Eres mía

Capítulo 44

Dante: quería hacer algo completamente diferente para ti. Esta sería la primera vez que hago algo como esto y quería ser algo romántico por mi esposa.

Mariana: esto es algo que se puede considerar de esta manera. Pero solo tu podrías hacerlo, ya que eres mi esposo y el hombre que amo.

Dante: soy ese hombre que vivirá para amarte. Sera mejor que nos vayamos a nuestra recámara y me pregunto cómo vas a reaccionar cuando la leas.

Mariana: seguramente reaccionare bien. Además, quiero leerla para saber lo que expresas en la carta y me imagino que serán palabras hermosas.

Ellos se levantan de sus asientos y Dante la ayuda a llevar sus obsequios a su recámara. Ellos a los pocos minutos llegan y cuando lo hace Mariana empieza a leerla en silencio, ella sonríe cuando termina y después de eso se acerca a él para darle un beso en la mejilla.

En el centro

Victoria: no era necesario que nadie me acompañara. Ahora necesito agradecerte la intención de hacerlo y no quise decirle nada a la señora que iba a salir para no interrumpirla con su esposo.

Matilde: el señor solo nos dijo que usted fuera tratada como parte de la familia y lo único que estoy haciendo es cumplir con sus órdenes.

Victoria: quiero comprarle un obsequio por su boda. Porque el día de ayer no tuve la oportunidad de comprarle nada y sobre todo se veía demasiado feliz.

Matilde: se ve a simple vista que están enamorados. El amor no se puede fingir y estoy segura de que serán felices, pero debemos de entrar a las tiendas para que puedas elegir el obsequio que le regalaras.

Ellas estaban a punto de entrar a una tienda cuando de repente unos hombres se los impiden. Ellas nunca lo habían visto y no entendía que era lo que estaba pasando.

Damien: lamento la manera en que interrumpí su salida, señorita. Nada más que el señor McGregor quiere hablar con usted de algo muy importante.

Victoria: entonces esto es porque me quiere ver por primera vez. Solamente que yo no estoy interesada en verlo ni conocerlo, así que les pido que se vayan.

Damien: no podemos hacer eso, señorita. Debe de ir con nosotros ya que su padre la está esperando y sobre todo él no es nada paciente.

Victoria: no pienso ir a nunca lado. Además, tuvo toda su vida para buscarme y ahora es demasiado tarde para que lo haga, pero quiero que le diga que no me busque.

Damien: eso no será posible. Porque el señor McGregor sabe todo lo que hace su única hija y será mejor que venga con nosotros para evitar problemas.

Ella no podía creer que su padre la había mandado a buscar. El solo negó ser su padre y estaba segura de que estaba arrepentido de haberlo hecho, ya que nunca pudo tener más hijos, Victoria no se parecía nada a él y siempre estuvo feliz de parecerse únicamente a su madre.




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