Elizabeth
Quedé con la coca abierta,al escuchar cada una de las palabra que salían de la boca de Oliver, me quedé callada por un segundo para luego empezar a contarle todo sobre mí.
— al menos tenemos algo en comun, así como tú te transformas en un hombre lobo yo me transformo en un venado, ésta es mi primera transformación como mujer todo es nuevo para mí hasta mi cuerpo, soy hija de un dios lo que me lleva ha ser una deidad mi trabajo es ser la protectora del bosque, sanar animales heridos reparar y dar vida a flores, árboles quebrados o muertos, amo la naturaleza amo mi hogar cada peña creatura que se encuentra en el y asta aquellos animales que pueden llegar hacer un peligro para mí los amo igual como ellos me aman a mí ahora debo ir hablar con mi padre para que me explique todo lo que me pasa, porqué mis heridas no sanan ya que por ser una deidad soy inmortal y puedo sanar muy rápido — le explico todo, me mira y me da una sonrisa de medio lado, toma mi cara se acerca quedando milímetros de mí, rosando sus labios con los míos, sintiendo de nuevo miles de mariposas en mí interior, se separa llendo hacía mi oído y me dice con voz ronca —Eres tan inocente hermosa e increíble te amo—, mi cuerpo tiembla al escuchar su voz tan sensual sintiendo húmeda mi intimidad.
Oliver.
Su voz parece una melodía, escucho cada palabra y solo pienso lo hermosa y pura que es su alma me hacerco ha ella y doy un casto beso en la camisura de sus rosados labios, me dirijo a su oído y le digo unas pocas palabras que hace que su cuerpo se erize, sonrió porque su cuerpo reacciona con tan solo hablarle, me paro y voy hacía la cocina que dando a espaldas de ella para volver hacer la primera pregunta que le hice — ¿Que quieres comer?— se queda callada para después tartamudear —ammmm.....eeeeh.....— solo dime, te daré lo que me pidas.
Elizabeth.
Mi cuerpo no para de temblar me siento extraña, el se levanta alejándose de mí dirigiéndose hacia la cocina quedando de espaldas, lo observó de arriba hacia abajo detallando su hermoso cuerpo nunca avía visto a un hombre tan sexy como él, —¿Que quieres comer?— me pregunta con esa sexi voz que de nuevo me hacía temblar poniéndome nerviosa —ammmm...eeeeeh.... — tartamudeaba, no sabía que decirle pues en mi forma de animal siempre he comido hierba—solo dime te daré lo que me pidas — escuché que me decía mirándome fijamente, mi corazón está acelerando escupiendo la palabra ¡Hierba!, Quería decir cualquier otra cosa pero no podía mentir, los ojos de Oliver se agrandaron diciéndome — te daré tu hierba pero primero vas ha probar mí comida ¡Se que te gustará!— observó como coge un objeto de aspecto filoso cortando diferentes frutas depositandolos en un recipiente trayendolos hacia mí, toma con uno de sus dedos un trozo de manzana, lo dirigió a su boca muy despacio pasando su lengua por sus labios, me hizo desear comer de su boca —¿ Quieres?— asentí con la cabeza para después colocarse un trozo en su boca y dirigirse a la mía.