"Tu oscuridad siempre se escondera en lo mas profundo de ti."
Capítulo dedicado a KimberlinMecesial

Varios años atrás.
El dolor y terror que refleja su mirada me llena de satisfacción. Ver como la vida se le va de manera lenta y dolorosa, sus gritos llenos de súplicas es música para mis oídos.
—Ustedes los humanos son tan patéticos y frágiles. —Hundo mas mis garras en su frágil cuello; se retuerce de dolor a causa del veneno de mis uñas. Es fácil acabar con una vida —. Pronto acabará tu sufrimiento.
—N-no, no me m…mates por favor. —Su súplica hace que sonría. Quiere luchar, pero sus intentos son en vano. Aproximo mi rostro a centímetros de su cara dejando que vea mi verdadera apariencia, ese ser que es parte de mí. Se paraliza y un grito desgarrador sale de su garganta; lo ahogo con mis labios, robándole su último aliento con el aterrador beso de la muerte.
Ese beso con el que los boutlyn podemos robar las almas de nuestras víctimas para permitir una apariencia hermosa y sensual, donde atraemos a los humanos a una trampa mortal.
Es como el canto de la sirena, hermoso pero peligroso.
Me aparto del cuerpo y observo mi imagen en el espejo de la habitación. Mi aspecto se ve al de una inofensiva humana, pero bajo este disfraz se encuentra una depredadora cruel y sangrienta.
Miro por última vez al cadáver del humano y escapo del hotel sin que nadie me vea.
La oscuridad del bosque me envuelve, es una noche tranquila excepto para aquellos que están siendo cazados.
Observo mi muñeca donde tengo una marca. Es una serpiente enredada a una estrella. Tiene una leve luz y quema un poco, esto sólo significa una cosa; encontré a mi merakt.
Repaso mi alrededor hasta detenerme en él. Se está alimentando de un humano, aunque se detiene cuando siente mi presencia. Sus ojos rojos me observaban con fascinación, su boca manchada de sangre, los colmillos relucen en la oscuridad.
En sus ojos puede ver que me reconoce como su otra mitad. Tira el cuerpo unos centímetros lejos de él, se va acercando a pasos lentos. Estoy un poco aturdida, siempre pensé que mi merakt sería un boutlyn ya que mi especie no se involucra con otra especie; resultaría muy peligroso que descubran más acerca de nosotros.
Cuando se acerca lo suficiente a mi dejo que la oscuridad me envuelva, permiténdome irme sin ser detectada.
—¡No! —Lo escuché gritar mientras desaparecía de su vista.
Llego al bosque Saremich donde vivimos el resto de los boutlyn. Con cada paso que doy no puedo evitar pensar en ese vampiro, es raro. Los boutlyn no podemos sentir nada por nadie a excepción de nuestra alma gemela e hijos.
Mi corazón nunca a latido por nadie, soy despiadada y me encanta. Disfruto provocando dolor y asesinando, sin embargo es raro sentir una conexión por otra persona.
Entro a mi recámara, pero me llevo una desagradable sorpresa.
—¿Qué demonios hace en mi habitación, Lyon? —espeto con desprecio.
—Querida Eider, esa no es la manera de hablarle a tu futuro esposo. —Se burla acariciando mi mejilla.
—En tus asquerosos sueños me casaré contigo. —Hablo sin ninguna emoción en mi voz.
—Tú te casarás conmigo, quieras o no. —Aparto su mano de mi rostro.
—Sólo te diré algo Lyon, si te atreves a volver a tocarme, hablarme o tan siquiera respirar cerca de mí, te destruiré como a una simple rata —Una sonrisa cínica se dibuja en mi rostro —. Si quieres vivir, es mejor que no vuelvas a aparecer cerca de mi presencia. He matado a muchas gentes a lo largo de mi vida y una más en mi lista no hará la diferencia, querido.
—Yo te destruiré, juro que lo haré y gozaré muchísimo cuando te mate —borro mi sonrisa y me pongo seria.
—Quiero verte intentándolo.
Me mira una última vez y se va dando un portazo. Disfrutaré mucho cuando lo mate; será mas pronto de lo que cree.
Soy la pesadilla de muchos y también seré la de él.
Actualidad.
—Tenemos que estar preparados. Quiero la frontera bien protegida, pon a los gammas mas fuerte y ágiles. En los puntos claves tiene que haber grupo de treinta guerreros, también en la central donde siempre están los cachorros y la familia. Hay que estar protegidos para cualquier cosa —miro a mi beta y delta —. Los guardias que protegen a mi luna deben de estar muy al tanto de ella, no quiero que nada le suceda.
—Varios rumores circulan sobre los boutlyn, alfa. Dicen que quieren algo, pero no sabemos si es cierto o falso; hace muchísimo años que no escuchamos de ellos —anunció Samuel —. Las manadas vecina igual se encuentran inquietas, esas criaturas son peligrosas.
—Si eso es cierto, debemos reforzar mejor la manada y entrenar duro; no deseo que a nuestra gente le pase algo —suspiro frustrado, todo se complica —. En unos días debo ir ante el rey, convocó a todos los alfas. Debe de haber un problema grande para convocar a todos los alfas.
—Otro problema es nuestra luna —comenta James —. Algunas personas preguntan que por qué no se encuentra en la manada o si le ha pasado algo.
Llevo algunas semanas sin comunicación sin Kaela, excepto la información que me llega sus guardias. Matt y yo no encontramos desbastados. El alfa que vive en mi desea buscar a su mujer, pero tengo que respetar su decisión. Tener una luna es estabilidad, sin ella la manada es mas venerable, aunque deseo que ella este conmigo por voluntad propia.
—Lo sé. Prepararé un comunicado.
—Nosotros iremos a hacer algunas estrategias de lucha.
—En un rato iré a entrenar a los cachorros, se pueden ir.
Todo se complica, luego de ese ataque hay algunos vampiros merodeando cerca de la universidad y de la manada. Para complicar más las cosas, no sabemos qué tan cierto sea lo de esos boutlyn.
A esas criaturas algunos le temen de sólo mencionarlas, son crueles. Viven en un bosque encantado donde nadie sabe si ubicación. Las personas dicen que es la entrada al inframundo.