Capítulo 18
Lucas
Horas atrás
Me encontraba mal, no quería dejar a Jelena sola pero vi a Chloé y estaba pérdida en alcohol y eso no era bueno porque se supone que estaba en rehabilitación.
—Pablo lleva a Elizabeth, Liana y Jelena a casa.
Y sin más me acerqué a donde estaba ella y la tomé suavemente del brazo.
—Chloé, ¿qué crees que estás haciendo?
—Oh pero si es mi lindo es exesposo, dime ¿acaso viniste con tu bonita conquista?
—No hables así de ella.
—Ay, lo siento. Mi intención no era ofenderla —decía haciendo un puchero para después proceder a reírse—.
—Te llevaré a tu casa.
—No quiero, quiere beber.
—¿No crees que ya has bebido suficiente?
—Nunca es suficiente.
—No me importa —Y sin más la tomé en mi brazos dispuesto a sacarla de aquí—.
—¡Suéltame!
La subí a mi auto y me estaba por subirme yo también hasta que hoy otra voz femenina.
—Lucas, ¿qué crees que estás haciendo?
—Liana, ¿por qué no te fuiste con Pablo y Jelena?
—Para evitar que cometas una estupidez.
—No lo hago.
—¿En serio? Porque tienes en tu auto a tu exesposa a quien se supone no querías volver a ver.
—Está mal, ¿no lo ves?
—Pues no es la única.
—No hay tiempo para esto, vámonos a casa.
—No lo entiendes, ¿verdad?
—¿Qué cosa?
—El hecho de que estas volviendo a caer por ella.
—Eso no es cierto.
—Sí claro, olvídalo, no iré contigo —me dijo mi hermana—.
—¿Qué?
—Así es, prefiero quedarme aquí, me comuniqué con mi amigo, el dueño del bar, para arreglar la situación que pasó con Jelena y Elizabeth.
—No te dejaré.
—Escúchame bien, espero que uses esto para aclarar esta situación de una vez.
Y sin más volvió a ingresar en la discoteca donde vi que se acercó a un chico, el cual era el dueño de la discoteca, sabía que ella estaba bien con él porque lo conocía de hace muchos años, así que sin más me subí al auto y llevé a Chloé a mi casa.
—No quiero entrar.
—Escúchame Chloé, en esta casa duermen mis hijos así que te voy a pedir que no hagas ruido.
—Entonces déjame aquí afuera.
—¿Para que así mueras de frío y me echen la culpa de tu muerte? No, gracias.
—No tenías que haberme traído en primer lugar.
Parecía que ya estaba un poco más sobria.
—¿Por qué? ¿Tienes miedo de encontrarte con los hijos que odias tanto?
—¡Yo no los odio!
—¿En serio? Porque una madre que no odia a sus hijos no los aleja, no les cuenta así que como así que tienen otra madre, y no habla pestes de ella sin importarle si eso lastima a sus propios hijos.
—Lo entiendo ¿ok?, soy una mierda de madre y persona ¿crees que no lo sé? Pero sabes acaso el por qué hice eso.
—Porque solo piensas en ti.
—Porque estaba destrozada.
—¿De qué hablas?
—¿Sabes el por qué fui yo quien sugirió que optáramos por una madre gestante cuando nos enteramos que había perdido a nuestro bebé y que no podía tener más? Fue por ti, tú comenzaste a desmoronarte cuando perdí al niño que cargaba en mi vientre, ¿acaso sabes la impotencia que sentía al no poder darte un hijo cuando sé que era lo que más querías?
Me quedé callado, jamás habíamos hablado de esto.
—Cuando te dije la idea de optar por una madre gestante, tus ojos brillaron tanto, sentía que hacía lo correcto pero jamás pensé que la madre gestante iba a ser tan perfecta, Jelena era hermosa, con una actitud de no dejarse de nadie, ella tenía toda la estabilidad que yo no te podía brindar y eso me enfureció. Así que cuando Jelena se fue creí que había sido para bien porque por fin podía pasar tiempo con mi familia, pensé que podríamos ser tú, yo y nuestros hijos pero tú no lo creías así, a pesar de ser amoroso con tus hijos, el tiempo que no pasabas con ellos la pasabas trabajando, para ti yo no existía, pero ese no era el único problema, cuando estábamos en esta situación tenía un problema en el corazón por el cual debía someterme a una cirugía de alto riesgo, a tal punto que el porcentaje de que salga bien la cirugía era muy bajo.
—¿Qué? ¿Por qué nunca me dijiste nada?
—Lo intenté pero casi nunca te vía, el hecho de que Jelena se fuera te dejó mal a tal punto que una noche llegaste ebrio a casa, te atendí hasta que dijiste su nombre “Jelena, ¿dónde está?” te dije que ella se había ido, a lo que tú me preguntaste por qué y te dije que había sido decisión de ella, y antes de quedarte dormido dijiste “Era una chica extraordinaria”, en ese momento me di cuenta que tú y yo no íbamos a funcionar más, me dije a mi misma que no importaba porque tenía a mis hijos pero después comencé a cuestionarme “¿y si moría en el quirófano quién cuidaría a mis hijos?”, comencé a pensar que a lo mejor Jelena los podía cuidar mejor que yo, al fin y al cabo ella los dio a luz, ella era su mamá. Así que pensé que lo mejor era el divorcio, no me importaba que eso me beneficiara a mí, me importaba que ustedes fueran felices aun si era sin mí, creí que una vez divorciados buscarías a Jelena pero no lo hiciste así que me di cuenta que la solución no estaba en ti si no en Adrián y Adriana, los comencé a tratar más fríamente, dolía tanto hacerlo pero si moría yo simplemente no quería que les doliera así que les conté que Jelena era su madre, al día siguiente de haberlo hecho me sometí a la cirugía sin que nadie lo supiera me llevó mucho esfuerzo evitar que nadie se enterara, sin embargo, la cirugía salió totalmente bien, estuve en el hospital alrededor de dos meses, al salir pensé que los podía recuperar pero me enteré que Jelena había vuelto a sus vidas, yo mismo había provocado eso así que me alejé pero aun así seguía doliendo así que me apoyé en el alcohol, cuando grabé ese video diciendo cosas horribles de Jelena ni yo misma sé por qué lo hice, no estaba consciente ni siquiera de que había comenzado un en vivo, estoy tan avergonzada, porque mi objetivo era protegerlos a ustedes y les terminé haciendo más daño, lo siento mucho yo en serio lo siento.