CAPITULO 13

MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR ACOMPANANDOME EN ESTA HISTORIA DE AMOR. ESPERO QUE LES GUSTE ESTE CAPITULO.... APOYENME DANDOLE A LA ESTRELLITA 

LIAM

Siempre dicen que la felicidad cuando llega hay que agarrarla de los pelos para que no se vaya, y entonces ¿Qué paso con la mía?... Pensé mientras me giraba un poco en mi silla detrás de mi gran escritorio color caoba de la gran oficina que fue de mi padre y ahora me pertenecía, para calmar el estrés.

─Liam te puedes calmar un poco ─decía Thomas un poco impaciente, después de ver a su amigo y socio moverse insistentemente en mi silla.

─Es que estoy estresado. Pasar dos semanas trabajando sin descansar me tiene frenético─. Le respondí a mi mejor amigo mientras me paraba de la silla en dirección al mini bar a servirme un trago de whisky. Le hice una seña si quería que le sirviera un trago. 

─Entonces vete una semana de vacaciones y llévate a Yennifer contigo a ver si ella te quita toda esa tención que llevas─. dijo entre risas mi amigo porque sabía que le pondría mala cara─. Tú solo sabes trabajar y trabajar.

─Es que no me queda de otra, mi padre confió en mi para que siguiera su legado y con orgullo me he convertido en el mejor de la industria textil, sabes que nadie nos gana─. Con una sonrisa de satisfacción levanté mi trago en dirección a mi amigo.

─En eso no me cabe la menor duda, pero te has olvidado de ti. Liam ya han pasado cinco años y tu aun no la superas, ¿Por qué no la buscas? Así te sacas eso que llevas dentro─. Me exigió mi loco amigo, incitándome para que la buscara y así pudiera aclarar todas las preguntas que me hice desde ese día que no me dejan tranquilo.

─No quiero hablar del tema ─dije mientras me levantaba, cogía mi saco y salía dando un portazo dejando a Thomas con la palabra en la boca. Él sabe perfectamente que ese tema no se toca.    

Me fui a mi apartamento, no me sentía con ánimos, mientras iba de camino le llamé a Lucy, mi secretaria para que cancelara la reunión que tenía a las 4:00 p.m.

Llegué a mi apartamento y me fui directo a la cocina, necesitaba una copa de vino, cogí la botella y me fui a mi estudio, tenía muchas cosas pendientes, pero cada año cuando se acerca la fecha del día que Danna me dejó abandonado en el aeropuerto me sentía igual, mi corazón abrigaba tanto odio y desprecio por ella.

Aun no entiendo ¿Por qué me engaño? si yo la amaba, me quería casar con ella y hacer una familia y eso Danna lo sabía perfectamente, siempre fui claro y sincero desde que la conocí─. Llené mi copa por tercera vez y solo sentía un maldito abismo en mi corazón, por su culpa no creo en el amor.

Sentí vibrar mi móvil, revisé quien me llamaba, era Yennifer. No tenía deseos de hablar con nadie, quería estar con mi soledad y dolor hasta que termine todo.

Me quedé dormido en el sofá que tenía en mi despacho por unas cuantas horas, escuché que Rosa mi ama de llaves tocaba a la puerta.

─Pasa, Rosa ─Le dije sin muchos ánimos de hablar y desperezándome.

─Señor, lo busca su novia. Le dije que usted estaba descansando, pero la señorita insistió para que viniera a despertarlo.

─Descuida, dile que pase…

Mientras me servía una copa de whisky Yennifer entró, estaba bella como siempre, llevaba un short blanco, blusa roja ajustada, su pelo largo recogido en una coleta alta y zapatilla de plataforma. Me quede observando la forma tan peculiar y sensual que tiene para caminar.

─Hola guapo ─Me dijo mientras me daba un ligero beso. 

─Hola Yennifer, ¿Qué haces aquí? Sabes que no soy buena compañía hoy, tengo mucho trabajo ─Le respondí de una forma fría y cortante. Odiaba que ella muchas veces actuaba como una mujer caprichosa y quiera manejarme.

─Pero mi amor, no te enojes ─Me dio una leve sonrisa para que no me enojara─. Hoy es viernes y te vine a buscar para que vayamos a cenar.

─No puedo, estoy muy liado con cosas que tengo que llevar el lunes ─Me levante del sofá en dirección al escritorio que estaba lleno de papeles regados por doquier, tenía paralizado un proyecto para la remodelación de un lujoso hotel.

─ ¿Por qué estás tan frio y distante conmigo? ─Me preguntó haciendo puchero─. Ahí estaba ella con la manipulación otra vez a flor de piel. A veces quiero salir corriendo y sacarla de mi vida.

─Mi amor, no es eso, pero sabes que mi trabajo es muy importante, ya luego que termine vamos a donde quieras─.  Le mentí, aunque lo del trabajo era cierto, pero sabía que si le decía lo del trabajo me dejaría tranquilo y se marcharía.

─Está bien, me voy, ya sabes me debes una─. Me dio un beso muy caliente y se marchó.

Me fui a mi habitación, tomé una larga ducha, encendí el televisor para ver un poco de deporte. 

Escuché mi celular sonar, vi la pantalla y para mi sorpresa era Danna, aún conservaba el mismo número de celular.

─Aaaló ─Mi voz sonó entre sorprendido y cabreado.

─Quiero verte ─Me dijo con esa voz tan dulce que siempre tenía cuando hablaba conmigo ─Ábreme, estoy en la puerta de tu apartamento─. Cuando escuche sus palabras me quede helado, sorprendido ¿Qué hacia Danna en mi casa? ¿Cómo supo donde vivía?