Eres mía

Capítulo 50

Dante: llego el momento de irnos. Solamente que esta noche también será especial para nosotros y sabes que convertirte en mi esposa fue lo mejor para nosotros.

Mariana: pensamos exactamente lo mismo. Definitivamente eso nos hace la pareja perfecta al ser demasiado imperfectos entre nosotros.

Dante: te amare y te voy a querer para siempre. Pero si existe una vida después de esta nuevamente te buscaría y te amaría de la misma manera como lo hago.

Mariana: me acabas de hacer una promesa de amor eterno. Nada más que las parejas que están predestinada siempre se encuentran en el tiempo con el único propósito de amarse.

Dante: entonces nadie iba a poder cambiar nuestro destino. Ahora necesitamos levantarnos de nuestros asientos para poder irnos de la recepción.

Ellos se levantan y ella se lleva en sus manos el obsequio que le había dado. Ellos a los pocos minutos llegan a la salida y cuando lo hacen se acercan a la limosina, Dante ayuda a su esposa a subirse para después hacerlo. El chofer enciende la limosina y de esa manera ellos se dirigen rumbo a su destino.

Mariana: me parece increíble todo lo que he vivido a tu lado. Además, has sabido darme mi lugar delante de la sociedad y sobre todo nunca te has avergonzado de mí.

Dante: ellos saben lo que les va a pasar si no lo hace. Jamás me avergonzaría de ti, ya que me siento demasiado orgulloso de mi esposa.

Mariana: solo tú lo dices de una manera linda. Necesito decirte que también me siento orgullosa de ti, ya que has sabido ser un buen esposo.

Dante: soy un hombre que te ama y que te será fiel para toda su vida. Solamente que encontrar el amor jamás me importo y únicamente me iba a casar sin estar enamorado, pero cuando te iba conociendo mi amor por ti crecía.

Mariana: es que las cosas nunca salen como uno las espera. Seguramente eso lo sabes a la perfección y sobre todo no tenías la menor idea de que te ibas a enamorar de mí.

Dante: mi corazón simplemente te eligió. Pero mi subconsciente me decía que serias tu mi mujer y eso realmente no me molestaba para nada.

Ellos guardan silencio cuando se dan cuenta de que habían llegado. Dante se baja y cuando lo hace ayuda a su esposa hacerlo, ellos entran a su casa tomados de las manos y de esa manera suben las escaleras para después llegar a su recámara.

Mariana: no puedo evitar sentirme nerviosa al saber que consumaremos nuestro matrimonio esta noche. Sera mejor que no me mires por unos minutos.

Dante: me estas pidiendo algo imposible, ya que sabes que no puedo dejar de hacerlo y te ves demasiado hermosa sonrojada, así que esta noche solo nos amaremos.

Él se acerca a su esposa para besarla y cada beso que le daba era completamente diferente. Dante le quita su vestido de novia con mucho cuidado y después de eso se olvidaron de absolutamente de todo para entregarse a su amor por primera vez, ella le termina dando un beso en la mejilla para después quedarse profundamente dormida y él también lo hace, pero ellos sabían que el amor que se tenían viviría para siempre.




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