Eres mía

Capítulo 6

En la mañana siguiente

Dante: tengo que decirles que al fin encontré a la mujer con la compartiré mi vida para siempre. Nada más quería que lo supieran, porque esta tarde pienso pedir su mano en matrimonio.

Leonardo: como esta eso de que te vas a casar y antes necesitamos saber a qué clase de familia pertenece para poder darte nuestro consentimiento.

Dante: en esta ocasión se te olvido cuantos años tengo. Además, tome esa decisión por voluntad propia y me voy a casar con una de las hijas del señor Harrison.

Verónica: ella tan siquiera es de nuestra misma posición social y me imagino cuál de ellas es. Sabes que solo debes de estar al lado de una mujer a la que puedas amar.

Dante: bien saben que yo jamás he creído en esa palabra y a mi futura esposa se lo hice saber para que se diera cuenta que era lo que le esperaba con nuestro matrimonio.

Verónica: pienso que hiciste demasiado mal al decirle lo que pensabas y te recuerdo que cuando estés a su lado necesitas ser respetuoso.

Dante: eso lo sé, madre. Ella será mi esposa y su nombre es Mariana Harrison Smith y estoy completamente seguro de que no se esperaban que la eligiera a ella.

Leonardo: te vas a casar con la única mujer con la que no deberías de hacerlo nunca. Porque su matrimonio estará destinado al fracaso.

Dante: no encuentro una razón lógica para no casarme con la mujer que elegí. Pero no creo que exista ningún motivo para evitar mi boda.

Leonardo: por supuesto que no existe nada que te lo impida y me refiero a que ella y tú son completamente diferentes. Jamás debes de olvidar que su apariencia física no es nada agradable.

Dante: quiero que entiendan que a mí lo que menos me interesa es su apariencia. Nada más que esta tarde iré a pedir su mano en matrimonio y ustedes son libres de acompañarme o no.

Verónica: nuestro deber es acompañarte y así lo haremos. Solamente quiero que nos digas la hora exacta para que podamos ser puntuales y te prometo que me encargare de que tu futura esposa sea feliz ese día.

Dante: muchas gracias, madre. Ahora necesito irme a la empresa, porque esta tarde estaré demasiado ocupado y sobre todo me falta comprarle su anillo de compromiso.

Victoria: eso es lo primero que deberías de hacer y si no hay un anillo no se va a poder celebrar su compromiso. Además, ese es un símbolo de amor verdadero.

Dante: no quiero volver a escuchar la palabra amor viniendo de ustedes. Necesito estar tranquilo y dejar de pensar en mi futuro a su lado.

Victoria: siempre nos decías que nunca ibas a necesitar el amor de nadie y presiento que ella te hará cambiar de opinión con el tiempo, pero acaso eso ya está pasando. Eso tú mismo te lo contestaras cuando la empiezas a extrañar de repente y no vas a saber la razón de eso, así que debes de cuidarla para que ella no se sienta sola cuando este a tu lado y a una mujer le gusta que le demuestren que la necesitan.




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