Eres mi vida

Capítulo 41

Han pasado 5 años, duros 5 años desde mi funeral, no mentiré en que he sido una cobarde. No me he atrevido a acercarme a Hills Street desde ese día pero hoy me armé de valor y aquí estoy.

" Elizabeth Roux

2003-2021 

Siempre serás la estrella que más ilumina el cielo"

 

Pensé que me habrían olvidado, que todos seguirían con sus vidas pero las flores y las fotos que yacen en mi tumba me demuestran que aún vivo con ellos. A mi lado un niño pequeño deja flores para mí.

—¿Conocías a mi Tía Beth?

Me pregunta el pequeño, me está mirando a los ojos ¿Cómo es posible? Yo asiento desconcertada.

— Yo no, pero me hubiera gustado, mis papis dicen que era muy hermosa. ¿Era tu amiga?

— Algo así, yo...

— Oye, te pareces mucho a ella, mira esta foto—  El niño se tarda en hablar un segundo — ...Eres ella ¿Cierto? bueno ahora al mirarte puedo confirmar que eres hermosa tía Beth, te traje esto — Deja unas flores en mi tumba—  Mi mami viene en seguida es que con la panza que lleva le cuesta caminar un poco

Miro a donde señala el pequeño niño de cabello castaño y con muchas pecas, Diana viene de la mano junto con James.

Una mano se va a mi boca y una lágrima rebelde se resbala por mi pómulo.

— Tyler, ¿ya le dejaste las flores? Hay que cortarlas un poco, hijo y ten cuidado con las fotos.

— Lo siento —  Se disculpa Tyler y vuelve a dejarla donde estaba —  Le estaba enseñado a la tía Beth que es hermosa, ¿No es así?

El pequeño me mira y sus padres están desconcertados mirando a mi dirección pero no a mis ojos, así que dudo que me vean como él lo hace. 

— Ella está aquí...

Diana susurra y se lleva una mano a su boca y sus ojos se tornan aguosos. 

James se pone de cuclillas y saca una foto entre sus manos y sonríe, salgo junto con él, estamos manchados con harina ya que ese día intentamos preparar un pastel.

— Mi favorita siempre será esta—  Diana toma entre sus delicadas manos una fotografía dónde salimos los seis en la playa. — Todos éramos felices en ese punto. ¡Ay, Elizabeth! Cuanto te extrañamos.

— Yo a ustedes...

Me alejo por el bosque, me he perdido mucho...James y Diana ya tienen una familia. Quisiera pensar que Rich no, pero sería muy egoísta de mi parte, aún no puedo verlo, no tengo las fuerzas necesarias.

En unos minutos estoy fuera de lo que solía ser mi hogar. Entro y al escuchar la voz de mi madre rompo en llantos. En la sala hay muchos más cuadros de fotos de los que recuerdo, entre ellos hay una sobre su boda, mamá se veía hermosa. Otro cuadro que capta mi atención es de ella con un bebé en sus brazos. Y ahí estoy yo, es un cuadro grande en una repisa con un florero con hermosas flores y una vela.

Me sobresalto al oír a mamá detrás de mí, al girarme duele que sus ojos no me miren y sobretodo duele no poder abrazarla sin que me sienta, pero lo hago y siento como solloza.

— Ya son 5 años mi hijita, como te extraño...

— Cariño, ¿Estás preparada? Aún debemos pasar a comprar las flores.

— Jamás estaré preparada para verla bajo tierra, Will...

—  Sabes que ella está aquí, te acompaña siempre, amor.

— Lo sé

Camino hacia mi habitación y me sorprendo al ver todo tal y como alguna vez fue, no hay rastro de nada es como si aquí nunca hubiera muerto por culpa del fuego, me siento en mi cama y veo una repisa con flores amarillas y una carta. "La última carta" Dice allí, es de Rich tiene fecha de Hoy. Entonces, ¿Será que aún me querrá? quisiera leerla, amaría leerla.

Saco mis lágrimas y  me armo de valor. Al llegar a su casa todo sigue igual, subo a su habitación su cama está tendida y hay un carrito de juguete encima de ella, su clóset es más grande, y la foto de nosotros abrazados en un sillón mientras dormíamos me hace recordar todo lo que vivimos juntos. En su escritorio hay muchas hojas y un lápiz en cima.

Me giro sobre mi puesto y veo a un pequeño niño, rubio de ojos marrones con un dinosaurio de juguete en sus manos, está vestido de traje, él me mira con la boca abierta y su juguete cae al piso.

¿También logra verme? ¿Quién es este niño tan hermoso? Dios, es igual a Rich.

— Tú...eres tú...

Me pongo de cuclillas y el niño se me acerca y me toca la mejilla cariñosamente haciendo que corra una electricidad rara en todo mi cuerpo. Él me abraza y yo le correspondo, se siente muy real.

— ¿Me conoces?

le pregunto y él asiente.

— Obvio que sí, mi papá siempre me habla de ti.

Debe ser un nuevo hermanito de Rich, Su padre en mis últimas semanas me trató muy bien, hasta me dijo que era como su hija.

El pequeño me toma la mano y me lleva hacía la sala de estar donde me sorprende ver un cuadro mío en medio de muchos cuadros, entre ellos hay muchas fotos de Rich con este niño, un sentimiento me hunde el corazón.

— Eres tú, ¿Verdad?

El niño apunta el cuadro y yo asiento.

— ¿Me amas? Mi papá me dijo que donde sea que estés siempre me ibas a amar.

Yo llevo una mano a mi pecho sin entender mucho y asiento sin poder emitir alguna palabra.

— Brett, ¿Dónde estás? Tienes que tomar tus vitaminas y ya se hace tarde para ir a ver a mamá.

— Pero si mamá está aquí.

Observo a Rich entrando a la sala, no ha cambiado mucho solo que está un poco más alto y con una barba recién saliendo. Sus ojos azules se conectan conmigo y se queda perplejo al igual que yo.

— ¿Beth?... No, no, no...Brett, cariño, acércate a mi, ven...

— ¿Rich?... ¿Puedes verme? — Me acerco a él hasta quedar frente a frente.

—¿Papá? ¿Qué sucede? — Brett se acerca mirando a Rich...¿a caso le dijo papá? — ¿Ella es mami? es igual a la de la foto.

— Yo... No...Es imposible.

¿Me llamó mami? caigo de rodillas sin entender nada, Rich puede verme...Como yo veía a Cassie.




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