Mariana: debemos de entrar a tu casa. Además, no debes de besarme ante la presencia de nadie más y será mejor que siempre lo hagas cuando estemos solos.
Dante: sabe que eso no pasara. Pero no puedo controlarme cuando estamos juntos y lo único que quiero hacer es besarte como la primera vez.
Mariana: prefiero evitar hablar de esto y como todavía no soy tu esposa dormiremos en recámara separadas. Eso significa que lo haremos hasta que lo sea.
Dante: se que necesito respetar lo que me estas pidiendo. Solamente que el día de mañana será diferente, así que puedo esperar una noche más por ti.
Mariana: las palabras que acabas de decir las sentí demasiado extrañas y únicamente pasara lo que tenga que pasar entre nosotros hasta que te casas conmigo por la iglesia.
Dante: no importa el tiempo que pasa para nuestra boda religiosa. Porque serás mía y ahora si debemos de entrar a nuestra casa donde serás recibida como mi futura esposa.
Ellos entran tomados de las manos y Mariana no podía evitar pensar en la vida que le espera a su lado. Ella sabia que el destino le estaba dando la oportunidad de ser feliz y a los pocos minutos llegan a la sala para después tomar asiento.
Mariana: como bien sabes Victoria no es una sirvienta para mi así que te pido que sea tratada como si fuera mi hermana. Espero que eso sea posible.
Dante: entonces ella será tu hermana. Seguramente quieres cenar y eso es lo que haremos para que cuando terminemos las lleve a sus recámaras.
Victoria: lo que menos quiero es causarles problemas. Además, no tengo ningún problema con seguir siendo una sirvienta ya que toda mi vida lo he sido.
Dante: si mi prometida te ve de esa manera está bien. Ella siempre necesitara a alguien que este a su lado y quisiera seguir hablando más con Mariana, pero se que necesita descansar ya que el día de mañana nos casaremos.
Mariana: como tendré la oportunidad de comprarme mi vestido de novia me iré en la mañana a comprarlo. Espero tener tiempo suficiente para hacerlo.
Dante: por supuesto que lo tendrás. Nada más que nos tomaremos muchas fotografías para que las tenga como un recuerdo que nos casamos.
Mariana: sabia que no te ibas a conformar con que nos tomaran una. Ahora que seré tu esposa necesito acostumbrarme a tu comportamiento que algunas veces tienes conmigo.
Dante: seguramente con eso te estas refiriendo a mi personalidad. Pero siempre tratare de comportarme de la mejor manera contigo.
Mariana: no debes de preocuparse por eso, ya que nosotros tenemos nuestra propia persona. Necesito decirte que casarme contigo no será ningún error.
Dante: también pienso lo mismo y también necesitare recordar que yo te elegí. Sabia que eras demasiado especial cuando te vi, pero recuerdo que cuando eso paso sonreí por primera vez y sobre todo estaba buscando a la mujer indicada para hacerla mi esposa y esta mujer solo podrías ser tu.