DANNA
Luego que Liam se sentía mejor, el comandante William fue a tomar su declaración. Escucharlo mientras contaba su versión de la historia me hacía sentir que yo no encajaba en ese lugar o más bien que estaba viviendo la mitad de la historia. Liam insistió que yo estuviera presente para que escuchara todo lo que tenía que decir…. Les confieso que estuve a punto de salir corriendo con mi hijo y dejarlo, sino fuera por mi suegra que intervino, ahora mismo estuviera en Chicago o en New York con mis padres.
Yo estaba muy sensible por el parto, por la emoción de verlo despierto una vez más y conocer a mi bebé fue la mejor experiencia que una madre puede tener. Agradecí mucho cuando Mery decidió quedarse con nosotros una larga temporada y ayudarme con el bebé y la recuperación de su hijo.
Posteriormente que llegamos a la casa le hice la ley de hielo a Liam por varios días hasta que me convención que yo era la mujer de su vida y que no se iba atrever a mirar a ninguna mujer que no sea yo.
Después de un largo mes mis padres al fin pueden venir a pasarse unos días con nosotros, estaba tan emocionada que convencí a Liam para que me dejara ir al aeropuerto con Pedro el chofer a buscarlos. Pedro tiene tres semanas con nosotros, es quien traslada a Liam a todas partes, él dice que aún no se siente muy bien para coger el volante; pienso que es lo mejor.
Les conté que con todo el rollo de Yennifer. Liam me pidió que saliera lo menos posible de casa para mas seguridad.
Llegamos al Seattle-Tacoma International Airport y mi corazón se llenó de regocijo por volver a ver a mis padres, pero esta vez con un mejor ánimo y felices por la llegada de su nieto.
Hasta que al fin ellos cambiaron su actitud hacia Liam y me apoyan en que nos casemos, también cuando hablamos por cámara mis padres hablan con Liam como si fuera su hijo y eso me llena de mucha alegría porque conseguí tener a toda mi familia reunida y feliz como siempre soñé.
Le pedí a Pedro que nos esperara en el coche mientras yo los recibía. Quince minutos después mi corazón se hinchaba de mucha agitación y alegría de verlos, sentía que hacía años que no estaba con ellos y después de la forma como estuvo cuando vinieron a la boda de Alina, no me quiero recordar de momentos tristes porque mis padres se comportaron muy groseros y a la vez inmaduros con Liam.
Corrí abrazarlos, se veían tan felices y hasta más jóvenes.
─Hasta que al fin están aquí ─les dije con mi voz cantarina.
─Que bella estas mi niña ─respondió mi padre Joseph dándome un cálido abrazo.
─El amor me tiene bella, papi ─reímos
─Estamos muy felices por ustedes mi princesa ─agregó mi madre.
─Vamos que Pedro nos está esperando en la entrada.
Íbamos poniéndonos al corriente de todas las cosas que habían asado en nuestras vidas porque es más emocionantes cuando son contadas en persona.
─Mery y Rosa les prepararon una rica comida de bienvenida ─les comenté mientras buscaba mi celular para llamar a Liam, quería informarle que íbamos de camino para que no se preocupara.
Mientras le daba al botón de marcar escucho a Pedro hablando con mi padre muy preocupado. Pedro me mira por el espejo retrovisor central.
─Pedro ¿sucede algo? porque lo veo muy preocupado ─pregunté
─Señora Danna los frenos no me están respondiendo ─respondió con miedo en su voz.
Mi corazón comenzó a latir a mil por hora, tomé de las manos a mi madre mientras ella miraba asustada a mi padre.
─Amor, que bueno que me llamaste, estaba muy preocupado porque no me habías llamado si quedamos que me llamarías cuando llegaras al aeropuerto─. Escuché decir a Liam al otro lado de la línea.
─Amor escucha con atención por favor ─Me salió decir con terror en mis palabras ─Vamos camino a la casa, pero estamos teniendo problemas con los frenos, Pedro intenta frenar y no responden.
Estaba tan nerviosa que me temblaban los labios, miraba a mis padres queriéndolos alentar y decirles con mis ojos que todo iba a estar bien. Es difícil ver como en un momento prolongado puedas ver pasar toda tu vida y no tener el control de remediar aquello que nos pueda causar dolor.
Pedro estaba haciendo todo lo posible para disminuir la velocidad, ya que íbamos en una carretera llena de curvas. Por un momento olvidé que tenía a Liam al teléfono hasta que mi madre me sacó de mi shock.
─Amor ¿estás ahí? ─escuché a Liam decir.
─Disculpa amor, pero estoy asustada, Pedro está tratando de bajar la velocidad y no lo consigue.
─Indícame por donde van ─No tengo la menor idea ─respondí ─Enciende el GPS para ubicarlos ─agregó.
Con los dedos temblorosos activé el GPS, por un momento me distraje escuchando a mis padres hablar dejando a Liam en la línea.
─Lauren, mi amor… no quiero que te preocupes porque todo va a salir bien ─dijo mi padre a mi madre para que estuviera tranquila.
─Señor creo que cortaron los frenos ─dijo Pedro a mi padre ─Por más que he insistido en frenar no me quieren responder ─agregó.