Eres nuestra madre

CAPÍTULO 1

Jelena

Jelena Guerrero sé fuerte, eso es lo que me digo cada que vez que abro los ojos para comenzar un nuevo día, no importa que tan mierda vaya a hacer el día que se presente, solo hay que ser fuerte, es lo que me digo para así no caer enferma de la locura por cada maldita cosa que me pasa en la vida.

Comienzo a arreglarme eligiendo el atuendo del día de hoy, un aspecto sobre mí es que me gusta vestirme bien, muchos dirán que es para impresionar a otros pero no es así, lo hago porque me gusta y me hace sentir segura y, disculpen mi lenguaje, pero me importa una papita lo que piense de mí la gente, soy yo quien vive esta vida no ellos, a veces me pongo a pensar en que si todos hiciéramos lo que nos causa felicidad y no lo que nos dicta la sociedad, siento que nos ahorraríamos muchos disgustos con nosotros mismos.  

Después de arreglarme, maquillarme y repetirme lo bien que me veo en el espejo (lo sé suena pretencioso pero deberías intentarlo, te podría a ayudar como a mí me ayudó cuando entendí que al fin y al cabo con quien puedo confiar sin condición es en mi misma, por lo que no es justo que no me respete y me mire como si fuera basura), me preparo mi delicioso café mañanero que no puede faltar, desayuno y me termino de alistar para así salir al trabajo que tengo desde hace 3 años, me he graduado de la universidad en la carrera de Administración de Empresas. He escalado de poco a poco para así llegar a donde esto hoy en día, jefa del departamento de administración, he tenido que esforzarme mucho y realizar varias acciones para ayudarme y ayudar a mi madre la cual está muy lejos de mí dado a que me encuentro en Nueva York desde hace 8 años por venir a estudiar por una beca en la Universidad de Nueva York.

Ingreso al edificio en donde trabajo saludando a todos, tomo el ascensor y me dirijo a mi oficina.

—Buenos días Jelena —dice amablemente mi secretaria Evangelina quien tiene cuarenta años y me ha tratado muy bien desde que comencé a trabajar y me ha ayudado mucho con varios problemas que he tenido, a pesar de que no le he contado todo sobre mí. Es como mi madre postiza o sustituta… sustituta, eso me recuerda a ellos, ojalá se encuentren bien. Quito de mi cabeza esos pensamientos para así saludar a Evangelina—.

—Buenos días Evangelina, algo importante que me debas informar —digo entrando a la oficina para así pasar ella después de mí. Me siento en mi silla y Evangelina queda enfrente de mí—.

—Nada importante, solo recordarte que tienes la reunión con los inversionistas a las 9:30 a.m. para el nuevo proyecto en el que estás trabajando —.

Algo que he olvidado mencionar es que la empresa en donde trabajo, B&S, se encarga de enviar y recibir los paquetes de nuestra plataforma en donde las personas pueden vender y compras cualquier cosa que deseen y a la vez nosotros nos encargamos de enviarlos.

—Ok, gracias por recordármelo, cualquier cosa que necesite te aviso. —Asiente para después retirarse. Quedo sola en mi oficina y suspiro—.

«No entiendo por qué pienso tanto en ellos últimamente», me digo mentalmente.

Escucho como tocan mi puerta y digo un “adelante” para que pase y quien entra es mi jefe, rápidamente me pongo de pie.

—Buenos días jefe.

—Buenos días Jelena, solo quería avisarte que estaré en la reunión de hoy para ver como convences a los inversionistas como los has hecho siempre.

«Bien jefe, siga aumentando mi orgullo y la presión de que los inversionistas quieran invertir en el nuevo proyecto», pienso.

—Claro jefe —digo con una mirada segura, esa que aprendí a hacer sin importar que tan nerviosa esté y por alguna razón hoy estoy más nerviosa de lo normal—.

 

Por otro lado

—Es aquí —le dice emocionado a la personita que está al lado mientras mira el gran edificio que se encuentra delante de ellos—.

—No creo que sea buena idea entrar, cuando papá se entere le va a dar un infarto y su espíritu nos va a atormentar —dice aparentando tranquilidad cuando en realidad está muy nerviosa—.

—Por favor hermana ya estamos aquí, no tenemos nada que ver.

—¡Ash! ya que —contesta resignada—.

 

Jelena

Ya llegada la hora de la reunión me dirigí a la sala de reuniones para hablar con los inversionistas.

—El nuevo proyecto en el que se está trabajando arduamente, es muy prometedor —les explico a las personas que se encuentran en la sala—. En este se supone agregar nuevas secciones y un nuevo orden o actualización en la plataforma de tal forma que nuestros clientes puedan navegar de manera más rápida. —Veo como se abre la puerta un poco, sin embargo, al haber algunas personas paradas delante de esta no logro ver a nadie, así que prosigo con mi presentación—.

—Además que en este proyecto tenemos pensado establecer puntos de encuentro, como ferias, en donde se puedan presentar nuestros vendedores y expongan sus productos haciendo que nos expandamos y seamos más reconocidos, también, si algún producto, vendedor o comprador recibe más de 3 malas reseñas por elementos como estafa y así, se les eliminará la cuenta y licencia que tienen para poder vender o comprar, esa sería una de las… —Dejo de hablar en el momento en que siento que alguien me jala ligeramente de mi blazer. Me giro inmediatamente pero no veo a nadie, bueno no veo a nadie que sea de mi estatura, así que bajo la mirada encontrándome con un niño, no sé por qué mi corazón comienza a latirme muy rápido al ver los ojos del pequeño—.

—¿Usted es Jelena Guerrero? —me pregunta y juro que es el niño más lindo que mis ojos hayan visto—.

—Sí —digo mientras siento todas las miradas sobre nosotros. Veo como al afirmar su pregunta ensancha una gran sonrisa y sus ojitos azules tienen un brillito de alegría—.

—Mucho gusto. —Alza su mano para que yo la estreche y lo hago sintiendo que todo lo que diga después va a hacer que tenga un paro cardíaco —Soy Adrián Morgan —Hay no ese apellido —. Y tú eres mi madre.




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