Eres mía

Capítulo 37

Dante: te prometo que ellos pagaran por haberte hecho sufrir. Esto no se lo pienso dejar al destino, así que ya no debes de recordar a nadie de tu familia.

Mariana: algunas veces se me viene a la mente esos recuerdos. Pero no quiero seguir haciéndolo, porque cada vez que recuerdo algo no puedo evitar llorar.

Dante: sabes que no puedes seguir llorando. Además, eso se terminó para ti, ahora te daré un beso para que olvides este momento y cuando termine ordenare que nos sirvan el desayuno.

Mariana: es demasiado temprano para que me des un beso. Pienso que me lo debes de dar hasta en la tarde y no me vas a convencer de dármelo.

Dante: entonces esperare y ahora si pediré nuestro desayuno. Nada más que cuando me ves directamente a los ojos no puedo evitar enamorarme de ti un poco más.

Mariana: diciéndome esas palabras no me vas a convencer y no quiero que lo sigas intentando. Debes concentrarte en pedir nuestro desayuno.

Él mira a su esposa y después de unos cuantos minutos les ordena a las sirvientas que sirvan su desayuno. Ellas se lo empiezan a servir y cuando terminan se despide de ellos, Dante sabía que era una de las personas que solo se enamoraría una vez en la vida y con solo verla su corazón se emocionaba. Ellos empiezan a desayunar y tiempo después terminan de hacerlo, pero cuando habían terminado una sirvienta se acerca a ellos para decirle que el señor Hodgson había venido a visitarlo y que quería verlo. Dante no entendía a que había venido a verlo y tenía que recibirlo para saber qué era lo que quería, el simplemente le dice a la sirvienta que lo haga pasar a su despacho y ella lo hace, Dante se despide de su esposa con un beso en la frente y le dice que no va a tardar. Él se levanta de su asiento y de esa manera se dirige a su despacho, él toma asiento cuando llega y a los pocos minutos también llega Maximiliano y toma asiento en el momento en que lo hace.

Dante: tuve que dejar sola a mi esposa por tu culpa. Espero que este asunto sea realmente importante y si no fueras mi mejor amigo no te hubiera recibido.

Maximiliano: por supuesto que es importante lo que quiero hablar contigo. Solamente quiero saber quién es la mujer que asistió a tu boda.

Dante: no puedo creer que hayas venido por algo como esto. Pero te lo diré hasta saber qué interés tienes en ella, ya que necesitare protegerla como si fuera su hermano.

Maximiliano: lo que pasa es que estoy enamorado de esa mujer. Eso significa que me enamore de mi futura esposa a primera vista y por tus palabras me das a entender que ella está aquí, pero no entiendo porque dices que eres como su hermano.

Dante: ella se llama Victoria y era la sirvienta personal de mi esposa. Aunque en esta casa ya no lo será y únicamente debe ser conocida como la hermana de mi mujer y por esa razón yo también la veo de esa manera.

Maximiliano: estoy enamorado de la misma manera como tú lo hiciste. Ella me gusta y no me importa que haya sido sirvienta en el pasado.

Dante: sé que a ti no te importa, pero a la sociedad sí. Seguramente no me escucharas y te terminaras casando con ella, estoy seguro de que harás las cosas apresuraras y si estas enamorado cásate con Victoria.

Maximiliano: me casare y para el amor no existe ningún impedimento. Nada más que primero nos casaremos y después hare que se enamore de mí.




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