sala.
— ¿Mamá?
Tropiezo con una maceta de la entrada, Rich me sostiene antes de caer. Saco mi celular y enciendo la linterna. Al llegar a la sala veo a Will con la mitad del cuerpo en el entretecho y mamá alumbrando desde abajo.
— ¡Chicos! ¡Hola! ¿Cómo están?
— Bien...¿Que sucedió?
Mamá suspira y resopla.
— Hubo un cortocircuito, hemos estado sin luz por horas. Fuimos a comprar algunos cables y Will los está cambiando.
— Entiendo...
— Beth, cariño ¿Puedes encender la eletricidad para ver si funcionó?
Me pide Will bajando cuidadosamente la escalera.
Hago caso y Rich me acompaña, y al encenderla la casa se ve iluminada nuevamente.
— Mi futuro esposo, tan productivo.
Mamá lo abraza y Will no duda en devolverle el abrazo.
— Freddy, ¿Te quedas a cenar?
Miro a Rich y me sonríe.
— ¿Porqué no?
— Bien, estaba pensando en ir a comprar unas pizzas o tal vez sushi.
Veo que mamá me mira burlona.
— ¡Que chistosa que es mi madre Ja Ja Ja!
— Era una pequeña broma cariño.
Con la medicina me he sentido mucho mejor, pero hace dos días volví a vomitar y mamá ya estaba muy preocupada así que me llevó al hospital nuevamente y el doctor me dijo que lamentablemente después de mejorar de la infección estomacal me cogió una nueva, así que estoy hasta la cabeza con tanta medicina.
— No se preocupe por la cena Anna, con Beth la vamos a preparar.
Miro a Rich.
— ¿Vamos? me huele a dúo— Mamá ríe por mi comentario y Rich me dirige una mirada de mala gana— Lo siento cariño, te ayudaré. Estoy cansada, hoy tuve examen de ciencias.
— Por cierto, ¿Cómo te fue? las ciencias no son lo tuyo.
— Gracias Will, pero sí, me fue bien o eso al menos espero.
— ¿Y que hay de ti, Freddy? ¿Los viajes no te afectan en los exámenes?
Mamá pregunta pero Will responde por mi novio.
— Si sus tutores firman un acuerdo con la directiva de la escuela es posible que Rich pueda dar los exámenes cuando vuelva de sus viajes.
— Así es.
— Entonces dentro de estos días tendrías que dar el examen, cariño.
Él asiente y lo noto raro inmediatamente.
— Bien, Rich ya sabes donde está todo para que comiencen con la cena, nosotros ordenaremos este desastre
Mamá apunta la sala, con las herramientas en el suelo y los sofás en cualquier lado menos donde corresponden.
— ¿Estás bien?
Pregunto a Rich cuando llegamos a la cocina.
— Sí, es solo que tengo una mala noticia.
Elevo mis cejas y pregunto cual es esa noticia.
— Hemos llegado dos días antes porque con mi padre tenemos que ir a New York, un viaje de emergencia en la nueva sucursal.
Un sentimiento de vacío me llena el pecho.
— ¿Es broma? — Niega — ¿Cuándo se van?
— Mañana — Aparto la mirada y doy un suspiro — Será por una semana, te aseguro que pasará volando y volveremos para ir a la playa, en eso quedamos ¿No?
— ¿Una semana? no podré vivir una semana sin ti, es mucho tiempo.
— Sí, es mucho tiempo pero, cariño... para mi también es eterno.
Lo abrazo y le doy un beso corto.
— ¿Qué vamos a preparar?
cambio de tema para no largarme a llorar porque el amor de mi vida se irá lejos una semana.
— Hagamos una pasta, ¿Puedes comer eso?
— Sí
Comenzamos a preparar la dichosa cena a punto de ingredientes y demuestras de cariño, al terminar preparé la mesa y nos sentamos a comer.
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Editado: 26.04.2024