CAPITULO 30

LIAM

Luego que le pidiera matrimonio a Danna, la convencí de irse conmigo a mi departamento, necesitaba tenerla cerca de mí. Vi dudas en su “sí” cuando se lo pedí, pero la pude convencer.

─Amor, no creo que sea buena idea que esté aquí, no me siento nada bien. Han sido unos días muy intensos y siento que no duermo bien, me despierto muy cansada y no se me quita el sueño─. La miré con el ceño fruncido, caminé hacia ella pensando que desde que Danna llegó no había parado de ayudar a su prima en los preparativos de la boda.

─De seguro debes tener anemia…. apuesto que no te estas alimentando bien y tu prima te debe tener en un constante estrés como lo está ella por la boda. Pero al fin mañana todo va a terminar o creo que mi amigo saldrá huyendo.

─Solo quiero dormir un poco y de seguro mañana estaré como nueva─. Murmuró media dormida mientras se colocaba el pijama.

─Duerme princesa que mañana será un día mejor─. Dije dándole un tierno beso en la frente.

A la mañana siguiente, desperté sobresaltado. Miré mi reloj y eran las seis treinta de la mañana, me levanté de la cama con cuidado para no despertar a Danna, me paré en frente del ventanal a mirar los árboles frondosos que se veían desde lejos.

Tuve un sueño que me dejó inquieto… Danna y yo estábamos muy felices en el jardín de la casa de mis padres, ella me daba la noticia más feliz de mi vida; íbamos a ser padres, luego ella gritaba con dolores de parto en el hospital y nuestro hijo nació muerto, se sintió tan real. Fue muy doloroso.

Ese sábado estaba muy tranquilo, aunque yo no me sentía así, me sentía diferente.

Estuve por un rato contemplando a Danna dormir profundamente, luego decidí salir a trotar un rato y así poder despejar mi mente y organizar mis ideas.

Mientras trotaba le escribí un mensaje a mi asistente Lucy para que enviara a mi departamento un gran ramo de rosas rojas a mi Nena, quería que cuando ella bajara a desayunar las encontrara.

Luego le marqué a mi madre para contarle la nueva y buena noticia del compromiso. Le solicité que organizara un almuerzo con Danna y sus padres, aunque sabía que no les iba a gustar la noticia.

Las cosas entre nosotros no terminaron bien la última vez que nos vimos, pero si quería hacer todo bien necesitaba hacer las paces con ellos y comenzar de nuevo. Cuando llegue a casa le contaré a mi amor lo de la cena en casa de mi madre, sé que ella se alegrará.

 De regreso a casa una hora después todo estaba en silencio. Fui derecho a la cocina me serví zumo de naranja, tomé el periódico y me dirigí al despacho para leer el periódico y responder algunos correos que necesitaban de mi atención. 

Miré mi reloj, no quería retrasarme. debíamos estar a las diez de la mañana en la casa de los novios para oficiar la ceremonia.  Salí de mi despacho para cambiarme esperando que Danna estuviera ya cambiada porque las mujeres duran eternidad para ponerse un vestido.

Me llevé la sorpresa de encontrar a mi Nena desayunando muy entretenida hablando con Rosa mi ama de llaves.

─¿Por qué no me esperaste para que desayunáramos juntos? ─pregunté mientras me acercaba a ella para darle un beso.

─Disculpa amor, me levante con mucha hambre y no me aguante.

─Debes alimentarte muy bien, estas muy delgada. Pienso que deberíamos tomarnos unos días para descansar fuera de la ciudad.

─Eso suena genial, aunque tengo muchos días sin ir a mi consultorio. Mis pacientes me deben de extrañar─. Respondió con una sonrisa para luego volver a devorar lo que estaba desayunando.  

─Amor apúrate para que no lleguemos tarde a la ceremonia y tu prima nos mate.

─Solo tengo que maquillarme y ponerme el vestido porque ya estoy duchada y media peinada.

Viéndola en el espejo mientras se maquillaba me decía a mí mismo lo afortunado que yo era por tener a mi lado una mujer tan bella por dentro y por fuera. Estaba más bella de lo normal con ese vestido verde aceituna que se ceñía tan bien en su pecho. Ahora que me detengo a verla…. Danna tiene algo diferente en su cuerpo, sus senos se ven más grandes o ¿son solo cosas mías? Creo que cada día me enamoro más de esta mujer. 

La tomé por la cintura y le deposité en el cuello un tierno beso, ella se volteó para abrasarme y embriagarse con mi aroma.

─¿Hoy te he dicho lo mucho que te amo? ─ le pregunté volviéndola a besar en el mismo lugar.

─No. Y ya lo extrañaba. ─Me respondió aferrándose a mí.

─Te amo mi Nena….  

─Yo te amo más.

De camino a la ceremonia le pregunté a Danna si sus padres estarían con nosotros en la boda, necesitaba hablar con ellos y pedirles su bendición para nuestra boda. Ella me respondió que ellos habían confirmado su asistencia, pero no estaba segura de que fueran porque estaban concentrados en un nuevo negocio que tenían en marcha.

Llegamos al lugar del evento, había muchos vehículos en las calles y muchas personas en la entrada, fuimos en busca de los novios porque ya estábamos un poco retrasados.

El lugar estaba perfecto, nos dirigimos al jardín sin tener que pasar por la casa, hicieron una entrada desde la parte de en frente de la casa que daba al jardín rodeando la entrada principal, estaba con varios listones con lazos dorados con verde aceituna.