¿eres tú?

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Querido diario,

El día de hoy no ha sido tan bueno como pensé que sería.

Una chica, de otra universidad. Me ha dicho que vio a Dan con otra, que estaba muy apegado a ella y quería, ¿besarla? No sé si creer en eso, pero se me hace una completa tontería. Dan y yo estamos en un muy buen momento de nuestra relación, y hoy es el día en que conoceré a la mayor parte de su familia. Esto no puede ir mejor.

- ¡Jenn! ¿Ya te arreglaste? – Escuche a mi madre gritar desde la sala. – Tu novio ya está aquí, apúrate.

Demonios, ya son las 8:30 p. m. y yo sigo en pijama.

- ¡Bajo en un momento! – Grito, para que así puedan escucharme. – Solo me pongo el perfume y estoy lista.

Eres una mentirosa de primera Jenn, pienso mientras me pongo el vestido y al mismo tiempo ando buscando los tacones. Este debe ser el día en que debes ser puntual, ¿por qué fallas?, sigo hablando conmigo misma mientras me veo por última vez al espejo y voy caminando hacía la sala.

-Ya estoy lista – Lo digo con una sonrisa en mi rostro, observando a quien pienso, y espero, sea mí futuro esposo. - ¿Nos vamos?

-Te ves hermosa, lo sabes ¿verdad? - ¿Cómo no amarlo? Siempre esta lleno de cumplidos hacía mí.

-Bueno, me alegro que te haya gustado el vestido. Tarde un buen tiempo en el centro comercial, tenía que encontrar el vestido indicado para este momento.

-Y yo le decía que se pusiera cualquier vestido que tuviera en su ropero. – Escuche a mi padre hablar. – La cuidas y me la traes temprano, no quiero desvelarme.

-Claro que sí, señor. No se preocupe.

-Nos vemos pa. ¡Ma, ya me voy! – Grite desde la puerta, porque mi madre se había ido a la cocina.

-Ve con cuidado, cariño. Y no llegues tarde.

Y después de eso, nos fuimos a casa de Dan.

***

-Todo estará bien, todo estará bien. Sé encantadora. Les vas a encantar. – Me decía a mí misma susurrando. ¿Por qué no hable con Edna antes de venir aquí?

-Todo estará bien, todo estará bien. Eres encantadora para mí y eso te debe bastar. Si no les encantas, entonces que se vayan acostumbrando porque no pienso dejarte ir. – Escuché a Dan susurrar en mi oído, lo cual me espanto un poco y él se empezó a reír.

-Pero, ¿qué te pasa? ¿Por qué haces eso?

-Bueno, soy un buen novio. Tengo que darte apoyo emocional cada que lo necesites. Ven acá. – Dijo eso mientras me agarraba por la cintura y después de daba un beso en la frente. – Serán unos estúpidos si no les agradas.

- ¡Dan!

- ¡Amor!

- No digas eso. – Le dije un poco sonrojada.

- ¿Por qué no?

-Porque es tu familia.

-Bueno, Edna me apoyaría.

-Seguro que sí, pero anda. Entremos y acabemos con esto de una vez por todas.

-Lo que mi amor ordene.

Y después de todo eso, abrió la puerta y escuchamos a su hermana hacerle saber a toda la familia que habíamos llegado. Un error, toda la familia se vino a la entrada solo para conocerme.

-Pero que hermosa es, Daniel.

- ¿Por qué no la presentaste antes?

- ¿Es tu color de cabello?

- ¡Hacen una hermosa pareja!

Sonríe Jenn, porque quizás ellos sean tu familia en menos de lo que esperas. Sonríe y disfruta tu noche.

- ¡Familia! – Escuche al padre de Dan hablar. – Les presentamos a Jennifer, nuestra novia favorita de Daniel.

Y después de eso se empezaron a reír y a abrazarnos. ¿Esto pasará el día en que pida mi mano? Porque si es así, les digo que estaré encantada.



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En el texto hay: historia de amor, amor, amor adolescente

Editado: 06.04.2019

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