Eres Mía Nena!!!!

CAPITULO 20

 

LIAM

No pude contener la tentación y la besé otra vez, verla con ese sexi vestido me tenía loco, sentir su piel tan suave me dieron ganas de hacerla mía.

La tomé desprevenida, en un principio solo conseguí indiferencia de su parte, estaba rígida mientras le tomaba la boca lentamente, ella comenzó a ceder, ese beso era mágico, se sentía como único. Sentir sus labios me volvió a recordar que con ella era que quería vivir el resto de mi vida.  

La tomé entre mis brazos llevándola a mi habitación, la coloqué en la cama muy despacio sin cortar el contacto de nuestros labios. Abrió los ojos y se percató dónde estábamos.

─No creo que sea buena idea que vayamos más lejos de un beso ─Puso sus manos en mi pecho alejándome de ella.

Abrí los ojos y su mirada no me gusto, era una mirada de arrepentimiento.

─Creo que me debería ir ─dijo parándose de la cama y arreglándose el vestido.

─No por favor, no te vayas. No me dejes otra vez ─Me acerque a ella y la estreché entre mis brazos, la abrace muy fuerte sintiendo su calor, su aroma, su cuerpo pegado al mío.

─Si no me voy ahora luego no podré detenernos ─me susurró.

─No quiero que lo hagas ─dije mirándola a los ojos fijamente, quería que ella sintiera lo que yo sentía por ella, necesitaba saber si aún me amaba.

Mientras la besaba le desabroché la cremallera y le quité el vestido lentamente, se veía tan bella con ese conjunto de encajes negro, tan sexi que sentí mi cuerpo vibrar, me dedicó una tierna sonrisa que recordé la primera vez que la hice mía, era tan inocente y solo mía.

Le tomé con las yemas de mis dedos un seno por encima del fino y delicado encaje, ella como respuesta sintió una descarga en su cuerpo estremeciéndola, me miró con mucho deseo, sus ojos brillaban y eso le dijo a mi amigo que era deseado.

Recorrí su cuello llenándola de cálidos besos, me deshice de toda mi ropa quedándome desnudo. Danna se quedó hipnotizada mirándome, se humedecía los labios en un gesto tan sensual que hacía que la deseara aún más.

Le desabroche el sostén dejando sus bellos y firmes senos deseosos que yo los acariciara. Su cuerpo había cambiado, ahora era más mujer, más adulto con más cuervas.

 Volví a devorar sus ricos y excitantes labios mientras le acaricia un pezón que se ponía firme en respuesta a mi contacto, sentí una oleada de excitación que recorría todo su cuerpo irradiando calor.

En un rápido movimiento la levante y ella soltó un grito en respuesta a mi rápido movimiento haciendo que ella se enredara a mis caderas, la lleve a mi cama donde la volví a besar de una forma muy apasionada, como si nunca hubiera tocado esos cálidos labios.

Viajé por cada parte de su bella anatomía expresándole a cada momento con mis besos y caricias lo mucho que la necesitaba. Le hice el amor en cuerpo y alma sintiendo cada roce como si fuera nuestro último aliento.

Hicimos el amor varias veces en toda la noche, la tenía entre mis brazos, no quería quedarme dormido y despertar con la sensación que fue solo un sueño, se veía tan bella desnuda con sus piernas enlazada a las mías como siempre debió ser, porque ella siempre debió ser la que ocupara ese lugar.

─Me has hecho el hombre más feliz del universo, Nena ─Salieron esas palabras desde mi alma porque así me sentía.

─Se sintió tan mágico ─respondió mientras me acariciaba mi labio inferior con la punta de su índice, pero yo no estaba conforme con su respuesta.

Aun después de que hiciéramos el amor varias veces había algo que la alejaba de mí, la sentía distante como si su mente no estuviera conmigo.

─Nena, te amo de una forma que no sé cómo explicarlo ─Le tomé una mano y se la coloqué en mi pecho, quería que sintiera el latir de mi alocado corazón que solo ella hacia que latiera de esa forma desenfrenada.

Ella me miro de una forma tan tierna y me abrazo con mucha fuerza, pero no me respondió como yo esperaba, no lo dijo, no me dijo que me amaba como yo a ella y eso me dejo desconcertado, pero no quise preguntarle, no quise dañar ese momento que para mí era muy especial porque por fin la volvía a tener entre mis brazos, saborear su cuerpo, sentir como se estremecía de placer.

Nos quedamos dormidos abrasados.

Desperté aturdido, buscándola entre las sabanas para confirmar que no era un sueño, pero no estaba. Me levanté de prisa buscándola en el baño, tampoco estaba, fui a la sala, a la cocina y no había rastros de ella, me volvió a dejar, se fue dejándome solo sin importarle que la amaba.

Volví a mi habitación y encima de la mesita de noche encontré una nota de ella que decía.

‘’ Yo también te amo”

 

 



#5105 en Novela romántica

En el texto hay: pasion, amor, amor primero

Editado: 13.11.2024

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