DANNA
Mientras conducía el coche de regreso a casa, las lágrimas salían como una llave de mis ojos sin poderlas parar. Escuché mi celular sonar sin cesar, pero no penaba coger porque debía ser Liam y no quería hablar con él.
Quiero y necesito estar sola conmigo misma, cerrar los ojos y olvidarme de todo y de todos, escuche de nuevo sonar el celular, pero lo volví a ignorar, estaba pensando en encerrarme en mi habitación, pero ahí está mi mamá y comenzara a hacerme miles de preguntas y no quiero hablar, gire a la izquierda y me fui a caminar un poco por el mall, eso me ayudara un poco.
Luego de dos o tres horas desconectada de la realidad volví a mi casa, cuando llego todo estaba cerrado y en silencio. Busqué mi celular en mi cartera para saber dónde estaban todos y vi que tenía quince llamadas perdidas de mi madre, tres de Alina y seis de Liam, además de dos mensajes de textos uno de Liam que decía.
“Nena no sé qué te está pasando, pero por favor llámame cuando leas este mensaje”
También tenía otro de mi madre.
“Danna, no sé ¿dónde estás metida?, te he llamado muchas veces y no coges el celular, tu abuela está muy grave en el hospital”
Llamé enseguida a mi madre, ella me dijo que a mi abuela le había dado un infarto y estaba en cuidados intensivos muy grave, que los médicos no le daban esperanza de vida.
Me subí al coche corriendo y me fui al hospital que mi madre me había dicho que estaban. Media hora más tarde llegue por fin, me estacione y corrí a la sala de espera para conseguir información del área de terapia intensiva.
Cuando entre alcance a ver mí prima Alina sentada en uno de los banquillos que había en la sala de espera, me acerque a ella.
─Hola, ¿Cómo sigue abuela?
─Ella está muy mal, los doctores nos dijeron que sería un milagro si amanece viva. ─me dijo mientras miraba su teléfono.
─ ¿Dónde estabas? Te llamamos varias veces y saliste como una loca de la casa de Dylan y dejaste tirado a Liam ─me preguntaba mirándome con cara de reproche.
─Hablamos luego de eso, ¿Qué haces aquí abajo? ─le pregunté sentándome a su lado.
─Estoy esperando a Thomas que quiso venir a estar conmigo.
─Me alegro mucho por ti ─le contesté en un susurro y poniéndome de pie para subir a la habitación, la deje sentada en espera de su príncipe azul.
Subí las escaleras y me dirigí al área de terapia intensiva que estaba en el tercer piso a la derecha, lo leí en una señalización que conseguí en el segundo nivel cuando subía las escaleras.
Cuando llegué estaba mi madre y algunos de mis tíos y tías, ¿Cómo sigue mi abuela? ─ le pregunté a mi madre mientras saludaba a todos con las manos.
─Los doctores no dicen nada alentador ─me contestó con los ojos llenos de lágrimas mientras me tomaba de las manos para guiarme a otra sala de espera que había.
─ ¿Le avisaron a mi papá? ─le pregunté, aunque sé que a ella esa pregunta le afectaba, pero si mi abuela estaba tan grave de seguro mañana estará en el país.
─No se la respuesta, pero yo no lo haré─. La miré sin decir una palabra, no era momento para reproches.
Pasó una hora mientras nosotros esperábamos en familia rogando a Dios por la pronta recuperación de mi abuela querida cuando recibí un mensaje de mi prima diciéndome que bajara a la sala de espera de recepción un momento. Cuando salí del ascensor mientras caminaba hacia la sala de espera alcance a ver a Thomas, Liam y Alina sentados hablando.
Me dieron ganas de devolverme, pero tenía que ser adulta y afrontar mis miedos y hablar con la verdad a Liam si quería estar con él.
─Hola chicos ─Los salude con la mano levantada mientras me sentaba en una de las sillas de la sala y sin ningún ánimo de hablar con Liam.
─Hola Nena ─me susurró mientras se sentaba en mis piernas y me daba un beso en la frente ─ ¿Cómo estás? ─me preguntó mientras acariciaba mi cara con sus suaves dedos.
─Mal ─le respondí abrazándolo por la cintura y poniendo mi cara en su espalda.
Mientras hablábamos muy entretenidos sonó mi celular, cuando mire la pantalla era mi padre. ─Hola papi ─le contesté con voz triste.
─Mi niña estoy en el país y voy camino al hospital, ¿estas allá?
─Si
─Nos vemos dentro de media hora ─me dijo con la voz agitada.
Antes que les pudiera decir algo de la llegada de mi padre a los demás escuche la voz de Lauren que me llamaba, estaba detrás de mí con la voz entre cortada y los ojos llenos de lágrimas.
─ ¿Qué paso? ─le pregunté con las manos temblorosas y arrepentida de la pregunta que acababa de hacer con temor a escuchar lo que ella me tenía que decir.
─Danna tu abuela acaba de fallecer….
Cuando mi madre me daba la noticia sentí un fuerte dolor en mi pecho, como una fuerte opresión que no me dejaba respirar hasta que mis ojos se humedecieron y comenzaron las lágrimas a caer. Mi madre se acercó a mí para abrazarme porque ella sabía lo mucho que yo quería a mi abuela, ella era de esas personas que te daban amor por encima de que tuviera enojada contigo y nos apoyaba todas las travesuras que hacíamos… mi abuela era un gran ser humano y una súper abuela……