Narrador omnisciente.
—¡¿Por qué demonios no la trajiste?! Acaso no sabe que dentro de poco despertara su lado vampiro y lobuno —gritó furioso. Padre e hijo se miraba, la tensión era palpable en el ambiente. Sabia que era un peligro que ella estuviera en esa manada donde estaba su mate, ya que si ese perro la marcara todo se complicaría.
—Se que es un peligro padre, pero todo se complicó…
—¡¿Qué todo se complicó?! —volvió a gritar escolarizado —. Tendrías que haber matado a ese pulgoso, así como yo mate a sus padres, eres un inútil —Liam miro a su padre con furia, para él la única que ha existido siempre ha sido Kaela.
—Por si no te has dado cuenta, es el mate de Kaela y si lo matamos ella sufrirá, además su hermana es mi tua cantante. —le dice serio.
—Hay que resolver este problema lo antes posible, y traer a Kaela antes de que los Boutlyn se entere de que está viva.
(POV. Briana)
—¡Ahg! ¿Por qué tenia que ser un vampiro? —grito frustrada. La diosa luna me odia.
—Es nuestra alma gemela Briana —dice Leah mi loba.
—Pero no lo quiero como alma gemela, odio a los vampiros y su padre mato a mis padres. ¿Cómo espera que lo acepte sin más?
—Si lo sé, sin embargo, él no tiene la culpa de lo que hizo su padre.
—Aunque si tiene la culpa de lo que hizo hoy. Algunas personas de esta manada murieron por su culpa.
Leah no dice nada y niega, sabe que tengo razón.
Justo en ese instante entra Alex, se acerca a mi y sin decir una palabra me envuelve entre sus brazos.
—¿Cómo te encuentras? —su voz es cálida y me transmite tranquilidad.
—Creo que bien, supongo. —Lo escucho suspirar y caminar conmigo abrazada a el hasta un mueble de mi habitación.
—¿Es cierto que ese vampiro es tu mate?
—Si —respiro hondo —. No sé qué hacer Alex.
—Encontraremos una solución. —Su voz suena tensa.
—Pero ¿Cuál? —me separo de el para mirarlo a los ojos —La única solución que encuentro es rechazarlo, sin embargo es la persona hecha para mí, y no sé si podría rechazarlo. Odio a todos los vampiros, aunque estoy confundida con él.
—Supongo que te entiendo, no sé qué haría si mi mate fuera un vampiro.
Me quedo en silencio, desde el día que los vampiros del clan The Hell mataron a nuestros padres, el odio y la sed de venganza se hicieron más fuerte.
Cierro los ojos y trato de relajarme entre los brazos de mi hermano. No pasa mucho tiempo cuando caigo entre los brazos de Morfeo.
(POV. Alex)
Salgo de la habitación de mi hermana en silencio, luego de haberla dejado en su cama. No se como ayudarla y eso me frustra. Hoy fue un día realmente complicado, tuvimos que arreglar algunas casas que se vieron afectadas luego del ataque y solucionar que a Kaela no le pase nada. Esos vampiros la quieren y tengo que encontrar el por qué, pero si ellos piensan que se la llevaran, será sobre mi cadáver.
Hoy tenia una pequeña sorpresa para Kaela, se que para ella es difícil y quiero que se sienta bien conmigo y con la manada.
En la tarde, mientras estábamos paseando por la manada mande a dos de mis hombres a que fueran por la pertenecías de mi luna y la instalaran en la que sería nuestra habitación. También ya había hablado con el director de la universidad, donde le había informado que por algunos inconvenientes mi luna no asistió, pero que lo haría mañana sin falta, aunque ahora con la nueva amenaza no se si sea una buena idea. Pero hare todo lo posible para que ella fuera feliz; solo le pondré algunos guardias para que este bien protegida.
Llego hasta la cocina donde esta mi luna perdida en sus pensamientos. Me quedo un momento parado, ella es realmente bella. Tiene esos ojos grises como una tormenta, una nariz pequeña, esa boca rosada que me encanta. Su cabello es una mezcla de marrón claro y oscuro, es de estatura media, aunque al nosotros ser mas altos de lo normal la hacen ver como un gnomo de jardín. Su cuerpo tiene curvas donde debería tener, sin embargo, nada exagerado.
Me acerco a ella de manera sigilosa y rodeo su cintura con mis brazos.
—¡Buu! —susurro en su oído. Da un pequeño salto acompañado de un grito. Me rio suavemente a lo que ella me encara con el ceño fruncido.
—¡Eres un idiota! —me da un golpe en el pecho —. Me asústate —vuelvo a reír y dejo un beso en su nariz fruncida y otro en la comisura de su boca.
—Lo siento, pero te notaba muy concentrada y quise hacerlo. —Rueda los ojos.
—Te odio.
—Yo te quiero. —Le digo con una pequeña sonrisa a lo que se sonroja —. Bueno, ven, te quiero mostrar algo que prepare para ti.
—Oh, ¿Qué es? —sus ojos brillan de curiosidad. No respondo y la arrastro conmigo hasta el patio trasero.
Su boca se abre en una perfecta O, mira todo con fascinación.
—D…dios es h-hermoso.
Todo esta decorado con pequeñas luces, hay una pantalla y un proyector al igual que en el cine, el suelo esta cubierto por una gruesa manta y cojines a su alrededor. También mucha comida ya que ella ama comer.
—¿Te gusta? —pregunto un poco nervioso.
—¿Qué si me gusta? ¡Me encanta! —se abalanza sobre mí con emoción, hago que rodee mis caderas con sus piernas —. Gracias, en serio me fascina todo esto. — No me deja contestar y une nuestras bocas.
Amo besarla. Nuestras lenguas y boca se buscan con frenesí y desespero; nunca obtendré suficiente de ella.
Sus manos se enredan en mi cabello y tira de ellos para separar nuestros labios, suelto un jadeo cuando sus besos se dirigen a mi cuello, reparte besos y succiona con delicadeza.
—Mio —susurra haciendo que se me erice la piel.
Por la diosa, esta mujer es maravillosa.
—C-creo q…que deberíamos parar, si no queremos mostrar nuestra propia película. —Mi voz suena mas ronca de lo normal y se que mi lobo quiere tomar el control.