Mariana: no será necesario que me lo digas porque eso ya lo sé. Pero lamento si mi manera de pensar te molesta y ya no te limitare a que lo hagas.
Dante: siempre te he respetado y tú lo sabes. Ahora deberías de tomar asiento para que podamos continuar con nuestra conversación y necesito decir que siempre que te veo me haces sonreír.
Mariana: me gusta escuchar todo lo que me tienes que decir. Además, una palabra tuya me hace sonreír y sabes perfectamente como hacerme feliz.
Dante: te amo como un tonto. Solamente que nadie me puede decir como debo de sentir este sentimiento que despertaste en mí.
Ella toma asiento y lo hacía porque quería seguir escuchando sus hermosas palabras. Dante mira a su esposa sentarse y después de que lo hace continúan con su conversación.
En la casa de la familia Harrison
Humberto: cumplió su palabra de casarse con ella. Definitivamente esto no me sorprende y ahora la sociedad se preguntará si está enamorado de nuestra hija.
Lucía: seguramente esa es la razón por la cual no he dejado de recibir llamada de mis amistades. Nada más que no me imagine que esto iba a pasar y pensé que al casarse nos olvidaríamos de ella.
Humberto: su existencia es imposible de olvidar y mucho más siendo nuestra hija. Helena estaba molesta cuando se enteró de que si se casaron.
Lucía: nuestras niñas si tendrán la boda que ellas se merecen. Ellos solo se casaron por el civil y no creo que se casen por la iglesia, ya que si lo hacen de esa manera su unión será para siempre.
Humberto: eso es lo que pasara. El simplemente se aseguró con esto de convertirla en su esposa y esto únicamente lo hizo para que no interviniéramos.
Lucía: es que no teníamos ninguna razón para intervenir. Además, Mariana ya no es nuestra hija y si quiere estar a su lado que lo esté, pero solo debemos de preocuparnos por nuestras otras hijas.
Humberto: la sociedad con el tiempo olvidara que perteneció a esta familia y con eso nuestra consciencia se sentirá demasiado tranquila.
Lucía: no tenemos por qué preocuparnos por esa niña. Seguramente será feliz el tiempo que dure su matrimonio y cuando él se canse de ella se divorciaran, ya que ese es el destino que le espera.
Humberto: te recuerdo que no sabemos que es lo que pasara. Ahora necesitas borrar los recuerdos de ella en esta casa y necesitas empezar con su recámara.
Lucía: pienso donar todo lo que tenía en ese lugar a la caridad. Porque no pienso tirarlas y menos mal que no existe ninguna fotografía de ella en nuestra casa.
Humberto: es que nunca dejaste que se tomara una. Solamente que ese si será un mal recuerdo y yo no quiero tener nada de ella, ya que Mariana nunca fue importante para nosotros y la criamos por ser nuestra hija y es una verdadera lástima no haber sacado provecho de su matrimonio, pero conociendo la personalidad de su esposo eso hubiera sido completamente imposible.