Eres mía, princesa

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Janser

 

           Estaba tan tranquilo y en paz cuando siento que Elizabeth se remueve gruño y se queda quieta luego solo me empuja y corre al baño me quedo viendo la puerta por unos segundos y bajo a la sala para tomar agua e ir al baño de abajo a bañarme siento que mi mate baja las escaleras hacia la cocina subo a mi cuarto sin ser visto y me cambio a una ropa más cómoda voy a la cocina la veo que está en la nevera sacando que se yo de ahí la abraso por atrás y se tensa acerco mi boca a su oído y le susurro ( tranquila) no se relaja del todo pero, pasan unos minutos y se derrite en mis brazos, luego me aparta y se sienta a comer la veo es hermosa, me pasa la mitad de todo lo que se estaba comiendo y se me queda viendo con ternura, es un poco raro que me vean así pero tiene derecho ya que yo la vi comer, aparte de que soy suyo debería de decirle lo que soy y lo que es ella en mi vida ya que vamos a estar mucho tiempo juntos y no creo que se acostumbre si no le digo lo que siento y lo que soy .

Elizabeth: Janser porque me trajiste a tu casa si se puede saber me-me puedes dejar ir.

Janser: eli voy a ser sincero, tú me gustas y verte con ese me causo unos celos y por eso te traje a mi casa espero que te haya gustado el helado y si ya te llevo a tu casa o a donde tú quieras.

Elizabeth: Janser no lo tomes a mal pero no te conozco y tú tampoco a mí para que te estés enamorando de mi tan rápido, te agradezco tu gesto con el helado, pero debo irme a mi casa.

Janser: bien si eso es lo que quieres pero recuerda que me gustas (sus mejillas se tornan rojas por lo que le he dicho, bueno almenas no es ajena a mis encantos).




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