Eres nuestra madre

CAPÍTULO 4

Horas atrás

Lucas

Mis ojos no pueden creer lo que han visto, es ella y está con mis hijos, pero ¿cómo es posible? Salgo de mi oficina para decirle a mi secretaria que arregle todo para salir en mi avión privado hacia Nueva York, de ese modo llegaré más rápido.

Sigo sin creer que después de 7 años la he vuelto a ver, siempre supe dónde se encontraba ya que quería ver cómo le iba en la vida y vaya que le ha ido bien, se graduó de la universidad como una de las mejores estudiantes y consiguió trabajo muy rápido aunque hubo un periodo de 6 meses mientras cuando acabó el penúltimo año de su carrera que no logré ubicarla, quería creer que es porque se fue de vacaciones pero sentía que no era así sino que estaba sufriendo, pero cuando volví a saber de ella me quedé tranquilo ya que volvió con esa actitud característica de ella o bueno, eso fue lo que me informaron. Mi corazón de solo recordar su rostro y cada una de sus expresiones se acelera.

Mis pensamientos son interrumpidos por la llamada de Pablo Patterson, mi mejor amigo en todos mis 28 años ya que nuestras familias también mantienen una buena amistad. Contesto la llamada, mientras arreglo todo para ir a Nueva York.

 

Llamada

—Pablo Patterson, espero que me llames para algo importante.

—Amigo de mi alma, me ofendes, cualquier cosa que salga de mi preciosa boca es importante —me dice—.

—O me dices que quieres o cuelgo.

—Está bien, está bien. Solo quería saber, ya que los diablillos de mis ahijados están en Nueva Jersey, si querías ir conmigo al club ahora en la noche—.

—No puedo.

—Vamos Luquitas, es viernes y debes dejar de trabajar un poco.

—Es en serio que no puedo.

—¿Por qué? ¿Qué es más importante que ir a divertirse con tu amigo y unas amiguitas?

—Pues es más importante ir a Nueva York porque mis hijos se encuentran allá. —Evito contarle con quién es que están allá—.

—¿Nueva York?, que ellos no iban Nueva Jersey y que ella no vive ahí. —Se queda en silencio por unos segundos por lo que comprendo que ha captado rápido que ellos están con Jelena—.

«Claro, para lo que le conviene su cerebro trabaja y capta rápido», pienso.

—Noooooooo,  ¿ella está con ellos? —Escucho su tono sorprendido y algo de burla y alegría en sus palabras dado a que a él siempre le agradó Jelena mucho más que Chloé—.

—Así es, en este momento voy a viajar.

—¿Pero cómo?

—Eso no lo sé así que espero que al llegar me den una buena explicación.

—¿Me llevas?, me encantaría ver a esa hermosa mujer ya que en los 10 meses que logre entablar una relación con ella pues estaba embarazada de tus hijos y tenía su pancita aunque debo decir que le lucía genial y en el mes que se quedó después de dar a luz casi no la veía porque estaba cansada—.

Casi no escuché nada después que dijo que entabló una relación con Jelena, al escucharlo decir eso, una sensación extraña crecía en mis adentros.

—¿Qué clase de “relación” estableciste con la señorita Guerrero? —le pregunto intentando no mostrar el enojo que me embarga pero no logro ocultarlo muy bien, aunque sabía que no podía ocultárselo a él ya que me conocía como si fuera mi sombra—.

Escucho su risa.

—Tranquilo Luquitas, con Jelena solo establecimos una relación de amistad. —Me alivió escuchar sus palabras—. Claro que yo propuse una amistad con beneficios pero ella no aceptó. —Frunzo el ceño—.

—Pablo —le digo indicándole que está agotando mi paciencia—.

—¿Te acuerdas cómo te llamaba? —Se queda en silencio dándome a entender que está intentando recordar el sobrenombre que me puse ella, el cual, yo recordaba a la perfección—. Ya recordé: El hombre de los ojos serios. —Se vuelve a reír—. Te queda tan bien.

—Ahora si colgaré.

—Ya, ya, no te enojes… si me vas a llevar ¿verdad?

—No.

—Pero ¿por qué?

—Porque debes trabajar.

—Tú igual.

—Yo ya había avanzado todo lo que tenía que hacer, a diferencia de ti supongo. —Sonrío por lo que voy a decir—. No creo que quieras que Don Nicolás se entere de que no estás cumpliendo con tus obligaciones —le digo porque sé que le tiene mucho miedo a su padre especialmente porque este es capaz de dejarlo sin un centavo si no cumple con los deberes de la Concesionaria de autos, que por cierto, es una de las más grandes del país—.

—Para qué enemigos si tienes a Lucas Morgan como mejor amigo —dice “ofendido” —. Está bien, acepto que no me lleves. Le das un beso a Jelena de mi parte.

—No haré eso, especialmente si es de tu parte casanova.

—¡Agh!, hoy día estás más irritante que nunca.

—Pues discúlpame por no estar de las mil maravillas cuando mis hijos están en Nueva York con su madre biológica. —Una parte de mí sigue sin poder creer todo lo que está pasando—.

—Tienes razón pero lo hecho, hecho está. En algún momento tus hijos tendrían que enterarse claro que nunca pensé que ocurriría así pero pasó, con estresarte no ganas nada.

—Esta vez tú tienes razón. Gracias, no es que eres conocido por dar buenos consejos pero este sin duda lo fue. Doy muchas gracias a la vida por dejar que seas mi mejor amigo —digo con toda sinceridad—.

—Awww, Luquitas me vas a hacer llorar. Por un momento pensé que te me ibas a declarar, claramente te hubiese hecho esperar por la respuesta aunque sepa que desde un inicio la respuesta hubiese sido Sí.

—Acabas de arruinar el momento. —Escucho como se ríe—. Como sea, te llamo después.

—Está bien que tengas un buen viaje, no te olvides de darle un beso de mi par… —No lo dejo terminar ya que cuelgo la llamada.

Fin de la llamada

 

«No te preocupes Lucas, todo estará bien. Será fácil y sencillo», me digo a mí mismo.

«¡Ja!, eso ni tú te lo crees», me responde mi subconsciente.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.