— Ya llegamos a tu nueva casa — Dice mi papá con un gran suspiro — Si llegas a ver un fantasma... No dudes en decírmelo.
— Lo haré — Sonrío por su amabilidad — Pueden venir cuando quieran.
— Claro que lo haremos — Dice Yoshi pasando su mano rústicamente por mi cabeza, haciendo que se me desordene mi cabello.
Después, Yoshi y papá me ayudaron a bajar las cajas que tenían mis cosas.
— Bueno, solo tengo que abrir la puerta y llevar las cosas adentro — Les digo a ambos y me dirijo hacia cuya puerta.
Era algo estúpido quedarme ahí parado sin abrirla pero, yo jamás vi esta casa en persona, no sé si había un fantasma adentro.
— Hijo, ¿Todo bien? — Me mira preocupado.
— Sí, todo está bien — Sonrío levemente y abro la puerta rápido, la observé y no vi nada.
Me había dicho que todo estaba bien, la casa estaba un poco sucia, pero luego la limpiaría.
— Comencemos a desempacar — Yoshi abrió una de las cajas y comenzó a sacar algunas cosas — ¿Qué esperan?, tenemos que apurarnos para poder comer rápido.
— Papá, es cierto — Le dije con una sonrisa, lo cual él asintió.
Todo estaba bien pero, mentiría si no estaba nervioso, yo sabía que todo podía cambiar... Digamos que un fantasma puede estar escondido porque no sabe lo que está pasando, al estar muerto, muchos de ellos se pierden en sus propios pensamientos y no saben lo que pasa a su alrededor.
— Voy a llevar estas cajas para mi habitación — Le aviso a mi papá antes de subir las escaleras.
Ahí te vi... Estabas parada frente a la ventana viendo a mi hermano. Puse las cajas con cuidado en la mesita de noche, pero una de ellas se me cayó haciendo que llamara tu atención.
— ¿Haruto?, ¿Todo bien allá arriba? — Se escucha como sube las escaleras — ¿Viste a un fant...
— ¡No!, todo está bien papá. Solo se me cayó una caja, nada de qué preocuparse.
— Entonces baja para que comas.
En ese momento, mi cuerpo se paralizó y no reaccionaba correctamente...
— Vale — Respondí un poco nervioso
porque pude sentir como me mirabas.
Mi papá y Yoshi me ayudaron a limpiar la casa y a acomodar algunas cosas y cuando terminamos todo, se tenían que ir.
— Bueno hijo, espero que duermas bien en tu nueva casa — Sonríe y me abraza fuerte — No dudes en llamarnos si algo pasa.
— Y acuérdate de visitarnos — Yoshi me desordena el cabello otra vez.
— Gracias, si no fuera por ustedes no habría terminado hoy. Los iré a visitar pronto... Chao — Me despido de ellos con una sonrisa nostálgica.
No pude decirles que había visto un fantasma para no preocuparlos.
— Estoy muy cansado — Cierro la puerta con un gran bostezo.
Yo te ignoraba... Me seguías a todas partes, pensé que me dejarías dormir solo pero, te acostaste a mi lado, algo que hizo que me pusiera nervioso e incómodo...
Pero ahí fue donde empezó nuestra historia...