Humberto: ellas son demasiados perfectas para una persona como tú, así que eres el menos indicado para casarte con ninguna de mis hijas.
Dante: recuerde que nuestro matrimonio ya esta arreglado y nadie tiene derecho de interferir, pero sobre todo usted estuvo de acuerdo.
Humberto: lo que pasa es que no me gusta la idea de que te cases con Mariana. Porque se perfectamente que no la harás feliz y ella merece encontrar un buen hombre que la ame.
Dante: ese hombre esta enfrente de usted. Además, no necesito estar alejado de mi mujer y pienso llevármela conmigo como lo tenía planeado desde un principio y usted es el menos indicado para impedírmelo.
Humberto: mi hija pertenece a nuestra familia y no permitiré que te la lleves de esa manera. Debes de olvidarte de este compromiso sin sentido.
Ella sentía que esta conversación iba a terminar mal y tenía que intervenir para evitar que algo más pasara y debería de hacerlo ahora mismo, pero estaba dispuesta hacer lo que nunca imagino que haría.
Mariana: estoy lista para irme con mi prometido, padre. Eso significará que ya no será una carga para ustedes y lo que menos quiero es que no se vuelvan avergonzar de mi como siempre lo hicieron.
Dante: su hija acaba de tomar su decisión y necesita respetarla. Nada más que si no desean nuestra felicidad será mejor que no se hagan presentes en nuestra vida.
Mariana: quiero evitar los conflictos entre ustedes y sé que mi prometido es demasiado especial en ese sentido. Solamente que lo único que lamento es no salir de mi casa vestida de novia.
Dante: no debes de preocuparte por esas cosas y el día que nos casemos tendrás todo lo que soñaste, así que no debes de sentirte mal.
Mariana: estoy segura de que harás todo lo posible para que sea feliz ese día. Pero eso es lo que menos me preocupa, ya que me cumplirás todos mis sueños.
Dante: la felicidad de mi esposa será lo más importante para mí. Además, recuerde que ella tomo su propia decisión y siempre respetare su manera de pensar.
Ella se sorprende ante sus palabras y él mira a su prometida una vez más a los ojos al darse cuenta de que había tomado la decisión correcta de estar a su lado.
Mariana: la vida pone las cosas en su lugar y al fin después de tantos años al fin pude encontrar la mía. Nada más les aviso que Victoria se ira conmigo, porque ella es mi mejor amiga y sobre todo nunca la he visto como una sirvienta sino como una hermana.
Humberto: no puedo creer que veas a una sirvienta como si fuera tu hermana. Eso sería algo extraño, porque no tienes ningún lazo de sangre con ella.
Mariana: ustedes nunca me aceptaron por mi apariencia física y todos nosotros sabemos que esa es la verdad. Ahora debo de olvidar mi tristeza y se que al lado de mi esposo seré feliz.
Dante: por supuesto que lo serás y al escucharte decir que soy tu esposo. No puedo evitar pensar en adelantar nuestra boda y pensándolo bien no tengo ninguna necesidad de seguir esperando el tiempo para que se realice nuestra boda.