Capítulo 43

Dante: te ves demasiado hermosa cuando me sonríes y después de que te los de nos tomaremos más fotografía juntos ya que la mandare para poder anunciar nuestra boda por la iglesia.

Mariana: seguramente para ti es demasiado normal tomártelas. Pero no puedo decir lo mismo por mí, además se ve que te gusta mucho.

Dante: me gusta porque estás tú en ellas. Necesito conservar tu mirada y tu sonrisa en una sola fotografía y ahora si te daré tus obsequios.

Él se acerca para dárselos y así lo hace. El primer obsequio era un oso de peluche, Dante sabía que siempre había querido tener uno, el siguiente era una caja de chocolates que precisamente eran sus favoritos, el otro era un estuche de joyería y el ultimo obsequio era una carta escrita por su esposo.

Mariana: son muchos obsequios y son solo para mí. Siempre quise tener un oso de peluche, porque mis hermanas jugaban con ellos y yo nunca tuve nada de eso y mis chocolates me los pienso comer ahora mismo. El estuche de joyería no era necesario y la carta que me escribiste la leeré cuando subamos a nuestra recámara.

Dante: todas las joyas que te daré siempre serán necesarias. Recuerda que estás casada con un Silverman, eso significa que mi esposa también es importante en el mundo social.

Mariana: esa no es ninguna justificación para que me las regales y tampoco olvidaría que tu familia es una de las más importante de esta ciudad.

Dante: precisamente somos reconocidos por nuestro mal carácter. Mi padre siempre dice que la única persona que puede controlar un Silverman son nuestras esposas.

Mariana: seguramente ahora que estamos casados lo comprobaste. Estoy segura de que estas feliz ya que no te veo molesto con lo que te decía tu padre.

Dante: no me molesta ser controlado por mi mujer. Sera mejor que tomemos asiento para que puedas comer todos tus chocolates y después de que termines nos tomaremos las fotografías.

Mariana: entonces eso es lo que haremos. Pero todos los obsequios que me diste me gustaron mucho y el destino fue demasiado generoso conmigo.

Dante: encontrarnos fue lo mejor. Solamente que todo llega a su debido tiempo y eso lo sé perfectamente, ya que no me puedo imaginar mi vida separado de ti.

Ellos empiezan a caminar y cuando llegan a los sillones toman asiento. Mariana pone sus obsequios a un lado para después empezar a comer todos sus chocolates y Dante solo mira a su esposa, ella se termina de comer todos los chocolates y después de unos cuantos minutos se levantan de sus asientos para que él pueda tomar sus fotografías. El empieza a tomarse y ella estaba consciente de que su felicidad estaba a su lado.

Mariana: ahora que terminaste de tomarnos las fotografías iremos a nuestra recámara para que pueda leer la carta que me escribiste y sobre todo quiero saber todo lo que me dices en ella.

Dante: en la carta expreso con palabras lo que siento por ti. Porque también de esa manera se expresa y necesito decirte que esta es la primera vez que escribo una.

Mariana: estaré encantada de leerla. Además, te agradeceré con un beso en la mejilla el esfuerzo que hiciste de haberla escrito para mí.